Aunque resulte difícil de creer, todavía quedan lugares poco concurridos en Galicia. Y muchos. Algunos perdidos en el interior de comarcas marcadas por la costa, otros en los extremos de la comunidad o en espacios naturales remotos a los que llegar se torna más complicado. Unos son conocidos, pero poco visitados debido a su aislamiento; de otros, apenas saben de ellos sus habitantes.
Te recordamos algunos de los rincones menos visitados de Galicia, para que tomes nota y rompas con las estadísticas.
1. Mariña Central, Lugo
Seguro que te suena Ribadeo y que has visto más de una vez la famosa Playa de las Catedrales pues la Mariña Oriental lucense es una de las zonas más turísticas de Lugo. Pero ¿y la Mariña Central?
Desde la población marinera de Burela con su puerto y lonja hasta el municipio de Foz, con su amplia Playa da Rapadoira y su peculiar Castro de Fazouro junto al mar, pasando por el caso antiguo de Mondoñedo, de origen medieval, esta parte de La Mariña es una agradable sorpresa tras otra.
A estos lugares se suma la naturaleza desbordante de la Serra da Xistral en tierras de O Valadouro; todos ellos convierten a esta zona de Galicia en un imprescindible de la provincia de Lugo.
2. A Fonsagrada, Lugo
Otra asignatura pendiente es A Fonsagrada, que alberga en su extenso territorio zonas de montaña en las que las aldeas de piedra parecen haber quedado ancladas en otro siglo, como la Aldea de Fonfría o Veiga de Arroxo, regadas por caudalosos ríos que en su caída hacia los valles forman cascadas tan espectaculares como la Seimeira de Vilagocende.
Sólo por esta merece la pena acercarse a A Fonsagrada, acompañando la visita de un buen cocido o un delicioso plato de setas recolectadas en sus bosques, pero la verdad es que hay más riqueza natural en el municipio fonsagradino: el Mirador de Arexo, el Alto do Acevo y las rutas de senderismo que llevan al caminante a orillas del río, por bosques de ribera, molinos centenarios y paisajes que son un auténtico espectáculo.
3. Terras de Santiago, A Coruña
Lejos del litoral costero, en Terras de Santiago predominan ríos, lagunas y cascadas, además de bellos parajes naturales como el Sistema Fluvial Ulla-Deza, en el que destacan la Fervenza do Toxa, la más alta de Galicia con 70 metros de caída, además de la Lagoa de Brañas de Valga o la Serra do Careón.
Rutas de senderismo como la Ruta de Xoán da Cova en Vedra o la de Fervenza das Hortas en Arzúa, además de la confluencia de hasta 8 variantes del Camino de Santiago en la zona, promueven este destino como perfecta escapada rural. No sin renunciar a las aldeas con Ponte Maceira a la cabeza, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, al patrimonio monumental de ciudades como Santiago de Compostela (la excepción de esta lista a los lugares menos visitados de Galicia) o villas históricas como Padrón.
El queso de Arzúa-Ulloa, los pimientos de Padrón o los melindres de Melide, son otros motivos de peso, esta vez gastronómicos, que acabarán por convencerte de visitar Terras de Santiago.
4. La Costa da Morte interior, A Coruña
Sin duda una de las zonas más conocidas de la provincia de A Coruña es la Costa da Morte, cuyo nombre responde a los numerosos naufragios acaecidos en esta zona en los últimos siglos. Son famosos enclaves como Fisterra, Muxía, Camariñas o Carnota pero dentro de sus 17 ayuntamientos Costa da Morte también cuenta con varios enclaves de interior, como Mazaricos, Zas o Coristanco.
No hay que menospreciar su belleza, ya que en Zas encontramos senderos tan bucólicos como la Ruta da Auga y e imponentes pazos como las Torres do Allo, mientras que en Mazaricos nos esperan grandes opciones de turismo activo, una naturaleza desbordante en la Ruta das Fervenzas y unos simpáticos “pasos de vaca” que sustituyen a los habituales pasos de cebra, tratando de reivindicar la fuerza de la tradición agrícola y ganadera de la zona.
