A unos días del puente de diciembre, todavía estás a tiempo de preparar una escapada de unos días por Galicia. Ciudades termales, pequeñas aldeas y casas rurales de montaña se perfilan como planes vencedores para alejarse de la rutina antes de entrar de lleno en el bullicio navideño.

Cambados, vino y luces navideñas

Cambados (Fuente: Turismo Rías Baixas)

Nos vamos hasta las Rías Baixas para conectar con la esencia de piedra de una de sus localidades más emblemáticas. Cambados es conocida a nivel mundial por la calidad de su vino y la Fiesta del Albariño, pero presenta un casco histórico poco común en las ciudades de su tamaño, compacto y lleno de casas señoriales, pazos y museos de interés. 

Su pazo más importante es el que encontramos en la plaza del mismo nombre, la más destacada de Cambados. El Pazo de Fefiñáns es uno de los más emblemáticos del patrimonio artístico gallego. Se construyó en el s. XVI, por obra y gracia de Juan Sarmiento Valladares, consejero de Felipe II, y combina de forma magistral el Renacimiento con el Barroco gallego. De su diseño original se hicieron varias reformas con añadidos, en especial en el s. XVII, encargados por Gonzalo Sarmiento de Valladares, vizconde de Fefiñáns, hasta que pasó a manos de sus actuales dueños, descendientes de los marqueses de Figueroa. 

Una visita imprescindible en el pazo son sus cuidados jardines, en los que encontramos los restos de un laberinto del s. XVIII y la bella Fuente del Pez rodeada de un gran estanque.

Otro aliciente para acercarse a Cambados son las catas de vino que pueden realizarse en sus numerosas bodegas y su gastronomía típica que conviene saborear en las zonas próximas a la Plaza de Fefiñáns. 

Pero además Cambados luce en estas fechas unas espectaculares luces navideñas y una aldea de Navidad en Fefiñáns que lo convierten en un destino muy recomendable para visitar en diciembre. 

Compostela, uno de los planes más completos para el puente de diciembre

 Vistas de Compostela (Fuente: Cidade da Cultura)

Si hay una ciudad gallega que merece la pena visitar en cualquier época del año esa es Santiago de Compostela, nuestra capital. Toda ella es casco histórico, en gran parte medieval, que debe caminarse con calma para descubrir los sorprendentes rincones que ofrece. El buen ambiente en su principal plaza, el Obradoiro, está garantizado por la presencia de peregrinos que alcanzan Compostela recorriendo el Camino y por los músicos tradicionales que tocan en sus plazas, hay exposiciones de arte constantemente y además, como en toda Galicia, se come muy bien.

Además de visitar sus principales monumentos, como la Catedral y las plazas que la rodean, no dejes de acercarte al Mercado de Abastos y de comer en alguno de sus puestos: es una de las zonas foodie más recomendables de la ciudad. 

Y si llueve, no te preocupes. La lluvia sobre piedra hace más mágicas aún las calles de Compostela. Hazte con un paraguas y pasea por el casco histórico, siempre hay rincones que descubrir. 

Si la lluvia no es lo tuyo, entra en algunos de sus museos, como el Museo do Pobo Galego, un referente etnográfico, donde encontrarás una escalera triple helicoidal única en el mundo. A las afueras de la ciudad se encuentra la Cidade da Cultura, conocida como “el Gaiás”, uno de los espacios multidisciplinares más valorados y todo un icono de la cultura gallega. ¿Todavía no has ido al Gaiás? Aquí te dejamos una completa guía para que lo conozcas. 

También puedes tomar como base la ciudad para conocer Terras de Santiago, un geodestino unido al Camino de Santiago con una especial gastronomía en el que sobresalen sus espacios fluviales y "fervenzas" y sus aldeas históricas como la popular Ponte Maceira, uno de los pueblos más bonitos de España. 

Ribadavia y sus termas

Termas de Prexigueiro (Fuente: Turismo de Ourense)

En tiempos de los celtas, los primeros pobladores de Ribadavia, se descubrió el potencial de Ribadavia como tierra de minas, oro y aguas termales ricas en minerales, siendo en la actualidad uno de los centros termales más importantes de Galicia. 

Además de este atractivo Ribadavia cuenta con muchos otros, desde su Castillo de los Sarmiento hasta su histórico Barrio Judío, donde el tiempo parece haberse detenido en cada una de sus callejuelas. 

