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Si hay un lugar en Galicia que debería ser de obligada visita, ese sitio lo encontraremos saliendo desde Santiago de Compostela por la carretera N-525 hacia Lestedo y Vedra, porque allí se encuentra ese lugar al que todo el mundo quiere llegar: Casa Beatnik.
Hace menos de un año, el grupo hostelero Bonhomme Hospitality inauguraba lo que pronto se convertiría en el hotel destino perfecto a escasos kilómetros de la capital gallega. Las razones para visitar Galicia nunca sobran, así que ahora una más… Y si te preguntas qué hacer en Casa Beatnik, tenemos la respuesta: vivir.
Si algo llama la atención de este lugar es que nada más llegar da la sensación de que has aparecido por arte de magia en otro país. ¿Es posible viajar sin viajar? Lo es, porque aquí la elegancia italiana se mezcla con el romanticismo francés, el exotismo marroquí, la calidad nórdica… pero sin perder la esencia de Galicia. Y es a través de esa fusión entre culturas que este hotel destino ofrece experiencias y caprichos para todos los sentidos que definitivamente vas a querer probar.
Cabe destacar que la oferta de Casa Beatnik no está destinada exclusivamente a las personas que se alojen en el hotel, sino que cualquiera puede ir a tomar un brunch entre los viñedos, a cenar acompañado de buena música o tomar el sol junto a la piscina tras darse un capricho wellness. Pero… ¿Por qué conformarte cuando puedes tenerlo todo?
24 horas en el paraíso
A tu llegada a Casa Beatnik, el equipo te recibirá con un trato excepcional que te hará sentirte como en casa. Amor a primera vista y eso que el día no habrá hecho más que empezar.
La primera decisión – nada fácil – será elegir en qué tipo de alojamiento te quieres quedar. Si te decantas por las suites de lujo, has de saber que dormirás en una estancia exclusiva decorada de una manera única y a la que no le faltará ningún detalle, ninguno. En cambio, si prefieres algo más rural aunque sin perder el lujo, lo tuyo es dormir en una de las yurtas entre viñedos.
Deshaz las maletas y, aunque desearás quedarte ahí, te recomendamos seguir descubriendo todo lo que este lugar tiene que ofrecer.
En tu paseo por los viñedos descubriendo la impresionante vid de cuatro siglos de antigüedad, llegarás a la Bedouin-inspired tent, el lugar perfecto para una sesión de yoga o meditación. Y una vez regulados los doce meridianos del cuerpo, toca disfrutar en las camas balinesas mientras tomas un brunch acompañado de cócteles caseros. Y entre uno y otro… ¿Por qué no darse un baño? No hay excusa, el agua salada de la piscina está templada y en Casa Beatnik siempre es primavera.
Uno nunca se cansa de disfrutar, así que de la piscina a las iglusaunas. ¿Piedra caliente o leña? Prueba las dos y termina el día con un buen masaje para mover las líneas energéticas y relajar todo tu cuerpo.
Y si te ha entrado el apetito estás de suerte, porque Beatnik Country House ofrece un excelente servicio de hostelería con una propuesta nómada para viajar por la costa de Israel, Líbano, Marruecos, Túnez… y llegar incluso a México o Perú. Un consejo: mientras esperas por la cena date un paseo por las estancias comunes para descubrir todas las obras de arte y los libros de edición limitada de su colección.
Cae la noche y aunque las camas king size repletas de cojines te está llamando, hazte de rogar y disfruta de un paseo un entre los viñedos iluminados bajo las estrellas mientras suena música ambiente de fondo. Será una de esas experiencias que seguro no olvidarás.