El municipio coruñés de Carballo pertenece a la comarca de Bergantiños y está situado entre la comarca das Mariñas y la Costa da Morte. Con 186,09 km cuadrados y 31.349 habitantes, la situación geográfica de Carballo le permite estar fácilmente comunicada con las principales ciudades gallegas. Carballo tiene dos de los espacios más importantes de A Coruña: la zona fluvial del río Anllóns y el espacio natural de Razo-Baldaio.
Información de interés
Cómo llegar a Carballo
Para llegar a Carballo desde A Coruña hay que recorrer 35,8 kilómetros que se salvan cómodamente por la AG-55 en menos de media hora. Desde Vigo y Santiago por la AP-9 y desviándose a la altura de Noia; desde Lugo por la A-6 y partiendo de Ourense por la AP-53 o la AG-53.
Coordenadas GPS
43.212616, -8.688959
Razones para visitar Carballo
Etiquetado como un municipio sin apenas interés, Carballo destaca por su costumbrismo rural, que conjuga de forma muy acertada con novedosas representaciones artísticas en sus calles y con la belleza natural de sus espacios en los que siempre está presente el río Anllóns. Su zona litoral, con el espacio protegido de las marismas de Baldaio y la extensa playa de Razo, ideal para el surf, hacen de Carballo una de las zonas más interesantes de la comarca de Bergantiños.
Mapa con los puntos de interés
En el siguiente mapa te mostramos los principales puntos de interés de Carballo siendo los señalizados en color azul pueblos, monumentos y lugares de interés cultural, en verde espacios naturales y en rojo restaurantes recomendados, además de otros atractivos.
Más información sobre Carballo
10 planes y cosas que tienes que ver en tu visita a Carballo
1. Disfrutar del espacio natural de Razo y Baldaio
Allí donde el mar confluye con el agua de los ríos de sus alrededores se encuentra el espacio natural de Razo-Baldaio, una de las manifestaciones naturales más valiosas de Galicia, destacado humedal y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
Baldaio está unida a la gran playa de Razo por una sucesión de dunas de más de tres kilómetros, formando en su conjunto uno de los arenales más extensos de Galicia, con dunas que llegan a medir hasta 20 metros. Para conocer la zona se recomienda guiarse por los numerosos paneles interpretativos en los que se descubren al detalle todos los atractivos de este importante paraje natural.
Si Baldaio posee un rico ecosistema con una gran diversidad de fauna y flora, en Razo hay una auténtica playa fósil del Período Cuaternario y un espacio ideal para la práctica del surf.
2. Hacer una ruta por sus murales urbanos
Un moderno museo al aire libre. En eso se está convirtiendo Carballo en los últimos años gracias a iniciativas como Derribando muros con pintura, una iniciativa de arte urbano que pretende paliar el feísmo arquitectónico de los años 60 y 70 pintando murales en las paredes más deterioradas de la ciudad.
Desde que se pintó el primer mural en 2014, ya son 66 las obras de diversa temática que adornan con su colorido toda la localidad carballesa. Además, cada mes de mayo Carballo celebra el Rexenera Fest, su primer festival de arte público, en el que artistas de renombre internacional van dejando su huella por las paredes y creando verdaderas obras de street art.
¿Dispones de tiempo para hacer la ruta al completo? Accede al itinerario en este enlace.
¿Y si sólo tienes 60 minutos? En esta página te indican la mejor ruta para no perderte lo mejor de esta iniciativa artística.
3. Visitar el Museo de Bergantiños
Además de hacer una ruta urbana a pie por la localidad de Carballo, conviene visitar su Museo de Bergantiños, situado en la antigua cárcel del municipio. El edificio fue rehabilitado por el arquitecto Manuel Gallego Jorreto y hoy sirve como museo para acercarnos a la historia, la cultura y las costumbres de la comarca de Bergantiños.
El museo tiene varias salas dedicadas a la comarca y otra a la Costa da Morte, para dar a conocer los paisajes, tradiciones agrícolas, panaderas y la historia de Carballlo en general.
4. Comprar en su mercado o en la feria de los domingos
El mejor lugar para tomar el pulso a una localidad eminentemente rural como Carballo siempre es el mercado local, en este caso sus famosas ferias, que tienen lugar los jueves o domingos según temporada. En ellas encontrarás todo tipo de productos alimenticios del campo de proximidad, como hortalizas, frutas, verduras, huevos…
Y si Carballo tiene “alma feirante” también dispone de un mercado de abastos con modernas instalaciones, en el que encontrarás los mejores frutos de la tierra y el mar de Costa da Morte.
5. Pasear a la ribera del río Anllóns
El río Anllóns, en sus más de 54 kilómetros de riqueza fluvial, cruza Carballo y deja en el municipio bonitos rincones por los que pasear al aire libre. Uno de ellos es el Paseo Fluvial do río Anllóns.
