Verbenas, ferias y fiestas tradicionales se suceden durante todo el verano en las principales localidades gallegas. Los protagonistas: la cultura popular y la deliciosa gastronomía de Galicia.
Una de estas importantes fiestas gastronómicas tiene lugar el primer o segundo sábado del mes de Julio, dependiendo de la marea: es la Festa do Percebe do Roncudo de Corme, que celebra su 27ª edición este próximo sábado 6 de Julio. Está organizada por la Cofradía de Pescadores de esta pequeña localidad de Ponteceso y su primera edición fue en 1992. Los festejos comienzan a partir de las 11 de la mañana y se prolongan hasta la media noche.
Este codiciado crustáceo atrae a numeroso público, por lo que en las últimas ediciones el producto se agotó rapidamente. La degustación del percebe tiene como escenario el muelle, donde se colocan mesas y sillas para que los comensales puedan disfrutar con comodidad de este manjar de dioses con sabor a mar.
Aunque el protagonismo indiscutible de esta celebración lo tiene el percebe, otras actividades, como la verbena popular que hay al anochecer y distintos pasacalles, contribuyen al ambiente festivo que se respira ese día en el pueblo.
Obtener el percebe: toda una hazaña
Allí donde el mar bate con más fuerza es donde crecen los percebes. La calidad de este preciado marisco, que habita en las costas gallegas, varía según la temperatura del mar y la fuerza con la que las olas embisten a las rocas. Por este motivo coger percebes requiere una buena condición física y, sobre todo, mucha destreza para sobrevivir a los ataques caprichosos del mar.
Aunque vive pegado a las rocas, como los moluscos, el percebe pertenece a la familia de los crustáceos. Su parte comestible está cubierta por una piel parda oscura y dura que termina en una especie de uña dividida en varias capas o escamas. El pedúnculo carnoso o pie es lo que le permite adherirse a la roca, donde vive formando grupos o piñas.
El percebe se alimenta del fitoplacton que hay en el agua y que captura gracias a una especie de pluma filamentosa que emerge de su uña. Curioso, cuanto menos.
Cómo se prepara el percebe
La preparación del percebe es muy sencilla. El crustáceo se vierte en una olla con agua, sal y una hojas de laurel. Cuando el agua hierve se echa el percebe y se deja cocer durante cinco minutos. Existe una variante, que es la cocción con el agua misma del mar y que, según los puristas, es la forma correcta y más tradicional de cocinarlo.
Qué ver en Corme y alrededores
Si, tras degustar el delicioso percebe, todavía nos queda tiempo, podemos visitar el pueblo de Corme, pasear por su puerto y disfrutar de la sencilla vida marinera que destila esta pequeña localidad costera.
También podemos acercarnos a la famosa Pedra da Serpe, situada a la entrada del pueblo, en la carretera entre Gondomil y la Praia da Ermida.
Para obtener la mejor panorámica de los acantilados y la ría de Corme-Laxe, basta con subir hasta el Faro do Roncudo, a unos 3 kilómetros del puerto de Corme. O Roncudo se llama así por el fuerte roncar o batir del mar sobre las rocas. Es, sin duda, la mejor zona para coger percebes. Así lo atestiguan unas sobrecogedoras cruces blancas de piedra que parecen emerger del mismo mar, homenaje a los muchos percebeiros que perdieron la vida aquí mismo en el duro desempeño de su trabajo.
Si el tiempo acompaña podemos acabar la tarde a remojo en alguna de las playas de Corme: las de Ermida, Arnela y Osmo son las más conocidas, pero merece la pena acercarse a Balarés, a sólo 10 kilómetros, para conocer uno de los arenales más bonitos de A Costa da Morte, o visitar la cercana población de Laxe.