"Valar Morghulis. Todos los hombres deben morir"
Con el final de Juego de Tronos ya es indudable que la legendaria serie basada en las novelas de George R. R. Martin ha convertido en célebres algunos escenarios auténticos que, si ya eran conocidos, ahora son verdaderos lugares de peregrinación para los numerosos fans de la serie. La regia Dubrovnik como Desembarco del Rey, San Juan de Gaztelugatxe como Rocadragón, el Puente Romano de Córdoba transformado en el Puente Largo de Volantis…
Es también el caso de The Dark Edges, un peculiar hayedo del siglo XVIII situado en Irlanda del Norte, donde la leyenda dice que habita un fantasma. En él se escenifica la huída de Arya de Desembarco del Rey por el Camino Real, que aparece en el capítulo 1 de la 2ª temporada de la serie.
Lo que seguramente no sabías es que en Galicia hay un espectacular túnel de árboles que bien podría figurar en la mítica serie por derecho propio. No está formado por hayas, sino por olivos, pero esto, en lugar de restarle belleza, lo hace aún más especial.
El Paseo de los Olivos es uno de los mayores atractivos que encontramos en el Pazo de Rivadulla, en Vedra, provincia de A Coruña. El pazo pertenece a la familia de los Marqueses de Santa Cruz de Rivadulla y fue construído en el siglo XVI. Aunque el edificio no contiene ninguna particularidad que lo distinga de muchos otros pazos de Galicia, el espacio natural que lo rodea es único. Hay fuentes, estanques y hasta una cascada, pero por encima de todo destacan sus espléndidos jardines.
Los Jardines del Pazo de Rivadulla son considerados por algunos expertos como uno de los espacios botánicos más fascinantes de Galicia debido a su diversidad, la riqueza de su flora y su gran valor paisajístico. La camelia es, sin duda, su flor estrella y sitúa a este pazo dentro de la Ruta de las Camelias al que pertenecen otros pazos gallegos. Las primeras camelias fueron plantadas hacia 1780 y el resto en el siglo XIX por Iván Armada y Fernández de Córdoba, VII Marqués de Santa Cruz de Rivadulla. También tiene muchas otras especies dignas de mencionar como magnolias gigantes o helechos australianos.
En la segunda mitad del siglo XVI se amuralló el recinto del pazo y se dividió internamente la propiedad. Así surgieron avenidas y paseos naturales para separar las parcelas de cultivo. Una de estas grandiosas avenidas es el mencionado Paseo de los Olivos, formado por más de 500 ejemplares de ramas entrelazadas, tan centenarios como el mismo pazo.
Su única función no era servir de linde natural, si no que los olivos también se utilizaban para producir aceite, actividad que cesó en el siglo XX.
Los olivos son tan esculturales que uno de ellos fue elegido en 2015 como el "Mejor olivo monumental de España", recibiendo el Premio AEMO. El jurado no sólo destacó la belleza del árbol premiado, también la del entorno que lo rodea. La estampa es de lo más bucólica y si hacemos coincidir nuestro paseo bajo el túnel de olivos con un día de niebla, nos sentiremos dentro de un bosque encantado donde, de un momento a otro, veremos aparecer algún trasno, el duende popular gallego.
El Paseo de los Olivos no es The Dark Edges, aunque nadie duda de que se le parece bastante, pero está mucho más cerca y brilla por sí mismo sin necesidad de compararlo con ningún otro bosque, aunque por su similitud con el de Juego de Tronos, no hemos podido evitar hacerlo.
El Pazo es privado, pero se puede visitar reservando cita en su web: http://www.pazoderivadulla.com/
Si nos quedamos con ganas de más escenarios naturales inspirados en Juego de Tronos, hay una arboleda similar a ésta, aunque menos espectacular, en la Illa de San Simón, en el Concello de Redondela: el Paseo dos Buxos, que nos conduce en un breve pero idílico trecho, hasta el mirador de la ría.