El inicio de esta caminata a pie se encuentra en Laracha, junto al área recrativa de Gabenlle; es una ruta de poca dificultad apta para todos los públicos, que se prolonga por 5,7 kilómetros y tiene sentido circular. Se puede realizar por pasarelas de madera o bien por un camino a orillas del río y pasa por cuatro molinos rehabilitados: el Muiño das Pezas, el Muiño grande de Gabenlle, el Muiño de Tarrulo y el de O Formigueiro.
Al finalizar se puede descansar o comer en el área recreativa, ya que cuenta con zona de merendero, parques infantiles y aseos.
6. Explorar las fervenzas del municipio
Si te has quedado con ganas de más senderismo sigue leyendo porque Carballo tiene un gran patrimonio natural entre el que sobresale la Ruta das Férvedas (PR-G 142), que nos conduce por el interior del municipio para descubrir dos de las fervenzas (cascadas) más bonitas de la comarca: la Fervenza de Rus y la Fervenza de Entrecruces.
La ruta completa se puede hacer a pie, a caballo o en bicicleta y se prolonga por ocho horas, aunque es posible llegar a las proximidades de las fervenzas en coche y llegar hasta ellas caminando un par de kilómetros.
Tanto la fervenza de Rus (conocida también como Ramil) y la de Entrecruces (San Paio) caen sobre el desnivel en el terreno provocado por la Depresión Meridiana, una importante falla, uno de los fenómenos geológicos más relevantes de Galicia que la atraviesa desde el litoral carballés hasta Tui.
La ruta comienza en la localidad de Brea, famosa por su buen pan, y acaba junto a la fervenza de Entrecruces, donde el río Outón se precipita al vacío en una hermosa caída de más de 40 metros de altura. Obvia decir que la época de lluvias es el mejor momento para ver estas cascadas, pues van llenas de agua y el espectáculo visual está asegurado.
7. Descubrir sus pazos señoriales
Carballo fue antaño villa de aguas medicinales (todavía conserva un balneario de prestigio) y zona de asentamiento de grandes linajes como la familia Vilardefrancos o los Montenegro. Estas sagas familiares construyeron grandes casonas conocidas como pazos, los palacios gallegos.
En Carballo destacan los pazos de Vilardefrancos, del siglo XVI, el Pazo de Souto, que nació como vivienda de los Montenegro en el siglo XVII y acabó convertida en casa de turismo rural o el barroco Pazo das Pallas, también del siglo XVII, todos visitables.
Por último, el Pazo de Gontade, el pazo más antiguo de Carballo, edificado en el siglo XVI, emplazado en la parroquia de Ardaña y en el que se pueden ver los escudos nobiliarios de cada una de las familias que lo habitaron. Hoy sobrevive como casa de labranza, al igual que muchos otros pazos de la zona como el Pazo de Louride o Casal de Perros.
8. Subir a los mejores miradores de Carballo
El Monte Neme guarda, además de la polémica explotación minera con su laguna de color turquesa de alta toxicidad a la que está prohibido llegar, una zona de miradores de acceso permitido desde donde observar todo en Concello de Malpica y buena parte del de Carballo. Desde alguno de sus puntos más elevados se puede avistar Ferrol, a lo lejos. Con sus 386 metros, el Monte Neme es visible desde cualquier punto del municipio.
En Carballo encontramos también otros observatorios naturales como Santa Irene de Castrillón, situado cerca de la carretera de Razo a Baldaio, donde las vistas de la laguna parecen fundirse con el azul del Atlántico. Desde aquí se ve, en todo su esplendor, el punto natural más relevante de Carballo: el espacio Razo-Baldaio.
Desde Santa Mariña, otro mirador privilegiado en la cima de los acantilados, se ve Malpica y hasta Punta Langosteira en Fisterra.
9. Vivir alguna experiencia de turismo activo
Si la naturaleza es la dueña y señora del municipio, es obvio que las actividades que están en contacto con ella, con la montaña, con el mar, son de especial interés en la zona. Y es que Carballo ofrece a sus visitantes una amplia oferta de ocio activo desde su ayuntamiento: surf, rutas a caballo, golf, paintball, tiro con arco…
No hay duda que la playa de Razo es uno de los reinos del surf en Galicia, pues su continuo oleaje es idóneo para la práctica de este deporte, sobre todo entre los meses que van de septiembre hasta abril, cuando las mareas que vienen del Atlántico, principalmente de las Azores, descargan con fuerza sobre las costas gallegas. A lo largo de todo el litoral carballés encontrarás varias escuelas y campamentos de surf, que combinan el aprendizaje de este deporte con otras actividades como el yoga.
10. Más cosas que ver en Carballo y alrededores
En las inmediaciones de Carballo encontramos distintas poblaciones de interés como Laracha o Coristanco, con su costumbrismo rural de interior, Buño con su famosa cerámica y ya en la costa, la población de Malpica, con su paseo marítimo, su Ermita de Santo Hadrián y las enigmáticas islas Sisargas.
Entre Carballo y Coristanco encontramos el Ponte Lubiáns y en el vecino municipio de Coristanco, otro de los increíbles espacios que nos regala el paso del río Anllóns por la comarca de Bergantiños: el Refuxio de Verdes.
Emma Sexto