La tirolina más grande de Galicia está en Mazaricos y tiene vistas al Monte Pindo

Una tirolina de 330 metros de longitud y 77 de altura en Mazaricos (A Coruña) es la más grande de Galicia y forma parte de un parque multiaventura gestionado por la empresa Naturmaz. Esta privilegiada instalación es apta para todos aquellos ávidos de adrenalina y experiencias diferentes y durante el recorrido, que dura entre 14 y 20 segundos, las vistas son inmejorables: desde el valle de la zona de Dumbría hasta el Monte Pindo en el horizonte.

Esta atracción ya ha cumplido una década y se apostó por ella porque en las instalaciones una tirolina más pequeña que había anteriormente causaba furor entre los visitantes. Además de eso, según los responsables de la iniciativa, el propio terreno también se prestaba a una actividad como esta y lo vieron como la mejor forma de unir la parte alta del monte con la baja. "Es muy accesible para cualquier persona, solo hay que dejarse llevar", recomiendan desde Naturmaz, a la vez que comentan que el momento de mayor adrenalina se vive en el momento del salto.

Paseo breve en un entorno único y circuito de altura

El paseo es breve, ya que las poleas que limitan la velocidad de la tirolina a 20 metros por segundo provocan que en un abrir y cerrar de ojos este original viaje llegue a su fin, pero no sin antes ver el aeródromo del que dispone el complejo desde las alturas o intentar divisar la costa en la lejanía. Los que padezcan de vértigo también pueden animarse a esta actividad porque sus responsables comentan que "no hay referencia espacial vertical" y para poder probar la tirolina son necesarios grupos de mínimo cuatro personas que contarán con al menos dos monitores para ayudar en todo el proceso.

Naturmaz dispone de paquetes de aventura en los que por aproximadamente 50 euros se pueden realizar otras experiencias disponibles en las instalaciones como tiro con arco, escalada, rocódromo, actividades acuáticas o incluso paintball (entre otras). Una de las más arriesgadas es el circuito de altura, ubicado en una zona cubierta y en la que los usuarios deberán superar una serie de puentes colgantes situados a cinco metros de altura. Además, en el complejo organizan campamentos de fin de semana para que los clientes puedan probar todas las actividades que forman parte de su catálogo.

Adaptación a la pandemia y futuro albergue de turismo activo

Debido a las limitaciones de movilidad por la crisis sanitaria en Naturmaz han notado un repunte de los usuarios y todas las instalaciones siguen los protocolos sanitarios. En concreto en la tirolina es obligatorio el uso de la mascarilla sobre todo en el momento de saltar y de llegar al fin del recorrido, durante el trayecto los responsables de la instalación permiten retirarla porque el usuario realiza la actividad solo.

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Uno de los proyectos de futuro que contempla el equipo de Naturmaz para 2021 es crear un alojamiento de turismo activo con bungalows a 200 metros de sus actuales instalaciones, algo en lo que tienen depositada ilusión al considerarlo "un proyecto novedoso en un entorno maravilloso".