A veces nos empeñamos en viajar a la otra punta del mundo para sacar la mejor fotografía y colgarla en redes sociales a cambio de unos cuantos likes, pero un dato que mucha gente desconoce es que A Coruña y su entorno alberga mágicos lugares que vale la pena descubrir y visitar al menos una vez en la vida.
No hace falta cruzar el océano Atlántico ni viajar 15 horas en un avión con destino al sudeste asiático para desconectar en lugares donde reina la paz y la tranquilidad porque a un paso de la ciudad herculina hay un rincón que enamora a todos por su belleza: el entorno de la desembocadura del río Mandeo,.
A unos minutos de A Coruña
La naturaleza es la gran protagonista de la zona y para llegar tan solo hay que conducir unos minutos por la autopista AP-9 o la carretera N-VI, en caso de querer ahorrar el peaje. Es un sitio ideal para ir en verano después del trabajo o un fin de semana en el que el tiempo acompañe para aprovechar al máximo la pequeña escapada y conocer los alrededores de Bergondo.
En plena Reserva da Biosfera das Mariñas Coruñesas y Terrados do Mandeo se encuentra un edifico de gran importancia cultural e histórica: el Pazo de Mariñán. Su origen se remonta al siglo XI, cuando el noble Gómez Pérez das Mariñas ordenó construir una torre defensiva en el actual emplazamiento del pazo en plenas revueltas irmandiñas.
La edificación se fue ampliando y en el siglo XIII, la antigua torre se fue transformando en una casa de cambio y ocio, dando lugar al pazo actual.
El Pazo de Mariñán está incluido en la Ruta de la Camelia de Galicia, un itinerario pensado para recorrer los pazos y jardines de la comunidad donde florecen diversas variedades de esta singular planta, traída desde Oriente en el siglo XVIII por navegantes portugueses a través de las grandes rutas de navegación de la época.
El mejor momento para visitar el Pazo de Mariñan es en invierno, durante los meses de febrero y principios-mediados de marzo, en los que las camelias están en flor y se pueden admirar en todo su esplendor.
Un observatorio de aves
El Observatorio del Pazo de Mariñán termina de coronar el hermoso jardín botánico de aproximadamente 17 hectáreas. Desde este punto es posible disfrutar unas magníficas vistas sobre la ría de Betanzos y el río Mandeo, y observar diferentes especies, como la águila pescadora, el aguilucho lagunero occidental, la garza real y el rascón europeo, entre otras.
"La ría de Betanzos cuenta en la actualidad con una de las mayores extensiones de marismas litorales de Galicia y aún conserva un pequeño puerto y embarcaciones en la confluencia de los dos ríos Mendo y Mandeo que abrazan el recinto urbano. Las orillas fluviales forman la otra parte de este espacio protegido que llega en el caso del Mandeo hasta 25 kilómetros aguas arriba", explica Turismo de Galicia.
Los amantes del senderismo cuentan con varias opciones de ruta para conocer la fauna y flora que viven en la zona, mientras que aquellos que busquen un momento de relax y descanso después de una larga jornada de trabajo, tienen varias playas agradables donde despedir del día: Pedrido, Gandarío, Arenal, Mozarón...
Si estás de visita por la zona y tienes ganas de conocer más, Betanzos puede ser una opción muy interesante. La tortilla al estilo 'betanceiro', el casco antiguo y la animada feria quincenal son algunos de los motivos para visitar la villa de Betanzos, muy próxima a la ciudad de A Coruña y a un paso del pazo de Mariñán.
La fascinante arquitectura popular de Betanzos se refleja en sus galerías acristaladas, como las de la Calle Castro. También merece la pena visita la plaza de la Constitución, la plaza de Fernán Pérez de Andrade y la plaza de los Hermanos García Naveira, grandes mecenas de Betanzos, así como el barrio Fonte da Unta y los hórreos da Galera.