El snorkel es una modalidad de buceo que consiste en observar la vida marina mientras se flota en la superficie del agua. Para practicar este deporte, cada vez más de moda por su accesibilidad, solo es necesario utilizar unas gafas de buceo (o una máscara) y un tubo de respiración, aunque para nadar más eficazmente también sería recomendable emplear unas aletas.
Galicia cuenta con más de 1.400 kilómetros de costa e infinidad de arenales de arena fina y aguas cristalinas de color azul turquesa para hacer snorkel, si bien en los meses de verano, especialmente en agosto, huir de las grandes masificaciones puede ser algo complicado, pero no imposible.
La Costa da Morte es uno de los sitios más visitados de la provincia de A Coruña, pero aún quedan rincones en los que es posible relajarse y desconectar de la rutina. El caso de la playa de A Barda es un ejemplo que encaja a la perfección y, además, es un arenal perfecto para ponerse las gafas de buceo y salir a nadar.
Playa de A Barda
Ubicada en una pequeña ensenada donde fondean embarcaciones de pesca, esta playa de 155 metros de longitud es algo parecido al paraíso. Su arena es fina y sus aguas son cristalinas, por lo que, con un poco de suerte, verás a algunos de los peces que viven en la zona.
Este arenal es poco frecuentado por bañistas foráneos, incluso en los meses de verano, y está rodeado de vegetación, con árboles cercanos para recargar energías después de una sesión de snorkel. Aunque está abrigada de los vientos del norte, su oleaje es moderado y hay que tener cuidado, ya que no dispone de servicio de socorrismo.
La playa de A Barda es un enclave idílico de la parroquia de Guxín, en el municipio de Ponteceso, al que desearás volver más de una vez, aunque para aprovechar al máximo la visita a la Costa da Morte y seguir practicando snorkel, también son recomendables las playas de Talón y Gures, conocida por ser el Caribe gallego y con vistas al cabo de Fisterra, el Monte Pindo y las Islas Lobeiras.