Teatro del Andamio, la escuela de A Coruña que guía a los actores a través de las emociones
"El teatro ayuda a encontrar respuestas a las preguntas de la gente", asegura la directora de este centro al que acuden niños desde los cinco años
25 noviembre, 2023 05:00"El teatro es un sitio maravilloso para aprender". Así de contundente se muestra Tatiana Likhacheva, directora de la compañía coruñesa Teatro del Andamio, que lleva 21 años guiando a niños desde los cinco años en esta disciplina creativa que permite trabajar las emociones y aprender a través del juego, la improvisación y el cambio de roles.
El objetivo inicial era crear una escuela para enseñar teatro a partir de los cinco años, incluidos grupos de adultos, así como disponer de una sala en la que el alumnado pudiese actuar y en la que también se representan cada fin de semana dos funciones de compañías profesionales. El siguiente paso fue la creación de una pequeña compañía propia que permite mostrar los espectáculos más allá de A Coruña.
"Siempre las representamos porque el teatro es autor, actor y público. Nuestra escuela siempre muestra las obras", explica la directora del centro. Y es que todo lo aprendido a lo largo del año se escenifica ante el entregado público en el mes de junio en al menos dos sesiones a las que acuden familiares y amigos del alumnado, así como cualquier persona con interés por ver el trabajo realizado.
Teatro del Andamio trabaja fundamentalmente clásicos modernos, aunque los responsables de la escuela siempre se interesan por saber qué es lo que les apetece hacer a sus actores. "Los niños y los adolescentes tienen sus opiniones e intereses", indica la directora del centro, que añade: "Hacemos obras muy grandes porque cada alumno tiene que hacer un papel más o menos grande".
Likhacheva explica que, obviamente, no todos ellos van a ser protagonistas, pero sí que se trata de evitar que una persona tenga una sola frase en toda la obra. "El teatro es práctica: cuanto más te subes al escenario, mejor te va a ir porque vas a aprender actuando", indica Likhacheva, que concreta que la escuela cuenta actualmente con unos 90 alumnos repartidos en nueve grupos.
Socializar, trabajar en equipo o trabajar las emociones
"El teatro lo puede hacer gente de cualquier edad, y le viene muy bien porque tiene una capacidad enorme de trabajar muchas cosas relacionadas con nuestra vida diaria", explica Likhacheva. La directora de Teatro del Andamio enumera algunas ventajas de esta disciplina artística como aprender a hablar en público, a estar delante de los demás o a perder el miedo escénico.
Algo a lo que se suma la oportunidad de socializar, ya que el teatro es un trabajo en equipo que va más allá de la actuación: maquillaje, escenografía, música o vestuario forman parte de cada espectáculo. "Trabajar en equipo permite saber adaptarse al otro porque a veces hay que encontrar la forma de hacer las cosas bien con el otro", explica la directora del centro.
El teatro, además, trabaja las emociones. "El teatro ayuda a encontrar respuestas a las preguntas de la gente", comenta Tatiana Likhacheva, algo que se aplica no solo a la hora de representar las obras sino también de acudir a verlas. Y es que es importante levantar la mirada de las pantallas y disfrutar de espectáculos como los que ofrece esta escuela coruñesa.
"Antes de empezar la función pedimos que se apaguen los teléfonos porque el mundo puede esperar si no miramos la pantalla. ¿Por qué no compartimos algo con nuestros niños, algo que está en vivo y en directo?", explica Likhacheva, que concreta que tras los espectáculos tratan de dejar espacio al final para las preguntas del público, acercando todavía un poco más el teatro a la gente.
Y es que el teatro es compartir, un reflejo de la calidez de las relaciones humanas en el que las emociones están a flor de piel. Precisamente, todos los miembros de esta escuela y compañía comparten el proceso de creación del personaje, dejando que cada uno de ellos pueda aportar su punto de vista y creciendo a nivel personal y profesional.
Algo que se construye paso a paso sobre una base, de ahí también el nombre de Teatro del Andamio. "Un andamio es algo que tiene una base sobre la que se puede crecer: si ponemos bien la parte de abajo, la parte de arriba va a ir subiendo. Sobre una base de aprendizaje hay posibilidad de crecer", señala Likhacheva.
Los niños comienzan a ir a los cinco años
"Trabajamos con los niños a partir de los cinco años, porque los que son más pequeños todavía no tienen claro lo que es el teatro, la representación", indica Likhacheva. Teatro del Andamio tiene, por ejemplo, un grupo de cinco a ocho años y dos de ocho a 12, evitando mezclar edades muy diversas para favorecer que los pequeños interactúen y participen más.
La escuela también dispone de tres grupos de adolescentes. "Cuando encuentran algo que les gusta mucho son muy muy creativos, muy trabajadores y hacen unas cosas maravillosas", alaba Likhacheva, que añade que en Teatro del Andamio aprenden también dos grupos de adultos con edades comprendidas entre los 30 y los 70 años aproximadamente.
Un grupo muy especial es el formado por jóvenes que comenzaron a ir a la escuela con seis o siete años. "Ya estudian pero quieren seguir. Tienen mucha experiencia sobre las tablas, saben actuar muy bien, cosas muy complicadas. Algunos estudian algo relacionado con el teatro o directamente teatro", explica Likhacheva, que señala que con estos alumnos puede "experimentar muchísimo".