Ribadavia también es zona de viñedos, que se disponen sobre valles y laderas y dan como fruto uno de los caldos con denominación de origen más exquisito de la comunidad gallega: el Ribeiro

Uno de los planes más atractivos y originales para vencer el frío de diciembre es sumergirse en sus termas, en una ciudad en la que las aguas termales son, además de una tradición, una forma de vida. A su alrededor han surgido varios balnearios de renombre, como el de Laias Caldaria o el de Arnoia, con completos programas termales. 

Sin embargo, las termas más visitadas son las Termas de Prexigueiro, situadas a escasos 5 km de Ribadavia, en un entorno natural boscoso. Cuentan con un novedoso circuito termal al aire libre con cinco pozas de agua caliente denominado Kumano Kodo en referencia al camino de peregrinación japonés del mismo nombre.

Manzaneda-Pena Trevinca, en busca de la nieve

Nieve en Manzaneda (Fuente: Estación de Manzaneda)

Si hay una zona de Galicia donde se puede encontrar nieve con facilidad en invierno, esa es Manzaneda, uno de los emblemas de montaña de Ourense, donde encontramos la Estación de Montaña de Cabeza de Manzaneda, la única de Galicia. 

Si no te gusta esquiar pero eres de l@s que te lanzas en trineo por las laderas nevadas, visita alguna de las poblaciones más importantes de esta comarca, como Manzaneda, una bonita villa medieval con varios puentes y unas panorámicas de lujo de la sierra desde su ruinoso castillo. O Pobra de Trives, con un casco histórico a destacar plagado de casas rurales donde alojarse y tabernas y bares donde saborear la contundente gastronomía de temporada de la zona. 

Muy cerca del macizo anterior, al este de la provincia de Ourense y limitando con Zamora se encuentra el punto más alto de Galicia, Pena Trevinca, que pertenece al Macizo Galaico-Leonés. Sus cumbres, que tienen más de 2000 metros de altitud y están nevadas en invierno, albergan lagos glaciares tan impresionantes como Lagoa da Serpe.

Es un espacio natural protegido y sólo apto en invierno para los más aventureros o experimentados senderistas, porque son montañas de difícil acceso. No obstante, las poblaciones próximas, como A Veiga, próxima al embalse de Prada, también se suelen cubrir de nieve, y nos permiten aproximarnos a la montaña nevada a través de pequeñas aldeas limítrofes al espacio protegido. 

O Courel, las montañas mágicas de Galicia

O Courel (Fuente: Turismo Ribeira Sacra)

Hasta hace algo menos de un siglo O Courel estaba tan aislado que ni siquiera tenía carretera que lo comunicara con el resto del mundo. Sus habitantes iban de un pueblo a otro por sendas que cruzaban valles y bosques, que hoy son rutas señalizadas de senderismo.

Fue precisamente ese aislamiento el que propició que muchas de las costumbres, fiestas populares y construcciones de esta zona de montaña hayan llegado hasta nuestros días sin contaminarse, tal como fueron creadas por la tradición. Y por eso es uno de los destinos de Galicia más recomendables para el sano ritual de la desconexión. 

Además de su interés etnográfico, la Serra do Courel es una maravilla paisajística en la que destaca la Devesa da Rogueira, considerado el bosque gallego por excelencia y el primero en España en certificar la conservación de la biodiversidad. En este enclave, con suerte, todavía se pueden avistar osos en libertad. 

O Courel es el perfecto lugar para alojarse en una casa rural al calor de la lumbre y perderse por sus pintorescos pueblos de alma montañesa, como Seoane, Folgoso, Froxán, A Seara… y redescubrir cómo era la vida antaño. 

Lugo y A Terra Chá

 Lugo (Fuente: Shutterstock) Shutterstock

Tanto la ciudad de Lugo como la Terra Chá tienen mucho encanto en invierno. En Lugo podrás hacer un paseo de ronda por las únicas murallas romanas del mundo que se conservan completas en todo su perímetro

Además del numeroso patrimonio legado a la antigua Lucus Augusti por los romanos, lo mejor para conocer Lugo es pasear por sus calles, en las que encontrar tesoros arquitectónicos como su catedral y artísticos como la talla medieval de la Virgen de los Ojos Grandes

Para recuperar fuerzas, nada mejor que hacer otra ruta, esta vez gastronómica, de tapas y vinos, por su animado casco histórico, el remate perfecto a una intensa jornada descubriendo la ciudad de la muralla. 

Lugo es la base para recorrer la Terra Chá, una inmensa llanura en contraste con el paisaje montañoso de Galicia con humedales de gran valor ecológico, balnearios como el de Guitiriz, yacimientos arqueológicos como el castro de Viladonga o espacios como la Serra do Xistral. 

Emma Sexto

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