La Torre de Hércules, los acantilados de Vixía Herbeira, la Catedral de Santiago de Compostela... Son algunos de los paisajes más emblemáticos de la provincia de A Coruña, si bien si la prestigiosa revista de viajes National Geographic tuviera que quedarse con un único enclave se quedaría con un mágico rincón de la Costa da Morte, pero no es ni el cabo de Fisterra ni la playa de Carnota. 

La fervenza do Ézaro es un paraje "imprescindible" para National Geographic y lo cierto es que la elección no es casualidad. "El río Xallas pasaría sin pena ni gloria en los libros de texto sino fuera por su épico final. Y es que, en lugar de acabar desparramándose en el mar, finaliza su curso cayendo por una pared de unos 40 metros de altura", explica la revista de viajes. 

Fervenza do Ézaro

Una parada obligatoria

Este espectáculo natural es parada obligatoria para aquellos turistas que ya han conocido la inmesa playa de Carnota, con alrededor de 7 kilómetros de longitud y que ya han ido hasta lo que era el "fin del mundo" para los romanos. Tampoco tiene nada que envidiar al Monte Pinto (el Olimpo celta), al faro Touriñán o a la playa de los Cristales, uno de los lugares más famosos y visitados de la Costa da Morte.

La fervenza do Ézaro es un lugar inconfundible por su belleza y singularidad, ya que se trata de la única cascada de Europa que termina en el mar, con un salto de agua de 40 metros. Esto ha motivado a que este mágico enclave, en uno de los litorales más salvajes y agrestes de la Costa de Morte, sea uno de los destinos más concurrido de Galicia, tanto en los meses de verano como en cualquier otra época del año.

Al hilo de este asunto, durante la temporada estival, la cascada coruñesa se encuentra iluminada entre los meses de julio y septiembre, desde las 23:00 hasta las 00:00 horas, creando una ambiente mágico que enamora a todos aquellos que la visitan.

En las inmediaciones de la Fervenza do Ézaro existe una zona para aparcar vehículos, si bien para llegar hasta ella hay que realizar un pequeño sendero de no más de cinco minitos. Al inicio de este hay un pequeño puerto deportivo, la Oficina de Turismo y el Centro de Interpretación de la Electricidad, un museo ubicado en la antigua centra de O Pindo. 

Para completar la visita a la Costa da Morte, también es recomendable ir hasta la playa de Gures y de Carnota, el Santuario da Virxe da Barca, la ruta de los Dólmenes y, por supuesto, el cabo de Fisterra, que en la época romana se creía que era el fin del mundo conocido.