El municipio coruñés de Muros se sitúa en el extremo norte de la Ría de Muros y Noia, también conocida como Ría da Estrela, la más septentrional de las Rías Baixas gallegas. Con una superficie de 72,91 km cuadrados y una población de 8.556 habitantes, Muros pertenece a la comarca del mismo nombre y destaca por ser un municipio en el que la pesca, junto con el turismo estival, sigue siendo su principal medio de subsistencia.
Información de interés
Cómo llegar a Muros
Las principales vías de acceso para llegar a Muros son las carreteras comarcales AC-550 Ribeira-Cee y la AC-403. Es ésta última, la AC-403, que transcurre por el interior, la que comunica Muros con Mazaricos y la que permite llegar desde A Coruña y Santiago hasta Muros, dirección Santa Comba, a lo largo de los 100 kilómetros que separan Muros de la ciudad herculina.
Coordenadas GPS
42.776116,-9.057592
Razones para visitar Muros
Al encanto del casco histórico de “la Muy Noble, Muy Leal y Muy Humanitaria Villa de Muros”, lleno de intrincadas callejuelas, animadas plazas y rincones con encanto, se unen su puerto y su concurrido paseo marítimo. Además de sus espectaculares playas, Muros dispone de enclaves naturales tan importantes como la Laguna de Xalfas y el Monte Louro y un patrimonio arqueológico y etnográfico de interés para añadir el punto cultural a la visita, convitiendo a Muros en un municipio muy completo para disfrutar de un verano muy especial.
Mapa con los puntos de interés
En el siguiente mapa te mostramos los principales puntos de interés de Muros, siendo los señalizados en color azul pueblos, monumentos y lugares de interés cultural, en verde espacios naturales y en rojo restaurantes recomendados, además de otros atractivos.
Más información sobre Muros
10 planes y cosas que tienes que ver en tu visita a Muros
1. Vivir el ambiente de O Curro da Praza
Si hay un lugar que debes conocer en tu viaje a Muros ese es O Curro da Praza, su plaza principal y más céntrica y donde se reunen locales y turistas para comer, cenar o tomar algo, mientras los niños juegan libremente por la gran explanada que la rodea.
Aquí se encuentra el edificio del Concello y se concentran los restaurantes y terrazas más turísticos, siendo también uno de los principales puntos de acceso al magnífico casco histórico de la población.
2. Perderse sin rumbo por su decadente casco histórico
La villa histórica de Muros fue fundada en el siglo XIII por el rey Sancho IV el Bravo y declarada Conjunto Histórico en 1970. Casi la totalidad del pueblo es casco histórico, un laberinto de callejuelas que en su día cumplieron una función defensiva y que suben, bajan y serpentean y nos conducen a los puntos con más encanto de la localidad.
Lo primero que nos llama la atención son sus casas de piedra, que se acompañan en su mayoría de soportales y de balconadas hechas en hierro forjado y galerías acristaladas que se incorporaron en el siglo XIX siguiendo la moda de aquel siglo, características que comparten con las viviendas de otras villas costeras de Galicia.
A continuación hay que bajar la vista para contemplar su suelo empedrado que nos conduce paso a paso por algunas de las plazas más emblemáticas de Muros: la Praza da Pescadería Vella y la Praza do Cristo. La primera es una frecuentada zona de vinos y tapas, siendo la segunda conocida por el cruceiro coronado por la imagen de un Cristo, que preside la plaza.
Son numerosos los edificios religiosos que se reparten por la villa y el municipio, pues como en todo pueblo marinero la devoción religiosa es importante. Entre ellos destacan la antigua Colegiata de Santa María, el Santuario da Virxe do Camiño y la Igrexa do Carme en la parte alta.
No dejes de visitar su Mercado de Abastos, más por su ubicación que por su actividad, o lugares tan singulares como el Arco de Don Diego, un personaje ilustre que en el siglo XV creó el Hospitalillo de la Trinidad para atender a la gente sin recursos.
3. Recorrer su animado Paseo Marítimo
Con parte de terreno ganado al mar comenzó a construirse en Muros un gran proyecto que fue su Paseo Marítimo. El Paseo se ubica junto al mar y se extiende desde el puerto hasta la cercana parroquia de Serres bordeando todo el litoral costero de la villa.
Recorrerlo permite disfrutar del mar y la ría y al tiempo hacerse una idea de la arquitectura y fisonomía de Muros, enteramente construida en piedra, mientras vamos viendo sus soportales a lo lejos y algunas de sus plazas. Aquí encontramos la figura de A Vella, una gran escultura de Ramón Conde que representa a una anciana sentada mirando al horizonte, homenaje a las vidas perdidas en el mar y a las mujeres que esperaban en tierra a los marineros que salían a faenar.
4. Visitar su ajetreado puerto pesquero
Otro de los lugares imprescindible es cualquier villa marinera es su puerto, que en el caso de Muros es de dimensiones importantes, donde amarran un buen número de barcos de arrastre, palangreros, embarcaciones de bajura y barcas auxiliares para atender las bateas.
