La inclusión hace apenas unos años del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas en la Lista Ramsar ha hecho que Galicia se convierta en la tercera comunidad española con mayor número de humedales protegidos ―únicamente por detrás de las regiones de Andalucía y Valencia. Lo cierto es que a día hoy son ya seis los espacios repartidos por todo el litoral de Galicia que pueden presumir de este importante reconocimiento internacional, sumando entre todos ellos más de 16.178 hectáreas de enorme patrimonio natural, medioambiental e incluso paisajístico.
Dichas zonas reconocidas se extienden por todo el territorio, desde la frontera con Asturias hasta el corazón de las Rías Baixas, y son: la ría del Eo o Ribadeo; la ría de Ortigueira y ladrido; la Laguna de A Frouxeira y el arenal de Valdoviño; el Complejo Intermareal Umia-O Grove, así como el Parque Nacional das Illas Atlánticas. De hecho, cabe destacar asimismo que los citados humedales dan cobijo a más de 26.000 aves acuáticas invernantes que emplean la ruta migratoria del Atlántico.
Ría del Eo y Ribadeo
En el límite natural entre las regiones de Galicia y Asturias, enmarcada dentro de la Reserva de la Biosfera Río Eo, Ozcos y Terras de Burón, el conjunto de la ría del Eo o Ribadeo forma parte del programa internacional del zonas húmedas Ramsar y la Red Natura 2000. Con más de 800 hectáreas de extensión, el estuario de esta ría de la Mariña Occidental presume de una enorme diversidad biológica y alberga importantes hábitats naturales y seminaturales entre zonas de marismas, acantilados, matorrales y turberas, así como cuevas y bosques entre otros.
La fauna más representativa de este humedal se corresponde con el grupo de las aves, con cerca de 40 especies diferentes identificadas. De hecho, se trata de un destino ideal para los amantes de la ornitología y el birding, ya que se trata de un importante refugio para especies como las fochas comunes o garzas reales, además de una zona de paso e invernada para patos y aves limícolas.
Ría de Ortigueira y Ladrido
Al norte de la provincia de A Coruña, en las tierras verdes de la comarca de Ortegal se encuentra la conocida como ría de Ortigueira y Ladrido. La desembocadura de esta ría delimitada por los acantilados de Estaca de Bares y Cabo Ortegal abarca cerca de 3.000 hectáreas de extensión compuesta por un gran variedad de ecosistemas entre los que destacan las marismas, las zonas intermareales y pantanosas e incluso los cordones dunares. La importancia medioambiental del enclave ha hecho que el espacio también haya sido protegido como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), además de formar parte de la Lista Ramsar.
En el caso particular de la riqueza natural y medioambiental, cabe destacar que se trata de un entorno ideal para la reproducción de aves acuáticas y limícolas. De hecho, en la ría de Ortigueira y Ladrido habitan entre 6.000 y 7.000 ejemplares de especies invernantes entre las que destacan el silbón europeo, el ostrero euroasiático, el zarapito real o el chorlito gris. En lo que respecta a las aves migratorias, hasta 5.000 ejemplares de este tipo llegan hasta este humedal desde todas las partes del mundo, siendo de los pocos donde es posible encontrar al chorlitejo patinegro.
Laguna y arenal de Valdoviño
La laguna y el arenal de Valdoviño conforman un espacio natural gallego declarado como zona húmeda protegida de la Lista Ramsar que también forma parte de la ZEC "Costa Ártabra" y la Zona de Especial Protección para las Aves de la "Costa de Ferrolterra Valdoviño". Cabe señalar que el enclave coruñés oocupa alrededor de 580 hectáreas que se extienden entre la laguna de A Frouxeira y la playa de Valviño, las cuales se encuentran separadas por un complejo dunar repleto de musgos y líquenes.
En el extremo norte de la laguna crece un frondoso bosque de alisos y sauces, mientras que en los lugares más húmedos también destacan todo tipo de fauna como anguilas, rodaballos, murciélagos, ranas ibéricas o hylas arboreas entre otros. En el caso particular de las aves, se estima que conviven más de 15.000 ejemplares entre las sedentarias y las migratorias.
Complejo de las playas, duna y laguna de Corrubedo
A medio camino entre las rías de Arousa y Muros e Noia, el litoral de la península del Barbanza alberga entre sus límites un desierto de arena blanca y fina único en Galicia. Declarado como Zona de Especial Conservación (ZEC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Zona Húmeda de Importancia Internacional Ramsar, el conjunto formado por el Parque Natural de Corrubedo y las lagunas de Carregal e Vixán pueden presumir de tener la duna móvil más grande del noroeste peninsular, lugar en el que además proliferan un sinnúmero de ecosistemas de enorme importancia biológica.
Destaca, por supuesto, el cordón dunar que se extiende a lo largo de cuatro kilómetros entre arenales, lagunas litorales, restos megalíticos y un amplio patrimonio natural. Lo cierto es que en toda la zona conviven una gran variedad de flora y fauna, en la mayoría habitado por especies endémicas de la costa gallega. De hecho, en todo el Parque Natural se pueden encontrar más de 240 taxones vegetales y alrededor del 70% de las especies de anfibios y reptiles de Galicia se localizan en este rincón de la costa del Barbanza. En el caso particular de las aves, los datos más recientes arrojan una cifra de más de 3.000 alados de unas 35 especies diferentes repartidas entre las dunas y humedales de Ribeira.
Complejo Intermareal Umia-O Grove
El Complejo Intermareal Umia-O Grove representa uno de los humedales más importantes de toda Galicia así como una de las mejores zonas para la observación de aves acuáticas y marinas de todo el noroeste peninsular. De hecho, se trata de un lugar declarado como Zona de Importancia Internacional dentro del Convenio Ramsar, Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Este espacio natural se encuentra repleto de ecosistemas como juncales, lagunas y hasta campos de cultivos que convierten a este entorno de las Rías Baixas en el rincón ideal para la hibernación de cerca de 13.000 aládos de más de 200 especies diferentes. En total son más de 7.300 hectáreas de superficie en las que conviven ejemplares como la espátula, el ánade silbón o rabudo, el corremolinos tridáctilo o el ostreo euroasiático, entre otros.
Parque Nacional das Illas Atlánticas
El Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia fue el último espacio en sumarse a la lista de humedales protegidos de la comunidad. Este Parque Nacional gallego comprende los archipiélagos de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada, compuestos en su mayoría por acantilados kársticos, islotes, dunas, manantiales y aguas someras entre otros ecosistemas y paisajes de enorme valor y belleza.
Cabe destacar que en los diversos hábitats de humedal de estos archipiélagos gallegos se han llegado a registrar 34 especies vegetales endémicas, así como más de 20.000 aves acuáticas, muchas de ellas protegidas. El conjunto también da cobijo a nueve especies de cetáceos y cinco de tortugas, todas protegidas a nivel internacional. También existen unas 51 cuevas marinas (furnas) donde conviven un sinnúmero de invertebrados marinos, algas e incluso murciélagos.