El arte de ser fiel a uno mismo: así es Martín Núñez, el pintor valdoviñés de corazón urbano
- Martín Núñez es una de las figuras más prometedoras del arte urbano en la comarca. Desde su estudio en Ferrol, fusiona disciplinas como el óleo, el graffiti y el aerógrafo. Su última serie de retratos celebra a la "gente de a pie" como nuevos protagonistas del arte figurativo contemporáneo
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Martín Núñez, conocido artísticamente como Martin0ne, se ha convertido a sus 23 años en uno de los principales exponentes del arte urbano en la comarca de Ferrol.
El pintor valdoviñés fusiona disciplinas que van desde el óleo hasta el graffiti y el aerógrafo, interviniendo soportes encontrados como chapas de desguace y prendas de vestir. Su última serie, titulada Grosos: la democratización del retrato y exhibida en Studio Follow desvincula el retrato de las élites históricas y ensalza a la "gente de a pie".
Durante siglos, los retratos eran exclusividad de nobles y burgueses, pero Núñez está decidido a derribar esas barreras desde su trinchera en la cultura underground. Su trabajo es un puente entre lo clásico y lo subversivo, donde la tradición del retrato se reimagina con los rostros de su familia y amigos. "Es el hecho de no atribuir el retrato a la clase social alta y hacerlo a personas que para mí merecen la pena. Yo retrato a la gente que digo: qué gusto de persona, no al presidente", comenta.
Martín empezó pintando desde muy pequeño y esas inquietudes artísticas se las debe a su familia, que compartían también su gusto por el arte. "Siempre me animaron a pintar, y si a un chaval le dices que todo lo que hace está bien, le das muchas ganas, aunque al principio fuera una mierda", comenta entre risas.
El joven pintor reconoce que el lastre de la frase "no tiene salida" le llevó a dudar sobre si convertir su mayor pasión en su profesión, pero finalmente optó por estudiar Bellas Artes gracias, en parte, al respaldo de sus padres.
"Si a unos padres lo que les importa es que su hijo traiga dinero a casa, le van a dar importancia a un diez en matemáticas. Yo nunca escuché en mi casa que me dedicase a otra cosa, en parte esto es gracias a ellos, somos un reflejo de nuestros padres", comenta. Porque, para él, "el trabajo es lo que te va a llevar a donde quieras, trabajo y saber moverte", admite.
Monetizar el arte: una cuestión de tiempo y trayectoria
Acostumbrados a los estereotipos del "pintor muerto de hambre" o el "reconocimiento póstumo del artista" nacidos en el Renacimiento, cuando los artistas dependían de mecenas específicos, y reforzados durante el Romanticismo, que idealiza al creador bohemio, "libre pero pobre"; hoy en día vivimos una realidad distinta.
La exposición artística se ha democratizado como nunca antes gracias, en gran medida, a las plataformas digitales que permiten a los artistas conectar directamente con su público y mostrar su obra al mundo.
Pese a eso, "el arte no tiene una buena posición ahora mismo. Cuesta, sobre todo, monetizarlo cuando estás empezando", comenta Núñez. "Al principio tienes que dar pasitos de hormiga. Yo mi primer cuadro lo vendí por cien euros y le había metido una cantidad de trabajo enorme y para mí fue la luz, qué satisfecho estaba", asegura, "pero vas evolucionando, esto te lo da el tiempo y la trayectoria", sentencia.
Y para evolucionar, según el artista, es necesario tener unos buenos impulsores que, en su caso, no fueron otros que su ciudad natal: el concello de Valdoviño. En el Valdoviño que le vio nacer el artista tiene un mural del Guernica junto a la playa, un mural en el colegio en el que estudió y hasta habilitaron unos muros para que la gente pudiese expresarse libremente a través del arte urbano.
El resurgir ferrolano de la movida artística
Martín, que terminó la carrera en Pontevedra el año pasado, acaba de inaugurar su propio estudio en el centro de Ferrol, donde ve su futuro profesional a largo plazo.
A la pregunta de si se ha planteado la opción de mudarse a otro sitio con más oportunidades en su sector, el pintor lo tiene claro: "La gente tiene el estigma de que en Ferrol no se hace nada, pero si no se hace nada es que está todo por hacer todavía. ¿Por qué me iba a ir a otro lado si tengo aquí a la gente que me quiere y que me sigue manteniendo activo artísticamente?".
Y es que además, Martín colabora en la ciudad con otros jóvenes creativos como Iago y Candela, dueños de la tienda vintage 'Chavs' y con los que presenta eventos tan innovadores como exhibiciones en directo de pintura con aerógrafo, en donde Martín plasma cuadros encima de la ropa, uniendo así el ámbito pictórico y el de la moda textil.
El pintor destaca también el importante papel que cumple en la ciudad el centro cultural Sarao Estudio, con quienes expuso su talento en la feria Hybrid en Madrid el pasado marzo, "están dando opción de trabajo a mucha gente joven y se esfuerzan por aumentar la cultura en la ciudad", comenta lleno de orgullo.
Sarao, Chavs y Las Meninas de Canido para él son un claro ejemplo del "resurgir ferrolano", y es que para el joven "da gusto quedarse en casa y aprovechar el talento para impulsar la movida artística, aquí hay gente muy buena".
"El arte es una expresión propia y de tu ser, un medio de expresar inquietudes"
Martín Núñez o Martin0ne no sabe lo que le deparará el futuro, lo que tiene claro es que siempre será fiel a sí mismo. "El arte es una expresión propia y de tu ser, es un medio de expresar inquietudes", comenta, y eso pasa por la fidelidad a uno mismo, algo que quiere conservar.
El éxito para Martín es algo impredecible, pero el trabajo y la lealtad a uno mismo le llevará al triunfo personal, que para él es lo primero. "Lo primero es estar satisfecho con lo que haces y con cómo te comportas, con tus cuadros y con tu vida, así ya consigues el éxito. Después, el éxito monetario... es imposible saberlo. Con trabajo, todo llega", concluye el pintor.
El arte de Martín, en su esencia, es una celebración de lo cotidiano, una subversión de las normas y un homenaje a las personas que lo inspiran. Con su enfoque único y su respeto por los orígenes de cada material, su obra no solo democratiza el retrato, sino que también abre una conversación sobre lo que realmente merece ser ensalzado en el arte contemporáneo.