El río Miño se extiende a lo largo de más de 315 kilómetros, pasando por diferentes localidades, como Lugo, Portomarín, Ourense, Ribadavia y A Guarda. En su recorrido por la provincia de Lugo, las orillas del río más largo de toda Galicia esconden uno de los pueblos más bonitos y desconocidos: Belesar.
Esta pequeña aldea, que pertenece a los concellos de Chantada y O Saviñao, es una auténtica joya en plena Ribeira Sacra y tan solo tiene 8 habitantes. Los Codos de Belesar, restos de una vía romana que comunicaba Braga con Astorga, confirman que esta aldea fue lugar de paso entre la comarca de Chantada y las Tierras de Lemos.
San Bartolomé es el patrón de Belesar, al que se le dedica la iglesia y el peto de ánimas que hay al pie del puente que une las dos partes de la aldea, cuyas construcciones aprovechan las características del terreno e incluso algunas de ellas están decoradas con la técnica del esgrafiado.
"También es un reconocido lugar de producción de cerezas, fruto al que se le dedica una fiesta a finales de mayo o principios de julio", explican desde Turismo Ribeira Sacra.
¿Qué ver o hacer en Belesar?
En esta pequeña aldea de la provincia de Lugo comienza la ruta de los Viñedos, un camino lineal de alrededor de 4 kilómetros que concluye en A Veiga. La ruta arranca en el puente que une las dos orillas del río Miño y después continúa por la Iglesia de San Bartolomeu, patrón de Belersar.
A lo largo de este camino, perfecto para familias con niños debido a su baja dificultad, se puede contemplar como casi la totalidad de las laderas del valle se encuentran cultivas de vides, si bien a partir del segundo kilómetro se comienza a presentar más vegetación arbórea hasta llegar al destino final.
El Camino de Invierno también atraviesa la aldea lucense de Belesar. Este recorrido de algo más de 200 kilómetros es la entrada natural a Galicia desde la meseta, un acceso que era usado por los romanos como posible alternativa en época invernal a la dura subida a las cumbres nevadas de O Cebreiro.
El embarcadero de Belesar es otra de las zonas más frecuentadas por los turistas que visitan la zona, ya que desde este punto podrán contemplar la belleza de los bacanales de cultivo de la vid, además de tomar una de las diversas embarcaciones que recorren el río Miño.
Finalmente, el embalse de Belesar es otro de los atractivos de esta pequeña aldea. Creado 1963 en el río Miño, se trata de un pantano artificial con una capacidad de 655 hm3 y una cola de 50 kilómetros. La presa es obra del ingeniero Luciano Yordi de Carricarte, mientras que el arquitecto Juan Castañón de Mena se hizo cargo del edificio de control de la central eléctrica.
¿Cómo llegar a Belesar?
Belesar es una aldea con mucho encanto que merece la pena visitar si estás de paso por la Ribeira Sacra. Precisamente, los turistas que hayan conocido el Cañón del Sil y quieran descubrir este mágico pueblo a orillas del río Miño tendrán que tomar la N-120 y CG-2.1 para después desviarse por la LU-617.
En el caso de viajar desde Lugo, la N-540 es la ruta más rápida (1 hora), mientras que si el trayecto comienza en Ourense habrá que tomar la N-525 para después seguir por la CG-2.1 y LU-533 hasta llegar a Belesar (46 minutos).