Uno de los destinos turísticos con más encanto de toda Galicia se enmarca en la zona más septentrional de las Rías Baixas: la ría de Muros e Noia, también conocida como ría da Estrela. Los pueblos de este rincón se emplazan en mitad de una comarca mágica que se extiende desde desde la localidad de Muros hasta Porto do Son. Lo cierto es que el espíritu marinero invade cada lugar de las pintorescas villas de Muros e Noia, cuya idiosincrasia se encuentra marcada por la silueta entrecortada del estuario del río Tambre y sus idílicos paisajes contrastan a la perfección con el carácter salvaje de la cercana Costa da Morte.
Es precisamente al norte de la ría de Muros e Noia donde se localiza uno de los rincones más bonitos y singulares de este geodestino gallego, el pequeño y tranquilo pueblo de Esteiro, en Muros. Y decimos apacible al menos hasta la celebración del famoso y multitudinario Grand Prix de autos de madera (carrilanas), un evento prácticamente único en el mundo que cada verano es capaz de reunir a miles y miles de personas que buscan disfrutar o formar parte de la carrera de vehículos sin motor más rocambolesca de toda Galicia. Pero más allá de los bólidos y las competencias, el pueblo de Esteiro también alberga entre sus límites una riqueza natural, cultural, histórica y paisajística que merece la pena descubrir y recorrer con calma.
El encanto natural de Esteiro
Del pintoresco pueblo de Esteiro hay que destacar la belleza inherente de sus paisajes verdes de mar y montaña, pero sobre todo del escenario idílico que envuelve al entorno de los arenales que se encuentran dispuestos de forma natural sobre el estuario del río Major, justo antes de enlazar con la bocana de la ría de Muros e Noia. De hecho, es en este punto donde podemos encontrar un extenso puente de madera que conecta ambas orillas y marca el inicio de un bonito paseo marítimo al borde de las playas rodeado de amplias zonas ajardinadas, terrazas, restaurantes y todo tipo de locales gastronómicos. Además, cabe destacar que la panorámica en este rincón del pueblo va cambiando a lo largo del día en función de las mareas.
Por otro lado, en su faceta más histórica y patrimonial, el legado de las antiguas civilizaciones romanas todavía permanece visible en este pueblo con encanto de Muros. Es por ello que la vieja calzada romana que cruzaba la localidad de Esteiro es otra de las paradas imprescindibles en la hoja de ruta de cualquier viajero en la zona, junto con la iglesia parroquial, un llamativo templo de imperante estilo neoclásico cuyos orígenes se sitúan entre los siglos XVII y XVIIII.
Las carrilanas más famosas de Galicia
Las carrilanas de la parroquia murada de Esteiro representan uno de los muchos atractivos que invitan al turista a visitar los pueblos con encanto de la ría de Muros e Noia, pues esta Fiesta de Interés Turístico en Galicia se ha convertido en una de las citas ineludibles del verano gallego. Pero, ¿qué son exactamente las carrilanas y en qué consiste el Gran Prix de Esteiro? En lo que respecta a las famosas carrilanas, tenemos que decir que el término hace referencia a unos vehículos de madera que no tienen ningún tipo de motor y que se mueven gracias a la fuerza de la gravedad. En esencia: una plataforma con ruedas, aunque cada vez más su construcción supone todo un reto de ingeniería para los participantes.
En el caso particular de la competición, que se celebra casi siempre el tercer fin de semana de julio, el Gran Prix muradano propone un recorrido a bordo de estos bólidos por el circuito de O Maio, un descenso de 2,5 kilómetros en el que los corredores más veloces buscan ser los primeros en alcanzar la meta. Lo cierto es que la posición que ocupa cada carrilana en esta gran prueba final viene determinada por una pole position que tiene lugar en la jornada anterior y que sirve para seleccionar a los 20 participantes más rápidos. Además, la carrera cuenta con tres categorías diferentes: carrilanas rápidas, la versión infantil y las carrilanas lentas, en cuyo desfile se busca más la estética que la velocidad. Y por si esto fuera poco, existe también una sala de exposiciones y sede social conocida como la Casa das Carrilanas dedicada a conservar el patrimonio y la cultural que rodea al universo del Gran Prix de autos de madera.