Ahora que ya conocemos las mejores cascadas coruñesas, lucenses y ourensanas, es hora de descubrir las de Pontevedra, que no por ser las últimas son menos importantes. Para nada. Su variedad y exuberancia te sorprenderán tanto como la belleza de las islas, playas o rías de la provincia más pequeña (aunque solo sea en tamaño) de Galicia.
- NORTE: De Pontevedra ciudad hacia el norte (Caldas, Deza, O Salnés y Terra de Montes).
- SUR: De Pontevedra ciudad hacia el sur (A Paradanta, O Baixo Miño. O Condado, O Morrazo y Vigo).
Norte de Pontevedra
La mitad septentrional de la provincia pontevedresa, vertebrada por el eje triangular entre Vilagarcía, Lalín y la capital del Lérez, sorprende por los enormes atractivos hídricos que repasamos en nuestra primera lista:
Cascadas del río Barosa (Barro)
El paisaje etnográfico que rodea las cascadas del río Barosa convierten este espacio natural en un auténtico miniparque temático de inspiración histórico-cultural. Los saltos del agua que da el río a su paso por A Maquieira, en Barro, se dejan abrazar por unos molinos muy bien conservados que dotan el lugar de un encanto inigualable.
Fervenza da Férveda (Silleda)
Junto a las Brañas de Xestoso cae la fervenza da Férveda sobre el río Escuadro, en el término municipal de Silleda. La cascada se precipita en dos breves tramos tras golpearse con dos peñascos sobrepuestos.
Fervenza do Pereiro (Poio)
El rego do Pereiro cae en cascada para ofrecer una de las postales naturales más atractivas de Poio, muy cerca de la ciudad de Pontevedra. Una vez allí, podemos aprovechar el día visitando Combarro, la capital del hórreo gallego.
Fervenza de Raxoi-A Ruxidoira (Valga)
El río Valga, que atraviesa la localidad homónima, sufre una caída junto a los molinos de Parafita bajo el nombre de Raxoi, alegrando el sentido a todos quienes se pasan por sus equipadas inmediaciones. El resonar de sus aguas también la hacen llamar A Ruxidoira.
Fervenza de Segade (Caldas de Reis)
El río Umia desciende acelerado sobre un largo pero moderado desnivel encauzado por rocas, dando lugar a la fervenza de Segade. A su margen, las ruinas de la antigua central hidroeléctrica decoran este rústico paraje de Caldas de Reis en donde a nadie le importaría perderse por un día.
Fervenza do Toxa (Silleda)
No podemos ocultar nuestra predilección por este majestuoso rincón en el que el río Toxa decide caer para formar un paisaje que muchos confundirían con Hawai, las Azores o Islandia. Pues es en Silleda donde se localiza esta cascada con piscina natural en la que nadie duda ni un segundo en bañarse.
Laxes de Rebón (Moraña)
El concello de Moraña también tiene cabida para unas ágiles fervenzas en las que cae el río Gundeiro, As Laxes de Rebón, ubicadas muy cerca de las ya mencionadas del río Barosa, en el vecino municipio de Barro.
Sur de Pontevedra
En esta segunda lista revisamos las caídas de agua de la mitad meridional de la provincia, con Vigo como centro neurálgico, que nada tienen que envidiar a sus hermanas norteñas:
Caldeiras de Parrelos (Covelo)
La fervenza de Parrelos, en Covelo, es producto de la caída del río Tea a su paso por la parroquia de Rebordechán. Allí se forma una poza o "caldeira" que da nombre a este íntimo lugar en el que reconciliarse con el mundo.
Fervenza de Bouzafría (Vigo)
La cascada de Bouzafría, situada a las afueras de Vigo, surtió de agua al molino do Buraco durante su actividad. Ahora sirve de espacio recurrente para desconectar del bullicio de la ciudad olívica.
Fervenza de Casariños (Fornelos de Montes)
Con forma de rocosa escalinata, la fervenza de Casariños es una de las más bellas de Galicia. Rematada en una agradable poza que invita irremediablemente al baño, el aspecto de la cascada se diferencia a simple vista del de cualquier otra, dotándola de una extraordinariedad que tan solo la barranqueira de Casariños ha sabido crear.
Fervenza da Feixa-Reboreda (Redondela)
A escasos metros del centro de Redondela se localiza la fervenza da Feixa, o Reboreda, junto a la cual es muy fácil caminar gracias a su inmejorable equipamiento. La cascada se halla perfectamente integrada en la vida del municipio, siendo uno de los mayores atractivos que en él se encuentran.
Fervenza de Liñares-Oitavén (A Lama)
El río que desemboca en la ría de Vigo se precipita con anterioridad, a la altura de A Lama, formando un espectacular paraje natural. Así, la fervenza de Liñares, o de Oitavén, da paso a una gran poza de agua cristalina en la que parece obligada la inmersión.
Pozas de Mougás (Oia)
A regueira do Foxo, a medio camino entre Oia y Baiona, se encapricha llorona para ofrecer una envidiable piscina natural a quienes se acercan por sus lares. Sin duda alguna, la paz y el relax están totalmente asegurados en las Pozas de Mougás.
Poza da Moura (Moaña)
El municipio de Moaña, en la península de O Morrazo, también cuenta con su propia poza: A Moura. Sus aguas proceden de la pequeña fervenza en la que se vierte el rego da Miñouva muy cerca de O Calvar.