Coristanco, por su parte, ofrece como visita estrella el Refuxio de Verdes, un paraje natural a las orillas del río Anllóns con área recreativa, molinos y muchas sendas que recorrer.
5. Comarca Baixa Limia y Serra do Xurés, Ourense
Estamos ante uno de los enclaves de mayor interés natural, paisajístico y etnográfico de Galicia y, sin embargo, de los menos visitados. La Baixa Limia y el Parque Natural Serra do Xurés combinan montaña y embalses que permiten elegir al visitante entre rutas de senderismo o actividades náuticas en las presas de As Conchas, Salas y Lindoso. En un completo recorrido por la zona hallaremos también restos del paso de los romanos por estas tierras, vestigios del megalitismo, iglesias románicas y encantadoras aldeas como Bande.
Muy próximo a Lobios hallamos el sorprendente complejo arqueológico romano Aquis Querquennis y su Centro de Interpretación, formado por uno de los campamentos militares más importantes excavados en la Península Ibérica, una mansión viaria que hacía las veces de posada y unas termas al aire libre situadas en un bucólico rincón. Por aquí pasaba la Vía Nova o Vía XVIII, una calzada romana que unía Braga con Astorga.
Lo acompañan unas termas romanas de uso público, probablemente uno de los enclaves más frecuentados de estas tierras poco conocidas para el gran público.
6. Parque Natural O Invernadeiro, Ourense
Es uno de los espacios naturales más desconocidos de Galicia, quizá por su situación algo aislada, en el Macizo Central Ourensano, o porque poca gente lo visita, dado que es necesario tramitar un permiso especial para acceder a él. Lo más característico de O Invernadeiro es que no existen asentamientos humanos en todo el área natural. Todo es naturaleza en él y tanto flora como fauna permanecen ajenas a la influencia del hombre en su entorno.
O Invernadeiro goza de una gran diversidad paisajística, con milenarias montañas que superan los 1.500 metros de altitud en los límites del parque. Estas sierras son el hábitat de especies salvajes comandadas por el lobo y algunas de sus presas, como corzo, jabalíes o armiños, y especies de río como la marta, que nada libre en los cauces de la Ribeira Grande y Ribeira Pequena.
Glaciares, cascadas, cañones de río y rutas de observación de fauna autóctona son algunos de los alicientes de este desconocido parque natural gallego.
7. Parque Natural Serra da Enciña da Lastra, Ourense
Y otro parque natural, el de Serra da Enciña da Lastra, también en Ourense, en concreto en la Comarca de Valdeorras, también poco frecuentado quizá por la especial ubicación de esta comarca, algo alejada de casi todo.
Con 3.151,67 hectáreas, el Parque Natural Serra da Enciña da Lastra es un espacio natural extraordinario por su especial clima de tipo mediterráneo, sus suelos calizos y el protagonismo de un árbol con historia propia, la encina. También está poblado por otras especies arbóreas de tipo mediterráneo, como alcornoques, almendros y olivos, además de castaños, árboles que trajeron los romanos con la invasión de la antigua Hispania y la intensa explotación minera que llevaron a cabo en toda la provincia ourensana.
Además de tener una vegetación peculiar, en Enciña da Lastra habita también una fauna muy atípica, con especies poco frecuentes en el noroeste de la Península Ibérica, entre las que destacan las aves propias de medios rocosos como las rapaces. El halcón peregrino y el águila real hacen sus nidos en estos parajes, convirtiendo la sierra en un interesante refugio ornitológico, declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
El parque puede recorrerse fácilmente en coche, lo que nos da la oportunidad de conocer algunas de sus aldeas tradicionales, como O Real o Robledo da Lastra, pero también es posible hacer varias rutas a pie, entre las que sobresalen la Ruta por el Valle del Sil que parte de Vilardesilva y la Ruta a la Ermita de Santo Estevo.
Emma Sexto