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El Mercado de Elviña ha inaugurado su Navidad particular este sábado por la mañana. Se ha tratado de un evento especial, ya que ha servido para homenajear a seis placeras ya jubiladas, que dedicaron gran parte de su vida a sacar adelante el mercado y que han sido las encargadas de encender la iluminación navideña de la plaza.

Serafina Pasandín, exresponsable de la actual pollería Susi, ha sido la representante de las carnicerías; Amelia Villar de la Mercería Milú, representó al comercio; Dori Rocha, de la frutería homónima, hizo lo mismo con el sector de frutas y vegetales; Esther Alvedro representó a las pescaderías; Estrella Rodríguez, antigua gerente de la actual panadería Estrella hizo lo propio con la venta de pan, empanadas y dulces; y Esther Barba, fundadora de la actual tienda de congelados Esther, representó al sector de los congelados.

El acto ha contado con la presencia de la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, así como de la concejala de Emprego, Comercio e Mercados, Diana Cabanas. La regidora coruñesa quiso destacar la importancia de las mujeres en el mercado: "todas representáis ese esfuerzo, ese sacrificio y esa pasión de muchas mujeres luchadoras que cuando no había cuotas ni visibilidad trabajaban sacrificando horas para la familia".

Durante el encendido ha habido también una actuación musical, que ha recorrido todos los rincones del mercado amenizando la mañana tanto de los placeros y placeras como de los clientes que se han acercado a realizar sus compras.

"La plaza más bonita de todas"

La sensación compartida entre las seis es el gran cambio que ha vivido el mercado a lo  largo de su historia. A sus 81 años Esther Alvedro es la única que vivió todas sus fases. Trabajó 10 años en el desaparecido Mercado de Monelos, y otros 28 en el antiguo Mercado de Elviña. "Cogimos la época en la que no había nada, yo no conocía más que tres pescaderías en toda A Coruña", rememora.

Y es que en el transcurso de todo estos años el comercio de la ciudad ha cambiado de forma radical, y también lo ha hecho los hábitos de consumo. "Cambió el mercado, pero cambió la vida", aseguran. Por lo que las placeras tuvieron que luchar por mantener a flote sus trabajos ante el desembarco en A Coruña de las grandes superficies.

"La forma de comprar en el mercado es lenta", explican, una lentitud que parece estar quedando cada vez más desfasada, en un momento en el que todo se realiza o se quiere realizar rápido, en el menor tiempo posible. Por eso la lucha de las placeras ha sido también contra los propios ritmos que venían imponiéndose, para lo que han realizado un gran trabajo intentando promocionar y hacer deseables sus productos.

En 2006 abrió el Mercado de Elviña en su nueva ubicación, un proceso que también fue largo y polémico y en el que se acabó optando por abrirlo junto a otras grandes marcas para aprovechar ese tirón e intentar que las/os consumidoras siguieran acudiendo. "Luchamos mucho", rememoran, pero el trabajo dio sus frutos y, a día de hoy, hay más de 50 puestos abiertos.

Todas aseguran que la de Elviña "es la plaza más bonita de todas", y la única en la que también hay comercios, como la mercería, la peluquería o la zapatería. También es "la que más gente joven tiene trabajando", ya que muchos de sus hijos e hijas las han dado el relevo y se ha situado al frente de los puestos para que el mercado siga vivo y no pase de moda.