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Conocida como la tierra de los mil ríos, Galicia despliega por todo su territorio un escenario de vibrante belleza donde el agua traza senderos mágicos entre los cientos de valles, montañas y frondosos bosques que se extiende de norte a sur de la región. Lo cierto es que su desbordante riqueza fluvial convierte a este territorio en un auténtico santuario natural. 

Cascadas de ensueño, pozas cristalinas, rápidos y pequeños saltos de agua esculpen el vasto terreno gallego, creando verdaderos remansos de paz y monumentos naturales que capturan la esencia más salvaje y misteriosa del noroeste peninsular. A lo largo del tiempo, los ríos gallegos también han ido dando forma a un espectáculo visual y sensorial único, invitando al viajero a adentrarse en la naturaleza y a dejar atrás los ritmos frenéticos del día a día.

Uno de estos rincones fluviales de ensueño se esconde en las entrañas de la península do Barbanza, en las tierras altas del municipio coruñés de Boiro. La conocida como Cascada de Cadarnoxo constituye todo un espectáculo natural digno de admiración.

Este salto de agua, considerado como uno de los más altos y majestuosos de Galicia, se desploma en una caída libre de más de 30 metros, cincelada por el mismo río que durante miles de años fue perforando y esculpiendo la superficie rocosa de esta zona hasta dar forma a la impresionante fervenza que conocemos hoy en día.

Una cascada esculpida por la naturaleza

Cascada de Cadarnoxo. Turismo de Boiro Boiro

En las proximidades del Monte Iroite, bajo las laderas verdes y agrestes de la península do Barbanza se esconde una de las cascadas más espectaculares de toda Galicia: la fervenza do Cadarnoxo. Lo más curioso de este salto de agua tiene mucho que ver con su origen y formación, pues el pequeño riachuelo que recorre estos montes coruñeses perforó durante siglos las rocas que ahora forman las paredes verticales de un rincón donde esta llamativa cascada segmentada es la gran protagonista.

El bautizado como Rego de Lampreeira o da Graña desciende de manera vertiginosa salvando un desnivel de más de 50 metros en un tramo que apenas ronda los 200 metros de longitud. La cascada do Cadarnoxo presume en este punto de una caída escalonada de más de 30 metros de longitud, cuyas aguas cristalinas descienden por una pared rocosa y repleta de vegetación en un espectáculo de la naturaleza realmente mágico.

De hecho, a los pies de la cascada también podremos observar una pequeña poza natural que los visitantes y senderistas aprovechan durante la temporada estival para disfrutar de un baño refrescante en un entorno casi virgen donde siempre reina la paz y el sosiego. Cabe destacar asimismo que en épocas de fuertes lluvias, el caudal de este riachuelo adquiere una fuerza y una belleza sin precedentes, por lo que los meses de otoño e invierno se postulan como el mejor momento del calendario para disfrutar del encanto único y fluvial de Galicia. 

Un tesoro fluvial desconocido 

Fervenza de Enseño. Turismo de Galicia Boiro

Dentro de los propios límites del municipio de Boiro, muy cerca de la monumental cascada de Cadarnoxo se oculta entre los densos bosques de la península do Barbanza otra joya fluvial conocida como la Fervenza Enseño o Lapeal.

Desde lo más alto del Monte Iroite, las aguas del antes citado Rego da Graña continúan su descenso desde Cadarnoxo hacia la parroquia de Cures, donde el curso fluvial dibuja este pequeño pero encantador salto de agua que presume, además, de una piscina natural en su parte más baja, ideal para refrescarse en las jornadas en las que el sol más aprieta.

La cascada en cuestión se encuentra divida en dos saltos de agua de diferentes alturas, aunque hay que tener en cuenta que el acceso a la parte alta de la misma resulta bastante complicado.