El auge de los talleres de cerámica en A Coruña: "Puede ser una forma de hacer terapia"
- En los últimos años son varios los talleres de cerámica que se han hecho hueco en la ciudad herculina: el regalo perfecto para disfrutar con amigos, pero también con uno mismo
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La arcilla: ese material humilde que, en manos de los más creativos, puede convertirse en toda una obra de arte, o en una memorable escena cinematográfica digna de Ghost. Si bien no es común que los talleres coruñeses se conviertan en el escenario de dramas románticos, lo que sí está sucediendo en A Coruña es un fenómeno curioso: los talleres de cerámica están viviendo un auténtico boom.
En los últimos años, la ciudad ha visto cómo el interés por trabajar la arcilla ha crecido de forma exponencial, tanto entre quienes buscan una forma de expresión artística como aquellos que desean desconectar del estrés diario con actividades relajantes. La generación Z ha mostrado un creciente interés por volver a lo artesanal gracias a la tendencia del slow life y el bienestar, y este es ejemplo de ello.
Como resultado, los talleres de cerámica se han transformado en lugares de encuentro donde, además de aprender, se crean conexiones entre personas y con uno mismo. "Es el lugar perfecto para relajarse, socializar, divertirse, e incluso puede ser una forma de hacer terapia", explica Susana, de Susana Anta, un estudio de arte contemporáneo ubicado en el barrio de O Castrillón que ofrece cursos de artesanía.
En los últimos años, son varios los talleres de cerámica que han abierto en A Coruña. "En diciembre hicimos dos años, y estamos muy contentos con el resultado. Es un buen momento", reconoce Pablo Rodríguez, dueño del taller Risco, cuyo estudio está ubicado en Pedro Barrié de la Maza. En su caso ofrecen cursos para todos los niveles, convirtiendo así esta práctica en algo académico, pero también donde pasarlo bien.
Rípula, en la calle María Casares, abrió en 2021. "Creo que las personas se interesan por la cerámica porque quieren conectar con un ritmo de vida más lento y calmado y explorar su curiosidad e imaginación. Pero también están las personas que buscan una actividad para hacer con amigos o desconectar del trabajo", señala Sandra, creadora de la marca. En su caso muchos escogen Rípula por ofrecer cursos privados para conectar con seres queridos, como pueden ser padres e hijo, amigos o parejas.
Tendencia al alza
Actualmente son varias las opciones en A Coruña para inscribirse a cursos de cerámica. Además, todos ellos tienen además artículos a la venta, fabricados por los propios mentores. "Cuando vienen se dan cuenta del trabajo que conlleva elaborar estos productos", explica Susana, de Susana Anta, que ya en 2011 había intentado abrir un taller en A Coruña, pero no funcionó. No fue hasta 2023 cuando lo logró.
Y como esta artesana son muchos otros los negocios que han surgido tras la pandemia. En Agarimo ofrecen clases de cerámica semanales, con un precio mensual cerrado, así como talleres experiencia de fin de semana. Están ubicados en la calle Cantábrico, en pleno barrio de Monte Alto.
El regalo perfecto
Otro estudio es Arobe, en la calle San Francisco de A Coruña. Se dedican a la fabricación y venta, a la vez que imparten cursos de iniciación y avanzados. Estas navidades, muchos de sus aprendices pudieron elaborar su propia decoración navideña. Parecido es lo que ofrecen en Lamaelume, en la calle Porta de Aires. Además, también cuentan con un kit de arcilla para que puedas adentrarte en el mundo de la cerámica desde casa.
Madriguera Workshop, como otros muchos comenzó como un taller de fabricación y venta, pero actualmente también imparte clases. Están ubicados en la avenida Primo de Rivera y se presentan como un taller de cerámica artesanal dedicado al puro placer de crear. "Diseñar piezas que sugieran emociones y producirlas con nuestras manos, es lo que nos motiva", señalan en su página web.
Con ello, son muchos los estudios que abren sus puertas a la creatividad de quienes quieren aprender de la materia. La cerámica se ha presentado como el arte de moda entre la generación Z, pero que tiene todas las papeletas para quedarse como uno de los hobbies favoritos de los coruñeses.