La Galicia vaciada. Así podríamos llamar a este fenómeno de despoblación que cada año suma más pueblos y aldeas a la lista gallega de lugares donde ya no habita ni un alma. Son más de 4.000 aldeas en estado de abandono y la Xunta, en plena operación de rescate del medio rural, trabaja en un catálogo informatizado en el que poner en contacto a propietarios y compradores interesados en rehabilitar y repoblar estas zonas deshabitadas. 

Lo cierto es que en Galicia los núcleos rurales están muy dispersos, la población muy envejecida con una esperanza de vida alta y una media de edad elevada que no para de crecer (en 2020 se situaba en 45,59 años para los hombres y 48,77 años para las mujeres) y la juventud suele abandonar el campo en pro de la vida urbana, con mayores oportunidades laborales. Todos estos factores contribuyen al éxodo del medio rural, que echa el cerrojo en cuanto fallecen sus últimos habitantes. 

Hay miles, pero estos son algunos ejemplos de aldeas abandonadas de Galicia, muchas de ellas en emplazamientos bellísimos a las que merece la pena acercarse para contemplar la riqueza etnográfica de la Galicia despoblada.

Aldea da Barca, Ourense

Aldea da Barca (Foto: Idealista.com)

Con 12 casas y 15.000 metros cuadrados, las ruinas da Aldea de A Barca (click para ubicación) se encuentran en Cortegada, Ourense, a poco más de 12 kilómetros en coche de Ribadavia. Parece mentira, pero esta misteriosa aldea fue en su momento un importante centro de comunicaciones de la zona, al pasar por ella el Camino Real que conducía a Castilla. En este punto las barcas cruzaban el río Miño transportando mercancías y personas, de ahí el topónimo A Barca

Arufe, Pontevedra

Aldea de Arufe (Foto: Emma Sexto)

Otra aldea de alto valor etnográfico por las numerosas muestras de cantería que en ella se conservan es la aldea de Arufe, en Cotobade, centro geográfico de la provincia pontevedresa. Es una pequeña aldea deshabitada desde mediados del s. XX de la que sólo quedan restos en piedra: palomares, hórreos, maltrechas viviendas invadidas por la vegetación y alguna que otra fuente. 

Para llegar a ella hay que situarse junto a la Igrexa de Loureiro y caminar unos 150 metros hasta alcanzar un robledal que da paso a la vieja aldea.

Aldea Vella de Vichocuntín, Pontevedra

Ponte de Vichocuntín (turismo.gal)

Uno de los lugares más conocidos de Galicia dentro de este peculiar turismo de lugares abandonados es la aldea de Vichocuntín, situada en el concello Cercedo-Cotobade y poblada entre los s. XVIII y mediados del s. XX. Por aquí pasaba el camino primitivo que unía Ourense con Pontevedra. 

Una senda empedrada nos conduce hasta los restos de la deteriorada población, rodeada por árboles y cubierta de verdín. De nuevo hallamos los elementos más característicos de la arquitectura popular gallega, si bien en estado ruinoso: hórreos, un palomar, un molino y las viviendas en las que aún se puede observar la lareira en su interior. Muy cerca está el Ponte de Vichocuntín sobre el río Lérez.

Casas da Fraga, Pontevedra

En la espesura de una pequeña fraga, muy cerca de la parroquia de Beade, se hallan los restos de lo que pudo haber sido una aldea fundada en el s. XVI, ya que hay algunas referencias a la misma en el Archivo de Tui: las Casas da Fraga. 

Lo mejor para localizar la aldea es situarse en Mourelle y comenzar a seguir el llamado Roteiro do río Eifonso, que además nos llevará hasta la pequeña Fervenza de Bouzafría.

Sona, Ourense

En O Carballiño, donde se degusta uno de los mejores pulpos del interior de Galicia, y en la parroquia de Partovia nos topamos con la pequeña aldea de Sona, un enclave abandonado en el que aún podemos apreciar algunas de las casas construidas en roca caliza y que todavía conserva su antiguo encanto.

O Salgueiro, Ourense

O Salgueiro (Foto: Shutterstock)

El Parque Natural do Xurés guarda una de las joyas etnográficas abandonadas en mejor estado de Galicia, adquiridas por la Xunta para su rehabilitación como conjunto de interés cultural, un proyecto que quedó en el olvido, como la misma aldea, tras una inversión de tres millones de euros. 

La aldea de O Salgueiro, en Muiños, abandonada en el s. XX debido al fenómeno migratorio, conforma un núcleo compacto formado por 45 casas de piedra típicas de montaña, de las que algunas aún mantienen sus balconadas de madera. 

Es importante saber que para visitar esta aldea es imprescindible una autorización emitida por la sede del Parque Natural do Xurés, en Lobios. La Ruta de Torrente Salgueiro, PR-G 217, nos lleva por su entorno natural.

Otras aldeas abandonadas de Galicia

Hay muchas otras aldeas olvidadas en Galicia que se pueden visitar libremente, aunque con precaución, sin acceder a las viviendas por evidente peligro de derrumbe, como la aldea de Arcos en Ourense o Trabazos, en Arbo, Pontevedra. 

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/