El gallego es la lengua propia de Galicia y cooficial de la Comunidad, que "todos tienen el derecho de conocerla y usarla", tal y como figura en el Estatuto de Autonomía de Galicia. La riqueza del idioma es compartida fuera de nuestras fronteras, pero hay una palabra que capta la atención de muchos por su originalidad y encanto.

Se trata de la palabra 'falabarato' y es un reflejo del ingenio de los gallegos al fusionar los términos de 'fala' (hablar) y 'barato' (barato). No figura en la Real Academia Galega (RAG), pero sí en el Dicionario de Galego (DiGalego) de la Xunta de Galicia, que define el término de la siguiente forma: "Que fala sen tino ou fala por falar". Es decir, que habla por hablar o sin tino: un charlatán.

Las palabras 'bardallas' y 'mercachifles' son sinónimos que encajan a la perfección y vienen a decir lo mismo: personas que hablan sin pensar o que no pueden dejar de hablar, sin aportar nada relevante a la conversación.

Una palabra a exportar

"Éche un mercachifles e non lle podes hacer moito caso", se utilizaría perfectamente en una frase en gallego, aunque también de la siguiente forma con la palabra 'bardallas': "Fun comprar un ordenador a esta tenda, pero atendeume un bardallas que sabía menos ca min".

Ambos son ejemplos de personas que "hablan por hablar" sin un propósito claro, pero en Galicia existe una forma más divertida, creativa y bonita de señalar a este tipo de individuos: 'falabarato'. Los gallegos somos conocidos por nuestro sentido del humor y muchos creen que este término debería ser adoptado en toda España.

En lugar de llamar 'bocazas' o 'charlatán' a alguien, ¿por qué no probar con la palabra 'falabarato'? Es una forma mucho más amigable de decir a una persona que "habla más de lo que aconseja la discreción" y que poco o nada sabe sobre el tema en cuestión a tratar.