Tan solo cinco pueblos gallegos han logrado entrar en la lista de los 100 pueblos más bonitos de España, según la revista de viajes National Geographic. En total son dos municipios pontevedreses, un lucense y dos ourensanos. La provincia de A Coruña se queda sin representación en el ránking de villas españolas, a pesar de que algunos, como Muros, si aparecen en otras guías de destinos importantes, como la Guía Repsol.
A pesar de contar con una amplia y conocida costa, la conocida publicación parece haberse querido quedar más con las pequeñas joyas de pueblos que Galicia alberga en su interior. De hecho tan solo los municipios pontevedreses de las Rías Baixas han conseguido un puesto en la competitiva lista.
Allariz, Ourense
El único municipio gallego en el Top 10 de la lista de National Geographic es Allariz. La conocida revista coloca a la localidad ourensana en el lugar número cinco y destaca principalmente las calles empedradas que "se suceden joyas pétreas una tras otra", y recomienda callejear el Campo da Barreira. La pequeña localidad es conocida por sus iglesias, y también por ser sede de algunos de los museos más curiosos de Galicia como el Museo de la Moda o el Museo del Juguete, cuya colección comenzó un habitante del pueblo hace años y lo han seguido los vecinos. La "llave del reino de Galicia" como la declaró el rey Sancho IV, está llena de pequeñas tesoros arquitectónicos y naturales, además de ser tierra de leyendas.
Desde fantasmas hasta hombres lobo, la villa está llena de magia por todos sus rincones, especialmente en los cercanos al río Arnoia, el fluvial que protagoniza la localidad. Si buscas explorar los templos históricos del pueblo te recomendamos pasar por San Martiño de Pazó, la Colegiata de Xunqueira de Ambía y el Santuario de Santa Mariña de Augas Santas.
Cambados, Pontevedra
Conocido por su fiesta del Albariño, el pueblo pontevedrés entra en el puesto de 24 lista de National Geographic como llave de la comarca del Salnés a otros municipios como O Grove o la isla de A Toxa. La publicación destaca en particular el Mirador del Monte de A Pastora y las ruinas del cementerio de Santa Mariña do Dozo. Estos últimos son conocidos por su particular estilo gótico e inspiraron a muchos autores de la zona, en particular de Álvaro Cunqueiro, que lo describió como "el más melancólico del mundo". La cúpula románica del siglo XII es ahora una ruina, pero todavía conserva cuatro arcos transversales románicos, cinco capillas laterales, sacristía y capilla mayor.
También en la localidad de Pontevedra se encuentra el Pazo de Fefiñáns. Construido en el siglo XVI por un consejero del rey Felipe II, a pasado por diferentes manos y hoy en día es propiedad de los marqueses de Figueroa. Alberga una bodega de Albariño y ha sido escenario de numerosos conciertos.
Combarro, Pontevedra
El caso antiguo de Combarro está considerado como un emblema de la arquitectura gallega por tener presentes tres de sus elementos más conocidos: los hórreos, las casas marineras y los cruceros. Por todo ello esta parroquia de Poio, municipio en la parte norte de la ría de Pontevedra ha sido considerado como el pueblo número 30 más bonito de España según National Geographic.
La revista salienta especialmente la particularidad de estos hórreos, muchos de los cuales están construidos casi directamente sobre el mar, protegiendo a los productos almacenados ya no solo de los habitantes terrestres sino de los marinos también. Dentro del casco viejo la plaza de San Roque es una de las paradas que merecen más atención, con el edificio de la biblioteca del siglo XVII y dos de los cruceros más llamativos de la localidad, con la Virgen mirando al mar y el cristo mirando a tierra.
Para ver las casas marineras tan solo tendrás que caminar desde San Roque hacia la calle A Rúa. Los inmuebles de estrechos soportales con sus balcones de piedra y madera te indicarán que has llegado al lugar deseado. En el paseo por la zona histórica te puedes encontrar con una multitud de tabernas en las que disfrutar de los productos típicos gallegos y un buen marisco.
La belleza de Combarro es ya conocida por muchos y no es raro encontrar al pueblo abarrotado de visitantes durante los fines de semana o las vacaciones de verano.
Mondoñedo, Lugo
Es el único municipio de Lugo que llega a la lista y como antigua capital de una de las siete provincias gallegas no podía faltar. Zona de paso del Camino del Norte, su imponente Catedral y casco histórico distintivamente medieval hacen transportarse a los visitantes a otra época en medio de toda la rica naturaleza de A Mariña lucense.
Precisamente la Catedral es el punto de partida perfecto para recorrer la parte antigua del municipio que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2015. Desde la plaza del templo los visitantes pueden ir hasta Fonte Vella, que ha dado de beber al pueblo desde el siglo XVI, y después tomar rumbo hacia la casa de Álvaro Cunqueiro, convertida en museo y restaurante. El Seminario de Santa Catalina y la Iglesia Nueva terminan el recorrido esencial por la localidad, pero todavía tiene mucho que ofrecer.
Después de pasar por una de las Alamedas más antiguas de España, lo que falta en el entorno urbano del pueblo es visitar el Santuario dos Remedios, donde se conserva un conjunto barroco único. Desde este lugar se puede observar el Valle del río Cesuras y el Monasterio de Os Picos.
Ribadavia, Ourense
Al igual que Mondoñedo, Ribadavia era también una de las ciudades más importantes del antiguo Reino de Galicia, por lo que conserva lugares medievales emblemáticos. Cuenta con la judería mejor conservada de toda la región y su historia está íntimamente ligada al vino ribeiro, que ya en la antigüedad se bebía en Italia, Alemania y Países Bajos. La bebida llegó a ser de los primeros en ser importados a las Américas de la época de Colón, y ha sido consumido por los habitantes de toda la línea del tiempo gallega, desde celtas y romanos. Es también un pueblo muy acogedor para visitar en invierno.
La revista destaca en particular el castillo de los Sarmiento, construido en el siglo XII, y que fue abandonado en el XVII al construirse el Pazo dos Condes en la Plaza Maior. Dentro del conjunto histórico se pueden encontrar enterramientos del siglo IX y sepulcros del XII. En su interior hay enterramientos del siglo IX excavados en la roca y un sepulcro del siglo XII, que son testimonios mudos de la capilla de San Xes que se hallaba allí mismo.
La localidad también celebra la Festa da Istoria, una de las ferias medievales más grandes y conocidas en Galicia y que tiene lugar durante el mes de agosto.