La aldea abandonada de Lugo que revivió gracias a las fotografías de sus antiguos vecinos
En 2021 el proyecto "Bexán in Memoriam" volvió a poner en el mapa a este pueblo de la Ribeira Sacra, el cual podría terminar con su abandono gracias a la iniciativa de un particular por recuperar el entorno a través del turismo rural
26 mayo, 2024 05:00Galicia es uno de los territorios de España más afectados por la despoblación y el abandono rural, especialmente en el caso de provincias como las de Lugo y Ourense. De hecho, se trata de la comunidad española con más núcleos de población sin habitantes: alrededor de 3.954 que aglutinan más del 37% del total del país. Unas cifras que se vienen agravando año tras año, dando forma a un desierto demográfico que pone en evidencia los grandes problemas a los que se enfrenta el medio rural gallego. No obstante, en ocasiones estos pueblos y aldeas experimentan una resurrección milagrosa ―que empieza a ser tendencia― de la mano de vecinos, turistas e incluso extranjeros que buscan volver a llenar de vida cientos de rincones en riesgo de extinción. En la Costa da Morte, por ejemplo, Olveiroa fue una de esas aldeas gallegas que fue resucitada por los turistas del Camino de Fisterra.
En la Galicia más interior, un caso de lo más curioso nos transporta hasta el corazón de la Ribeira Sacra lucense y la comarca de Terra de Lemos, en cuyos límites se esconde una aldea abandonada que durante un par de semanas logró revivir gracias a las fotografías de sus antiguos moradores. Entre viñas, laderas y bancales dispuesto sobre el valle del Miño, las callejuelas solitarias y unas cuantas viviendas semiderruidas han sido durante mucho tiempo la estampa general del pueblo de Bexán; al menos hasta que la Asociación Cultural Artística Sacra encontró la forma de volver a llenar sus calles de gente. Fue así como en el año 2021, la agrupación puso en marcha una original iniciativa que cubrió de imágenes las paredes de los edificios centenarios de esta aldea prácticamente inaccesible y abandonada de O Saviñao. La memoria fotográfica contra la despoblación que logró poner el foco de nuevo en la aldea de Bexán.
Historia, tradición y memoria fotográfica
Si echamos la vista atrás apenas un siglo, la realidad es que a comienzos del siglo XX la aldea de Bexán todavía rondaba los 130 habitantes. Sin embargo, en los últimos 100 años, este pequeño núcleo de O Saviñao vio como sus calles y viviendas se iban vaciando poco a poco hasta no quedar nadie que la habitase. Un pueblo fantasma que la Asociación Cultural Artística Sacra logró sacar de su letargo gracias al proyecto Bexán in Memoriam. Según apuntaron los promotores en su día, la iniciativa llevada a cabo a finales de 2021 tenía como objetivo “rendirles un homenaje a aquellas personas que nacieron y vivieron en Bexán", así como también "poner de manifiesto el grave problema del despoblamiento y el abandono rural en la Ribeira Sacra y en el resto del interior de Galicia".
Dicha exposición fotográfica al aire libre encontró en Bexán un escenario incomparable: una aldea abandonada enclavada en una suerte de remanso de paz con vistas al valle del Miño y los mágicos paisajes de otoño de la Ribeira Sacra. De esta forma, los viejos muros de piedra de los edificios en ruinas de Bexán se convirtieron en las paredes expositivas sobre las que colgaron más de una treintena de lonas de grandes dimensiones con fotografías y retratos de los antiguos habitantes del pueblo.
De hecho, en uno de los paneles informativos, los nombres y apodos que identificaban cada una de las casas (Aneiro, Villacé, Pisca, Malallo…) permitió a los visitantes adentrarse en el pasado de este rincón rural de O Saviñao. Por otro lado, la iniciativa de la asociación gallega también incluía una publicación impresa y online con documentación complementaria a las imágenes, tales como textos, planos y hasta imágenes aéreas de esta zona ribereña. Sin duda un proyecto con corazón que logró insuflar algo de vida a una aldea que la naturaleza estaba empezando ya a hacer suya.
¿Podría el turismo revivir Bexán?
Bajo el paraguas del proyecto Bexán in Memoriam, aquellas semanas de finales del 2021 hicieron resurgir a Bexán de sus cenizas como el Ave Fénix. La memoria fotográfica de la exposición, aunque de manera transitorio, logró recuperar la esencia de lo que había sido esta aldea gallega ahora deshabitada ―a excepción de un barcelonés que se instala algunas temporadas en una casa adquirida en la aldea.
En cualquier caso, una vez las lonas fueron recogidas y las imágenes devueltas a sus respectivos álbumes, la quietud volvió a recorrer Bexán. Con todo, la aldea saviñádiga podría tener una oportunidad más que real para recobrar parte del encanto y la vida de la que hace apenas un siglo, o unas décadas, todavía presumía. Uno de los promotores de la actual Denominación de Origen vitivinícola de Galicia, el lucense José Mouriño, parece dispuesto a traer de vuelta a Bexán del cementerio de los pueblos olvidados.
Este ingeniero técnico agrícola natural de Xermade se ha ido haciendo desde el año 2021 con la propiedad de hasta cinco antiguas casas y bodegas en todo el entorno de Bexán, con la intención de que todas ellas terminen siendo restauradas para uso turístico. Al parecer, una de ellas estaría destinada a la vivienda familiar, mientras que las cuatro restantes se encaminan ya a convertirse ―casi con total seguridad― en acogedores alojamientos de turismo rural que disfrutan de unas vistas privilegiadas a los bancales de Chantada y el pueblo ribereño de Belesar, así como de la tranquilidad y la conexión con la naturaleza que ofrecen estas aldeas cápsulas del tiempo.