De norte a sur o de costa a interior, Galicia es, sin lugar a dudas, uno de esos destinos que muchos definirían como de película. Y no sólo porque sus paisajes hayan sido escenario de numerosos relatos que han logrado conquistar tanto la pequeña como la gran pantalla, sino porque el grueso de la región alberga entre sus límites un sinfín de rincones tan extraordinarios que incluso desafían a la propia realidad. Uno de esos lugares mágicos es el conocido popularmente como Punta Fuciño do Porco ("hocico de cerdo" en castellano), una de las sendas sobre el mar más emblemáticas de la Mariña lucense e incluso de España.
Esta singular formación rocosa, denominada de forma geográfica y original como Punta Socastro ―debido a la presencia de un castro no excavado―, recorre el litoral de la localidad de O Vicedo a través de una extensa pasarela de madera con la mirada puesta en la inmensidad del mar Cantábrico y la ría de Viveiro. La ruta hacia el mirador del cabo se encuentra además rodeada de una impresionante naturaleza salvaje, arenales paradisíacos, cuevas marinas y pronunciados acantilados que ofrecen en su conjunto una de las mejores panorámicas del norte de Galicia. Un paisaje natural cuyo semblante recuerda en cierta medida al hogar de los Targaryen en la afamada serie estadounidenseJuego de Tronos.
El origen de O Fuciño do Porco
Si bien en los últimos tiempos O Fuciño do Porco se ha convertido en uno de los rincones más turísticos del norte de Galicia, en su origen este sendero no era más que un largo, sinuoso e incluso peligroso camino de trabajo. Lo cierto es que la senda originaria era utilizada por los técnicos de reparación y mantenimiento de una radiobaliza marítima que marca el extremo occidental de la ría. De hecho, en aquellos primeros años tan sólo era conocida por vecinos y trabajadores de la zona, aunque tras la habilitación de un camino más seguro para el cometido principal empezó a ganar poco a poco popularidad.
Otra dato curioso sobre O Fuciño do Porco lo entraña su propio nombre. A pesar de ser conocido de forma popular por este singular designio, que tal y como adelantamos unas líneas más arriba no significa otra cosa hocico de cerdo, el nombre original del cabo es el de Punta Socastro. Según el relato popular, fueron los marineros de la zona los que bautizaron al saliente de tierra con el nombre de Punta Fuciño do Porco por el increíble parecido que mostraba este rincón desde el mar con el morro de un cerdo.
En la actualidad, la ruta por los acantilados de Punta Fuciño do Porco abarca un recorrido a pie de más de tres kilómetros a través de un camino serpenteante y de extraordinaria belleza que cruza este saliente natural en O Vicedo. Existe un aparcamiento en los alrededores de la playa de Abrela donde se puede estacionar el coche y desde donde parte esta senda azul entre caminos de tierra, pasarelas de madera y miradores naturales hasta alcanzar la baliza luminosa que indica el final del recorrido. Se trata además de un trayecto de dificultad baja y accesible incluso para niños, aunque no para personas con movilidad reducida ya que la zona de pasarelas se encuentra repleta de escaleras y desniveles. La entrada a esta maravilla natural es totalmente gratuita, si bien para poder acceder entre julio y agosto es necesario expedir un permiso con antelación ―similar al de la Praia das Catedrais. En estos meses del verano el horario de acceso se extiende desde las 9:00 hasta las 21:00 horas, con turnos de visita que se renuevan cada 45 minutos y que permiten un máximo de 70 personas.
Fuciño do Porco también desde el mar
¿Por qué conformarse con recorrer Fuciño do Porco a pie si podemos descubrir sus encantos también desde el mar? Empresas como Terralmar ofrecen un punto de vista totalmente diferente de esta maravilla natural en la Mariña lucense. Hablamos de una experiencia única que permite a sus visitantes recorrer el grueso de la ría de Viveiro a bordo de la lancha Aremar o en un pequeño catamarán con capacidad para 12 o 40 personas respectivamente. En el caso particular de la ruta en lancha hasta Punta Socastro, esta parte desde el puerto de Viveiro con rumbo a este pequeño saliente costero ubicado entre las playas de Abrela y San Román. El paseo marítimo en cuestión tiene una duración aproximada de hora y media así como un coste medio por persona de 16 euros.