La producción pesquera recogida en su lonja es la más importante de la costa comprendida entre A Coruña y Ribeira, con merluza, pulpo, nécora y cigala como capturas principales, que pasan a ser servidas y disfrutadas por los visitantes en los mejores restaurantes de la zona.
5. Hacer alguna visita guiada por la localidad
El Concello de Muros organiza una serie de visitas guiadas muy interesantes para conocer la zona y sus costumbres. Consisten en rutas por la villa como “Muros vila de auga e sal” , que conduce al visitante por las calles y espacios que guardan la historia e identidad de un pueblo que vive ligado al mar. En estas visitas se muestra el patrimonio material atesorado por los muradanos a lo largo de los siglos y se narran historias y anécdotas a la vez que se descubren las tradiciones de Muros.
Otra de estas rutas guiadas es la llamada “Moita vida no areal”, organizada por la “Agrupación de Marisqueo a pé” de la cofradía de pescadores de Muros, en la que se explica a pie de playa, normalmente en la de Anido, en qué consiste el marisqueo con una demostración práctica.
6. Acercarse al Molino do Pozo de Cachón
A la entrada del pueblo de Muros y en la parroquia de Serres nos encontramos con un antiguo molino de mareas construido junto al río Valdexería en la segunda década del siglo XIX. Es el segundo molino más grande de Galicia y uno de los más importantes de Europa.
Fue aserradero, casa de baños y sufrió el abandono institucional hasta que en la década de los 90 comenzó su rehabilitación. Hoy es Centro Cívico y Cultural, y puede visitarse tanto lo que fue el antiguo molino como la sala de exposiciones temporales habilitada en el edificio anexo.
7. Conocer algunas de las playas más espectaculares de la ría
El pueblo de Muros dispone de una pequeña playa que podríamos llamar urbana y sirve a sus vecinos más próximos para refrescarse del intenso calor estival que suele hacer por la zona. Pero recomendamos ir más allá y descubrir otras playas próximas, pues la Ría de Muros y Noia puede presumir de tener algunos de los mejores arenales de la provincia coruñesa.
Entre ellos destaca la ya famosa Praia de Area Maior, que se encuentra en zona protegida y hasta hace poco era casi un secreto en la zona. La reciente e intensa promoción de esta playa la ha convertido en un punto obligado que visitar en cualquier viaje a Muros y alrededores, por lo que se ha protegido la zona de anidación de aves que la rodea con pasarelas de madera para que los bañistas eviten estropear los nidos.
Otra playa espectacular es Ancoradoiro, muy amplia y situada cerca de la anterior, con un cámping próximo y el Faro de Lariño, que pertenece a Carnota, rematando el arenal. En todo caso no será por playas en esta zona: la concurrida San Francisco en Louro, la acogedora y familiar A Vouga o la amplia Praia de Bornalle son algunos de los tesoros playeros que nos esperan en nuestra estancia en Muros.
8. No perderse (por nada del mundo) el Monte Louro y la Lagoa das Xalfas
Precisamente junto a la Praia de Area Maior nos topamos con dos de las joyas naturales de esta zona: el Monte Louro y las Lagoa de Xalfas. El Monte Louro se extiende entre la Praia de San Francisco y la Lagoa das Xalfas y con sus 240 metros de altura, que pudieran parecer escasos, es avistado desde toda la costa y desde los picos interiores de la comarca del Barbanza. Su importancia es tal que se ha considerado LIG o Lugar de Interés Geológico, y es inevitable compararlo con su hermano mayor, el Monte Pindo.
A sus pies se expande la Lagoa das Xalfas, un ecosistema en sí mismo que es hogar de todo tipo de anfibios, reptiles, pequeños mamíferos pero sobre todo de aves que aquí anidan entre la que destaca la “Píllara das dunas”, que se reproduce entre marzo y julio y es el motivo por el que se aplican medidas restrictivas en Area Maior durante esa temporada.
9. Muros y su riqueza arqueológica
En el Concello de Muros se encuentran distintas manifestaciones artísticas de los pueblos prehistóricos que poblaron la zona, que están desperdigadas por muchas de sus parroquias, con especial incidencia en las de Serres y Louro. Entre ellas cobra especial importancia el Petroglifo Laxe das Rodas, un conjunto de nueve figuras que incluye dos espirales y siete círculos concéntricos con grandes cazuelas en el centro.
Se cree que las dos espirales principales podrían representar un calendario, un altar de ofrendas para llamar a las buenas cosechas o incluso un conjunto de signos solares. Sea cual fuere su función, es uno de los relieves artísticos de la Edad de Bronce más importante de Galicia.
10. Explorar la Ría de Muros y Noia
Por último pero no por ello menos importante conviene prestar atención a los alrededores de Muros, pues estamos en una de las zonas más atractivas de la comunidad gallega. La Ría de Muros y Noia, también conocida como geodestino Ría da Estrela sorprende a quien la visita con villas señoriales como Noia, o enclaves únicos como el Castro de Baroña en Porto do Son.
Hacia el lado opuesto de la ría y ya fuera de ella, nos espera la Praia de Carnota, la más extensa de Galicia con sus 7 kilómetros de longitud y uno de los paisajes naturales más bellos de Galicia.
Emma Sexto