La vuelta al cole llega en septiembre con mucha ilusión y con ganas de reencontrarse con los amigos tras más de dos meses de vacaciones. Levantarse temprano, hacer las tareas, ir al colegio de lunes a viernes… Lo cierto es que la vuelta a la rutina es, en parte, agradable, pero no fácil, tanto para mayores como pequeños. Por ello, es importante establecer un periodo de adaptación para que los más pequeños de la casa puedan recuperar poco a poco los hábitos que tenían antes de iniciar las vacaciones.

"En verano adaptamos el horario de los niños al de los adultos, pero ahora en septiembre hay que ir modificándolo para tener una buena rutina de sueño y evitar así miedos, irritabilidad y muchas rabietas", cuenta a este medio Ana Pérez, psicóloga clínica del Hospital Materno-Infantil Teresa Herrera de A Coruña.

"Los padres pueden planteárselo como un desafío o como un juego para obtener un tesoro". También puede servir de ayuda realizar alguna actividad relajante, como escuchar música o leer algún libro, además de unificar horarios. "Si algún padre se levanta tarde por sus horarios de trabajo, sería recomendable que haga el paripé y se fuese a la cama al mismo tiempo que sus hijos".

Si bien, la psicóloga del Hospital Materno-Infantil Teresa Herrera de A Coruña puntualiza que no hay que forzar el sueño. "Si no viene el sueño, no pasa nada. Por eso nos estamos acostumbrando", indica. "Tiene que ser una tarea divertida en la que se embarquen todos con el objetivo de evitar discusiones a la hora de ir a la cama".

Rutinas, como cenar pronto, ducharse antes de ir a la cama para estar más relajados o leer un cuento, ayudan a crear hábitos de sueño saludable. "Eso siempre es positivo", señala Ana Pérez, pero también "hay que entender que los niños, por meterlos en la cama, no se van a quedar dormidos en media hora". Así, hay que ir poco a poco y entonces, "en una semana lo habrán conseguido", pero "para eso hay que ser muy sistemático".

Actividades extraescolares, una vía para escapar de la rutina

Jugar al fútbol, talleres de dibujo, clases de baile… Existen un sinfín de opciones para los más pequeños de la casa. Cualquier actividad extraescolar en la que los niños desarrollen su creatividad y su imaginación, además de socializar, es positiva. "Va a favorecer mucho el desarrollo de de su identidad y personalidad", asegura Ana Pérez.

"Eso sí, claro, que no haya una sobrecarga porque algunos niños tienen una agenda que ni la de muchos adultos", matiza Pérez, quien aconseja no duplicar actividades extraescolares y dar voz a los más pequeños para que sean quienes las elijan.

Escolar jugando un partido de fútbol

¿Cómo lograr que la vuelta al cole sea divertida?

Que un niño no tenga ilusión por volver al colegio puede ser señal de que algo está pasando. "El niño que tiene dificultades a la hora de socializar no va a estar a gusto en el colegio. Si los padres observan esas señales deben tratar de acompañarle y buscar soluciones".

"También es cierto que hay un porcentaje de niños que no quieren volver al colegio porque les cuesta estudiar. En esos casos, lo que hay que hacer es rebajarles ese temor a fracasar. Están en el colegio para aprender y sería bueno recordarles cuál ha sido su experiencia desde que comenzaron la etapa escolar", cuenta la psicóloga del Hospital Materno-Infantil Teresa Herrera de A Coruña.

"Los niños han aprendido a escribir, a leer, a sumar, a restar… Lo que ocurre es que a lo mejor tienen dificultades o van con un poco más de retraso que otros niños de su misma edad. Debemos desdramatizar esa situación", concluye a este respecto.

Lanzar mensajes positivos

Los rituales de preparación para la vuelta al cole siempre ayudan a retomar la rutina. "Normalmente no hay grandes dramas. Todos los niños están encantados por tener libros, bolígrafos y estuches nuevos", pero lanzar mensajes positivos puede aumentar su confianza.

Además de una buena rutina de sueño, la alimentación también es un pilar fundamental. "Muchos niños van a comedor y en ese sentido, es importante tratar de explicarles que son los hábitos saludables". "Debemos evitar caer en los métodos fáciles para alimentar al niño, no darle todo lo que le gusta por no entrar en discusiones, ya que a veces es una estrategia errónea".