En Galicia existe una multitud de destinos para cortas escapadas, pero la comunidad está también a apenas unas horas de algunos de los pueblos más bonitos de España. Rodeada tanto por Asturias, como por León, Zamora y, por supuesto, Portugal; los gallegos tenemos a muy poca distancias joyas ocultas con paisajes irrepetibles perfectos para una visita de fin de semana.
Taramundi, Asturias
Este municipio está justo en la frontera con Galicia. Parte de la comarca Oscos-Eo, el pueblo de menos de mil habitantes es perfecto para los que busquen un destino de montaña, en el que poder combinar turismo de aventura con la oferta de rutas senderistas, sin olvidarse con el descubrimiento de parte del patrimonio del lugar.
Los gallegos somo una vista habitual para los asturianos. En el 2022, los turistas procedentes de nuestra comunidad supusieron el cuarto grupo de viajeros que llegaron hasta la localidad, aunque desde la Oficina de Turismo destacan que suele ser más habitual vernos fuera de la temporada alta. Hasta allí muchos se desplazan en busca de una gastronomía similar y por los productos artesanos propios de la zona.
En el concejo existen cinco museos, entre ellos Mazonovo, el mayor museo de molinos de España. Situado a a orillas de los ríos Turía y Cabreira, el museo hace por involucrar a los visitantes en la historia de estas herramientas, mostrando su uso antaño y también a día de hoy. Para los que no quieran pasear cerca del río pero sigan buscando aprender algo nuevo en su visita, Taramundi es hogar también de un Museo de la Cuchillería, que ocupa toda la aldea de Pariñas. Allí se encuentra la colección más importante de navajas de España que además incluye una navaja gigante de en el exterior.
Taramundi es también un lugar ideal si quieres hacer turismo con tus amigos peludos. La localidad cuenta con seis rutas diferentes de senderismo, pero las más populares son la Ruta del Agua, de 14 kilómetros de recorrido, y la Ruta de los Ferreiros, de 8 kilómetros. La primera pasa por el conjunto de Mazonovo, pero el trayecto incluye otras atracciones de Taramundo como el Museo Etnográfico de Esquíos, la aldea de Veigas o el Conjunto Etnográfico de Teixois, donde se muestra al visitante cómo era la vida en el Taramundi rural de hace dos siglos.
El pueblo cuenta con una amplia oferta de alojamientos, entre ellos uno en Teixois, que son también pet friendly. Antes de marchar, no se puede uno olvidar de visitar la Quesería Eo, para llevarse de vuelta uno de los productos estrella del municipio.
Puebla de Sanabria, Zamora
De Asturias vamos hasta Zamora. la provincia cuenta con una multitud de enclaves naturales perfectos para visitar durante esta primavera. Los ourensanos son los más afortunados, ya que están a la menor distancia del paraíso que el Puebla de Sanabria. Considerado como uno de los pueblos más bonitos de toda España, la villa está coronada por un castillo del siglo y en las inmediateces del lago de Sanabria, uno de los pocos glaciares que se conservan en el país.
El castillo es la atracción principal del pueblo. Construido en el siglo XV por los IV Condes de Benavente, la fortaleza cuenta con una larga historia ya que, además de ser el hogar de uno de los nobles más importantes de la antigua Castilla, ha sido el centro de conflictos con Portugal y con Francia durante la guerra de Independencia, lo que dañó considerablemente el edificio. También usado como cárcel y hoy en día alberga también la casa de la cultura y la Biblioteca Municipal.
Este no es el único atractivo de este municipio de 1.500 habitantes. Entre sus murallas se encuentra también el museo de gigantes y cabezudos, que data del año 1848, con la adquisición de la Negra y el Chino, durante la dictadura, por miedo a que se cancelase una tradición considerada pagana, el Ayuntamiento fue añadiendo nuevas figuras. En el paseo por el casco histórico también aconsejamos parar para probar los habones en la Posada de Puebla de Sanabria.
Otra de la parada imprescindible de Puebla de Sanabria es, por supuesto el lago. Esta balsa de agua es uno de los pocos lagos glaciares que se conservan en Europa y en él se peuden practicar numerosos deportes acuáticos durante el verano. La leyenda dice que bajo sus aguas existe un pueblo Valverde de Lucerna, que en la Noche de San Juan deja oír el replique de campanas de su iglesia.
Peñalba de Santiago, León
Considerada por muchos como la joya del Bierzo, Peñalba de Santiago es una pequeña aldea adscrita al Ayuntamiento de Ponferrada. La localidad se encuentra en el Valle del Silencio y es Bien Cultural desde 2008. Muy pequeña, se trata del centro de la tradición religiosa del lugar, a poca distancia del monasterio de San Pedro, refugio de los religiosos más ermitaños.
Sus casas, típicas de la zona con sus tejados de pizarra y los muros de caliza y mármol, son el ejemplo más representativo de lo que era la arquitectura rural del Bierzo. Algunos todavía conservan los espacios de cuadra y las bodegas en los sótanos, así como las balconadas de madera por las que se acceden a las escaleras.
En el conjunto histórico incluye la iglesia mozárabe de Santiago, cuya construcción se remonta al siglo X. Fundada por el obispo San Genadio, el templo es una muestra de la fusión entre la cultura cristiana y musulmana, pero que también conserva elementos celtas, como los símbolos astrales, y mozárabez, como sus característicos arcos d herradura.
Curiosamente, este también es uno de los pueblos por los que pasa el Camino de Santiago. Un lugar de desconexión ideal, sobre todo si se busca explorar más lugares del Bierzo, como Molinaseca o Carracedo de Compludo. Los gallegos también somos mayoría en los visitantes a la localidad y a Ponferrada en concreto, muy por encima de los madrileños y otros castellano leoneses.
Viana do Castelo, Portugal
Una de las ventajas de vivir en Galicia es su proximidad a nuestro país vecino. Con Portugal compartimos historia, literatura y muchas otras cosas. Las escapadas allí son comunes, pero lejos de sugerir lugares como Oporto o Valença, nosotros hemos escogido Viana do Castelo, un conjunto histórico perfecto para descubrir en un fin de semana.
La parada imprescindible al llegar a esta localidad a apenas 50 kilómetros de Galicia, es el Santuario de Santa Luzia. Sobre su colina se puede observar de pleno todo el centro antiguo de la ciudad, con conventos, iglesias, palacios, plazas y rincones perfectos para perderse. La escalada hasta Santa Luzia es también curiosa: se puede hacer con un elevador de más de cien años.
Viana do Castelo, situada sobre el río Limia, es también uno de los puertos antiguos más importantes del norte de Portugal, y casi todo a su alrededor gira entorno a esta figura marítima. Uno de los museo más destacados es el del Buque-Hospital Gil Eannes, en el mismo puerto, que fue construido en los mismos astilleros de la localidad y que funcionaba como antiguo hospital en alta mar para los pescadores a la caza del bacalao.
La ciudad tiene mil y una formas de estudiarla a través de sus diferentes características. Se pueden hacer rutas centradas en el arte renacentista, barroca, modernista… y por supuesto la oficina de turismo ofrece turas solo centradas en aprender sobre los azulejos que decoran la ciudad.