Rocío Chao es profesora de arte didáctica de la expresión musical en la Universidade da Coruña. Además, es la presidenta de la Asociación Didáctica de la Expresión Musical a nivel nacional. En resumidas cuentas, ha dedicado gran parte de su carrera profesional a poner en valor la música y todos sus beneficios.
Chao es una férrea defensora de la instrucción musical como un área multidisciplinar que ayuda a reforzar la actividad cerebral, pero también la destreza en otras ramas como la ciencia o la filología. En una conversación con Quincemil explica que hay un "gran desconocimiento" en la sociedad sobre la música, ya que generalmente se vincula con el arte, pero nunca con la ciencia.
No obstante, Rocío Chao defiende que la expresión musical es un campo de estudio de lo más complicado y nutritivo. Por ello, anima a niños y a adultos a adentrarse en el mundo de la instrucción musical. De hecho, este puede traer grandes beneficios en el desarrollo cerebral que se completa, sobre todo, durante la niñez y juventud.
¿Qué beneficios tiene la música para el alumnado?
Los beneficios son muy amplios. La instrucción musical contribuye a la formación integral del individuo, al desarrollo global de sus competencias básicas, a los procesos de cognición, percepción, atención, memoria, inteligencia, pensamiento y lenguaje...
Hay muchos estudios que nos indican también que mejora la concentración. Pero, además de esto, podemos mejorar también en determinadas áreas de conocimiento que tradicionalmente nos cuestan un poco más de trabajo.
¿A qué áreas se refiere?
Por ejemplo, a nivel matemático. Los beneficios de trabajar en conjunto música y matemáticas son increíbles. Lo mismo ocurre con el aprendizaje de las lenguas.
Podría estar hasta mañana hablando de los beneficios que puede traer realizar una formación musical temprana. Los beneficios son innumerables.
Sigue sorprendiendo escuchar que ramas tan distintas pueden darse la mano y ser tan complementarias.
Yo creo que el gran desconocimiento que tenemos sobre la música nos hace vincularla solo con el ocio y nos olvidamos de la parte educativa. Por eso sorprende tanto.
Cualquier persona que haya tenido unos conocimientos básicos de música y conozca una partitura puede darse cuenta de que música y matemáticas van unidas. La partitura es un lenguaje que, de por sí, incluye matemáticas. Nosotros tenemos que estar haciendo cálculos matemáticos constantemente. Dentro de cada compás tenemos las figuras y cada una tiene una proporción matemática que tenemos que estar calculando para tocar correctamente.
El lenguaje musical está sustentado por la matemática. Toda construcción armónica y parte de la melódica es matemática. Lo mismo ocurre con el ritmo y con el compás. De hecho, un investigador que se llama Gordon Shaw, en un estudio realizado en el 1993, demostró que cuando escuchamos música se desarrollaban los mismos circuitos cerebrales que utilizamos para realizar matemáticas.
"Cuando escuchamos música se desarrollan los mismos circuitos cerebrales que utilizamos para realizar matemáticas"
Y no solo con la matemática, también dice que música y lengua están íntimamente relacionadas.
Un aspecto interesante es la vinculación que tiene la música con el aprendizaje de una lengua extranjera. En música trabajamos con el sonido y lo primero que hacemos es trabajar la discriminación auditiva —capacidad que posee una persona para reconocer la intensidad de los sonidos—.
Esa discriminación auditiva no solo la ejercitamos para el trabajo de la música. En España uno de los problemas que tenemos tradicionalmente es el aprendizaje de lenguas extranjeras. Si preguntas al alumnado, normalmente, suele decirte que gramaticalmente no tienen problema en expresarse en otra lengua. Lo complicado es hablarla y comunicarse. ¿Por qué?, Porque no han desarrollado correctamente la discriminación auditiva y entonces oyen, pero no escuchan. No analizan el sonido y, por lo tanto, no lo reproducen bien.
Es un área multidisciplinar, entonces.
Totalmente. Otra de las ventajas que tiene la instrucción musical, y que también está demostrada científicamente, es que todos aquellos beneficios que se producen a nivel cerebral cuando hacemos una instrucción correcta desde una edad temprana permanecen en edades adultas en nuestro cerebro. La gente vincula la música a la rama creativa y artística del cerebro. Es decir, a un hemisferio en concreto. Sin embargo, nosotros no trabajamos solo un área cerebral, sino que trabajamos en el cerebro en conjunto.
Los científicos aluden al cerebro de los músicos como ejemplo de neuroplasticidad, porque estamos acostumbrados a trabajar todas las áreas y que nuestras conexiones sean múltiples.
"Los científicos aluden al cerebro de los músicos como ejemplo de neuroplasticidad"
Teniendo en cuenta el impacto de la educación musical en el desarrollo cerebral, ¿es recomendable empezar la instrucción a edades muy tempranas?
Si empezamos tarde la formación las limitaciones estarán en ámbito auditivo, ya que llega un momento en que es más difícil hacer el entrenamiento auditivo. El resto de las habilidades y de los beneficios que podemos tener pueden conseguirse aunque no se empiece en edad temprana.
Willems, un gran pedagogo musical, decía que debemos de empezar nuestra instrucción musical nueve meses antes de nuestro nacimiento porque el oído es el primer sentido que se desarrolla. Todos aquellos sonidos que escuchemos en el vientre materno ya nos van a estar condicionando.
No me diga que hay que ponerse a estudiar incluso antes de nacer.
(Risas) Bueno, a estudiar no, pero sí escuchar. Evidentemente, antes de nacer no podemos estudiar música, pero sí que todo aquel ambiente sonoro que rodea a la madre va a influenciar indirectamente en nuestro futuro. Entonces, conviene que nuestras madres, cuando están en periodo de gestación, no nos sometan a demasiado ruido.
Hablando de gestación, hay muchos padres y madres que ponen música a sus hijos desde que están en el vientre. Popularmente, se habla de los beneficios de la música clásica. ¿Cómo de real es esto?
Sobre eso también hay varios estudios. Por un lado, está el efecto Mozart y el efecto Tomatis. Pero también hay otros estudios que los contravienen. No hay una respuesta clara.
Lo que sí es cierto es que a mucha gente le causa mucha paz y tranquilidad trabajar con música clásica que esté muy bien estructurada. Un ejemplo, puede ser la de Mozart, que es rigurosamente y matemáticamente precisa, o el canto gregoriano, que suele dar mucha paz.
En mi caso, no soy capaz de trabajar con música porque a mí se me va la cabeza a escuchar y a intentar traducir todo eso y me distrae. Pero yo creo que es un problema personal porque los músicos estamos acostumbrados a analizar todo aquello que estamos escuchando.
"Los músicos estamos acostumbrados a analizar todo aquello que escuchamos"
¿Cree que debería incentivarse más la educación musical de los niños, por ejemplo, animándoles a aprender a tocar algún instrumento?
El aprendizaje musical es beneficioso para todo. Además, los músicos tenemos unas rutinas que nos ayudan a mejorar la concentración y atención. De hecho, también está demostrado que los músicos incrementan su materia gris.
En incluso a nivel de integración social, los beneficios son notables. Los músicos no solo tocamos o cantamos solos, también lo hacemos en grupo. El sentimiento de pertenencia y la responsabilidad que tienes al tener que saber tu parte para asegurarte de que el grupo y la pieza funcionen bien también es importante.