Porto de Espasante (Foto: PepedoCouto vía Wikimedia)

Porto de Espasante (Foto: PepedoCouto vía Wikimedia)

Escapadas

Porto de Espasante, las Rías Altas más desconocidas

En la Ría de Ortigueira se encuentra uno de los secretos mejor guardados de Galicia: Espasante, un pueblo de tradición marinera que alberga en frasco pequeño la mejor de las esencias.

16 julio, 2021 06:00

San Xoán de Espasante, más conocida como Espasante o Porto de Espasante por el protagonismo de su puerto, es un pequeña parroquia del municipio de Ortigueira que se esconde entre los acantilados de Loiba y la misma villa de Ortigueira. 

Pero que Espasante pase casi desapercibida ante tanta maravilla natural que la rodea no significa que deba dejarse de lado. Es más, Espasante merece una buena parada en cualquier ruta por las Rías Altas coruñesas que busque deleitarse con la belleza de lo sencillo y lo cotidiano. Todo esto y mucho más es lo que se puede ver y hacer en Espasante, la pequeña joya de la Ría de Ortigueira. 

Espasante, un pueblo marinero

Puerto de Espasante (Foto: Turismo de Galicia)

Puerto de Espasante (Foto: Turismo de Galicia)

Los vecinos y vecinas de Espasante llevan en la sangre el espíritu marinero y tatuado en la piel el sabor a mar. De amplia tradición pesquera, el núcleo marinero cuenta con un muelle que concentra gran parte de la pesca del municipio y constituye uno de los motores económicos más importantes de Ortigueira. 

Situado en la ensenada de Santa Marta, las principales capturas de las embarcaciones con base en el puerto de Espasante son la merluza o el pez espada, especies que suelen acabar en las lonjas de A Coruña o en las más cercanas localidades de Burela o Celeiro. 

Barrios de Espasante (Foto: Turismo de Galicia)

Barrios de Espasante (Foto: Turismo de Galicia)

Como en todo buen pueblo costero, las viviendas de Espasante se disponen en línea mirando hacia el mar, formando una imagen de lo más evocadora. Pasear por Espasante no tiene misterios, pero sí mucho encanto, y permite disfrutar de sus barrios marineros y de su costumbrismo, además de algunos monumentos como la Iglesia de San Xoán, que destaca, más que por su valor arquitectónico, por su retablo interior. 

Son dos los lugares de interés etnográfico de imprescindible visita en las inmediaciones del pueblo. El primero, el Castro de Punta dos Prados, al que se accede en un bonito paseo una vez pasado el puerto, y del que quedan apenas unas cuantas ruinas. Sin embargo, sigue mereciendo la pena subir hasta el yacimiento castreño, que ofrece unas vistas espectaculares de la ensenada de Espasante. 

Garita da Vela (Foto: Turismo de Ortigueira)

Garita da Vela (Foto: Turismo de Ortigueira)

Prolongando el paseo desde el castro encontramos el segundo lugar recomendado: es la Garita da Vela, una antigua construcción de piedra que servía de refugio a los vigías desde el s. XVIII para detectar cualquier posible ataque por mar sin ser vistos por el enemigo. De nuevo, la panorámica hacia Espasante y la ensenada de San Antonio, más que el elemento arquitectónico en sí, es la que justifica el paseo hasta la garita. Alineada con la Garita de Herbeira y con el Semáforo de Bares, A Vela formaba un completo sistema de señalización y vigilancia marítima en estas recortadas y peligrosas costas. 

Playas de Espasante, la joya de la corona

 Playa de la Concha (Foto: Turismo de Galicia)

 Playa de la Concha (Foto: Turismo de Galicia)

Son tres las playas que pertenecen a Espasante y constituyen el mayor atractivo turístico de la zona. La primera y más relevante debido a su extensión es la Playa de La Concha, en el frente de la localidad de arena fina y dorada y con forma semicircular que da lugar a su nombre. Perfecta para el baño por estar bastante recogida, La Concha es un arenal familiar para disfrutar del baño, del paisaje y de la cercanía del pueblo de Espasante. 

Pasando el puerto y próxima a la cetárea se encuentra la Playa de Orbeiro, conocida popularmente como Playa de Santa Cristina o Praia dos Namorados, pequeña y acogedora, donde se encuentran unas escaleras de madera que llevan directamente al castro. Por último, abriéndose hacia el Atlántico, está la Playa de San Antonio (San Antón), cercana a la capilla del mismo nombre, de casi 500 metros de longitud, que por los servicios y calidad de sus aguas dispone de Bandera Azul y es una de las playas más concurridas de Ortigueira.

“O Porco Antón”, todo un símbolo de Espasante

Monumento al Porco Antón (Foto: Turismo de Ortigueira)

Monumento al Porco Antón (Foto: Turismo de Ortigueira)

Espasante es un pueblo tradicional y como tal pone especial mimo en preservar sus usos y costumbres. Su tradición más curiosa nos lleva hasta la historia del llamado Porco Antón, que comenzó en el s. XVIII cuando los vecinos intentaban reunir fondos para construir la Capilla de San Antón. Para ello decidieron criar un cerdo entre todos y rifarlo

Y así nació Antón, un cerdo al que cada año los vecinos cuidan entre todos, que se puede ver con frecuencia suelto por las calles de Espasante y que tiene su propio monumento en la plaza del pueblo. Con lo recaudado, se celebran las Festas de San Antón, aunque lo cierto es que el simpático animal se ha convertido en un reclamo turístico más de Espasante

Alrededores de Espasante: Ortigueira y Loiba

Acantilados de Loiba  (Foto: Turismo de Galicia)

Acantilados de Loiba  (Foto: Turismo de Galicia)

Porto de Espasante es el perfecto punto de inicio para recorrer una costa del todo fascinante. Hacia el oeste se puede visitar la sorprendente villa de Ortigueira, la Ría de Ortigueira e Ladrido y seguir ascendiendo hacia Cariño y el Cabo Ortegal. 

Tomando dirección este, bien caminando o en coche, se alcanzan los magníficos y ya famosos acantilados de Loiba y su Mejor banco del mundo, se sigue ruta hacia Esteiro y sus playas y se finaliza en Estaca de Bares. Curiosamente es entre estos dos espectaculares cabos, Ortegal y Estaca de Bares, donde hallamos uno de los rincones más bellos e indómitos de las Rías Altas

Por último, no olvides probar la gastronomía de la zona en una comunidad, Galicia, en la que comer es casi una religión. 

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/