En 1977 abría en la calle Fernández Latorre la juguetería Didó. Allí estaba ya Conchita Pereira, que terminaría siendo la propietaria del negocio. La empresa Didó surgió en Barcelona, donde "había mucha tradición de juguetes de madera y de trapo". Esa esencia se mantuvo en sus múltiples franquicias, que se desperdigaron por toda la geografía española. En A Coruña llegó a haber tres.
Ahora, Didó opera como una tienda independiente, pero mantiene esa esencia de juguetería tradicional que la convierte en la única en A Coruña de estas características. También fue el primer negocio de la ciudad en ofrecer clases de manualidades, algo que todavía realizan.
"Nuestra publicidad es el boca a boca. Aquí prima el concepto de juguete de madera, tradicional, con materiales lo más naturales posibles", señala Conchita. "No es algo habitual y nunca llegó a serlo en A Coruña", continúa. Cuando abrió no había ninguna tienda de este estilo ahora, mantiene la esencia de aquella época intacta. "Mantenemos el criterio con el que nacimos. Está claro que los tiempos son complicados para todos, pero es nuestra mentalidad y no la vamos a cambiar", dice rotundamente Conchita.
Mucho más que juguetes de madera y muñecas de trapo
Conchita recuerda con nostalgia aquellos primeros años. "Fueron muy buenos. De hecho, nuestros clientes actuales son las segundas y terceras generaciones de aquel momento", cuenta. Ya desde muy pronto tuvo que hacer frente a la aparición de grandes superficies comerciales y a los juguetes más populares de grandes marcas.
"No somos una tienda de juguete de moda. Aquí entra la gente preguntando por ellos y los niños están saturados de juguetes nuevos. Tenemos que decir que no tenemos esos juguetes, que los nuestros son los de siempre. Curiosamente, se ponen a mirar y se sorprenden de las cosas que tenemos", cuenta Conchita.
El juguete tradicional de madera o las muñecas de trapo son los que más predominan, pero en Didó hay muchos más. "Tenemos muchísimos juguetes para todas las edades. Creo que hay que tener cosas que aporten algo a los niños", asegura Conchita.
Casas y cocinas, no solo para niñas
Conchita cree que hay que romper con los estigmas que existen sobre las cocinas de juguete, que también hay en Didó. "Muchos padres se escandalizaban con el simple hecho de que un hijo varón quiera una cocina cuando está claro que disfrutan mucho con ellas a cualquier edad. Ha sido ahora, gracias a la emisión de MasterChef, que se ha extendido la demanda más allá de las niñas", cuenta. Las cocinas, señala, es uno de esos juguetes que nunca han pasado de moda.
Pasa algo similar con las casitas de muñecas. De hecho, señala Conchita que se produjo un bum de casa de estilo victoriano, compradas tanto para niños como para adultos que coleccionan. "Es un poco tontería comprar una de esas casas, que tienen un precio más alto y hay que añadirles muebles de esa época, a una niño de 2 o 3 años. Hay otras casas pensadas para ellos, pero cuando algo se pode de moda…", dice.
La Navidad, la época de los juguetes
Los juguetes de Didó no salen en televisión, pero no faltan los coches de madera a pedales, patinetes (no eléctricos) y caballitos de cartón piedra. "Tenemos un tipo de juguete para cada edad y asesoramos a la gente en ese aspecto. Estas semanas previas a la Navidad vienen muchos clientes a preguntar. Después, a partir de mediados de mes, es cuando ya se animan a comprar y solemos quedarnos sin unidades de algunos productos", cuenta.
Conchita Pereira considera que los clientes de Didó son personas con "una cierta sensibilidad", que les importa lo que compran y no están "influenciados por las grandes superficies". "El poder adquisitivo no es lo más importante, sino tener una sensibilidad y una cultura al respecto", señala.
Por si los juguetes no fuesen suficientes, Conchita continuará tras las fiestas con sus talleres de manualidades. "Tenemos todo tipo de productos y materiales a la venta", cuenta la propietaria de la última tienda de juguetes artesanales de A Coruña.