Consejos de una experta gallega para ayudar a los niños a recuperarse de los excesos navideños

Una de las principales características de las fiestas navideñas es la comida. Por norma general, se come en cantidades (bastante) mayores durante estas fechas, a lo que se añaden más dulces y productos azucarados típicos de Navidad como pueden ser el turrón, el roscón o los polvorones.

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Con el final de las fiestas a la vuelta de la esquina, toca ir pensando en volver a la rutina en todos los aspectos. Los más pequeños empiezan de nuevo las clases y las actividades extraescolares y los horarios se normalizan para todos, al igual que lo hacen las comidas, tanto en calidad como en cantidad. Pero, ¿cómo hacer esta transición? Responde Ana Prado, pediatra del CHUAC especializada en endocrinología.

La importancia de una rutina previa

"Es mucho más fácil si ya tienes la rutina previamente establecida", afirma Prado. La pediatra explica que se debe tener claro y hacérselo saber a los niños qué tipo de alimentos son aptos para un consumo habitual o diario y cuáles no. "Si tenemos clara esa base y venimos de unos buenos hábitos saludables bien establecidos", Ana Prado no considera que deba ser tan difícil volver a la rutina.

La situación se puede complicar "cuando tenemos muchos sobrantes de comidas y dulces de Navidad", por lo que su recomendación es la de "intentar comprar lo que se necesite para los días señalados que vayamos a consumir". El problema viene cuando este tipo de productos están disponibles desde meses antes de las fiestas, suponiendo un riesgo de que "lo acabemos metiendo en la rutina".

Sin remordimientos

"Creo que se puede aflojar un poquito. Pero hay que intentar mantener uno hábitos de comida sanos. Si comemos más fuera, intentar que no siempre sea todo a base de fritos o comidas más pesadas y, si sabemos que vamos a comer fuera, a lo mejor, hacer un desayuno un poquito más saludable, compensar con la merienda o la cena", explica Ana Prado.

Esta pediatra considera que es importante marcar una fecha para el cambio de hábitos y poner fin a los excesos navideños. Si no, "cuando lo vamos alargando, se nos va de las manos", aunque "hay días que son para la excepción, los vamos a disfrutar y no pasa nada, porque sabemos que va a ser una excepción y que no va a ser algo que se vaya a quedar en nuestra rutina, porque ahí sería cuando nos daría problemas".