A sus 76 años, Fátima Ucieda es una auténtica reina en el mundo de Papá Noel. En su casa de Oleiros, atesora una colección impresionante de más de 400 figuras de Santa Claus. Los hay que cantan, bailan, trepan e incluso perrean. "A los niños les encantan los que funcionan a pilas, pero yo prefiero el clásico, el que tiene cara de persona. A este le puse mis gafas porque venía sin ellas", dice la coruñesa señalando uno de los Papá Noeles que preside la entrada de su casa, de más de un metro de altura.
En poco más de dos décadas, Fátima ha logrado reunir una colección que llena su salón. "El primero lo compré en El Pote", cuenta con orgullo, recordando la histórica tienda de la calle Juan Flórez. Desde entonces, su pasión no ha parado de crecer. "La mayoría los compro en los chinos, tienen de todo", reconoce. Con el tiempo, su casa se ha transformado en un auténtico museo de Santa Claus. Hace tres años, decidió abrir las puertas de su hogar al público, permitiendo que todos pudieran admirar su curiosa colección y, al mismo tiempo, colaborar con una causa solidaria.
Y es que su iniciativa no solo permite adentrarse en el mágico mundo de Papá Noel, sino que también tiene un propósito solidario. Fátima destina los fondos recaudados a Cáritas, con el fin de ayudar a los más necesitados. Además, acepta donaciones de alimentos no perecederos y contribuciones económicas para Cáritas Santa Cruz.
Una figura nueva en cada viaje
Aunque parezca sorprendente, en la familia de Fátima siempre habían sido más del tradicional Portal de Belén. "A mi madre, Papá Noel le parecía una americanada", comenta entre risas. Sin embargo, había algo en ese personaje con barba y gafas que la cautivó. Empezó con una figura y, poco a poco, fue acumulando decenas de muñecos en el salón de su casa, hasta el punto de formar parte hasta de su baño.
"No me lleva mucho tiempo, tardo solo tres días en montarlo todo", dice orgullosa. Fátima pasa horas sentada en su sofá, contemplando su obra. "Prefiero hacerlo sola, sé exactamente dónde va cada uno. Ahora saco fotos para recordar cada figura", confiesa. Y no es casualidad que estén ubicadas donde están: los muñecos favoritos de los niños están todos sobre una mesa "para que puedan jugar con ellos". Micky y Minnie Mouse se encuentran junto al Niño Jesús en la entrada, mientras que los osos de peluche, aunque no son Santa Claus, lucen el tradicional gorro navideño.
Cada uno de sus viajes está marcado por la adquisición de una nueva figura. "Esta me la traje de Portugal", dice señalando un Papá Noel de más de un metro de alto. Algunos se los regalan, pero casi todos los ha elegido ella misma, con sumo cuidado y atención. Para Fátima, no vale cualquiera; cada figura debe tener algo especial. Su mayor preocupación es saber qué pasará con su legado. "Quizá Inditex se interese por ellos, como lo han hecho con la exposición de Navidad en la calle Compostela", bromea.
Visita la colección
Desde este lunes quien quiera puede visitar lo más parecido a Laponia que hay en A Coruña. Ubicada en la avenida Ramón Núñez Montero, número 31, en horario de 17:00 a 20:00, Fátima estará encantada de recibir a todos aquellos que quieran pedirle los regalos de Navidad directamente a Papá Noel.