Situado en la parte occidental de la provincia de Lugo y perteneciente a la comarca da Terra Chá, Begonte conforma una de las joyas más desconocidas del interior de Galicia. Este municipio lucense alberga entre sus límites un interesante patrimonio histórico, cultural y paisajístico que se extiende a lo largo y ancho de sus 19 parroquias. Arte, naturaleza, arquitectura, conjuntos históricos y religiosos… son muchos los elementos que hacen de Begonte uno de los espacios más mágicos de toda la región. Un encanto que se hace especialmente notable sobre todo durante la Navidad, época en la que miles y miles de personas se acercan hasta el municipio para visitar el impresionante Belén electrónico de Begonte, todo un emblema navideño en Galicia que atesora más de medio siglo de historia a sus espaldas.
Pero más allá de esta singular representación en movimiento, lo cierto es que la buena reputación acompaña a Begonte en otros muchos aspectos de su historia que van desde la gastronomía hasta la propia religión. De hecho, la localidad lucense es uno de los rincones favoritos de los gallegos para saborear un buen cocido (con permiso de Lalín) y entre sus riquezas más devotas, el pequeño altar con una estampa de la Virgen del Rosario en el interior de un castiñeiro milenario (catalogado en la lista de árboles senlleiros de la Xunta) se ha convertido en uno de los lugares que más miradas atrae de toda Galicia.
Un conjunto arquitectónico y natural con mucha historia
En la pequeña parroquia de Baamonde se localiza un curioso conjunto arquitectónico, cultural y natural formado por una iglesia de estilo románico, un calvario y un árbol centenario convertido en santuario. Sobre el templo de Santiago de Baamonde sabemos que hunde sus raíces en el siglo IX, época de la cual todavía se conserva una piedra prismática de un metro de altura que en su origen funcionó como pila de agua bendita y que en la actualidad, tras una restauración llevada a cabo en el siglo XVIII, pasó a formar parte de la tarima del altar mayor.
Frente a esta iglesia parroquial en Begonte se alza asimismo la silueta de tres imponentes cruceiros datados del siglo XVII. Es importante destacar que las dos construcciones laterales del calvario de Baamonde presentan una cruz simple, mientras que el elemento central exhibe las imágenes de Cristo y la Virgen de la Dolorosa. Además, la estampa de este Cristo tiene una particularidad que no ofrece casi ningún cruceiro en Galicia y es que el pie izquierdo de Jesús se encuentra clavado sobre el derecho.
La singular escena de este rincón de Baamonde se completa con la figura de un castiñeiro centenario situado en el propio atrio del templo. Dicho ejemplar de castanea sativa presume de más de 700 años de vida, casi trece metros de alto y hasta 6,60 de perímetro. Una auténtica joya de la naturaleza cuya larga existencia no es el único atractivo que presenta, pues en el interior de su tronco se enmarca un altar de lo más particular. Lo cierto es que este histórico castiñeiro estuvo a punto de perecer durante unas obras de ampliación en el año 1971, pero gracias al escultor local Víctor Corral el destino del emblemático árbol pudo ser muy diferente. A día de hoy, el hueco interior del ejemplar acoge un pequeño santuario dedicado a la Virgen del Rosario (patrona de esta parroquia de Begonte) que se ha convertido en un verdadero lugar de peregrinación para vecinos y visitantes.
Un templo de la gastronomía gallega
Al margen del patrimonio religioso y natural de Begonte, la gastronomía conforma otro de los grandes atractivos de esta localidad del interior de A Terra Chá. La cocina tradicional, casera y con todo el sabor de Galicia es la base de toda receta salida de los fogones locales, donde platos como las típicas empanadas de las aldeas lucenses o el cocido tradicional encuentran su lugar protagonista en las cartas de los distintos restaurantes. De hecho, esta última receta tan contundente y tan típica de los otoños e inviernos gallegos alcanza una muy buena reputación en el municipio de Begonte. Quizás no como para destronar a Lalín (considerada como la cuna del cocido en Galicia), pero al menos sí para hacerle la competencia.
Uno de los establecimientos más famosos y mejor valorados de Begonte a la hora de saborear una buena receta de cocido gallego nos transporta hasta el entorno de Damil y al Restaurante Casa Varela, una conocida casa de comidas regentada en la actualidad por la tercera generación de la familia fundadora. Tras más de medio siglo de actividad, este histórico local mantiene toda la esencia de sus orígenes y de la cocina tradicional, cuya especialidad sigue siendo la elaboración del cocido gallego tradicional. Cuando llega el mes de febrero, en este restaurante suelen poner en marcha unas jornadas de este plato típico en las que han llegado a servir más de 2.000 platos en todo el mes. Sin duda, una receta triunfadora y difícil de superar hasta para los cocineros más expertos de Lalín.