En los últimos años se han popularizado destinos al otro lado del océano Atlántico y del sudeste asiático, si bien para descubrir (y fotografiar) auténticos rincones de postal no es necesario viajar a la otra punta del mundo. Galicia alberga infinidad de tesoros naturales y patrimoniales que merece la pena visitar alguna vez en la vida como las Islas Cíes y la Ribeira Sacra, aunque para aquellos que quieran explorar otras zonas, existe un rincón secreto que muy pocas personas conocen.
Castilla y León y Portugal son destinos fronterizos que ofrecen a los viajeros multitud de pintorescos pueblos de montaña y aldeas medievales rodeadas de paisajes verdes. Por supuesto, no nos podemos olvidar de Asturias, ya que precisamente en este lugar se ubica una de las cuevas más increíbles del mundo. Se trata de La Cuevona de Cueves, en Ribadesella, y está a poco más de 2 horas en coche de Galicia. El viaje merece la pena (y mucho).
Esta cueva es la única vía de entrada al pueblo de Cueves y se puede atravesar en coche o caminando. Musgos, líquenes, hongos y algas se reparten a lo largo de los 300 metros de longitud que tiene la cueva, donde los visitantes también pueden observar extravagantes formaciones calcáreas, como estalagmitas, coladas, columnas y estalactitas. "El arroyo de Cuevas y la erosión que ha provocado durante miles de años es uno de los principales culpables de la formación de la cueva", apunta Turismo de Asturias.
La visita a la cueva es completamente gratuita y no es necesario reservar ningún tipo de entrada, solo tener ganas de disfrutar de una inmersión en un paisaje que permanentemente te invita a explorar. A pesar de estar a solo unos kilómetros de Ribadesella, se trata de un lugar "secreto". Esta caverna ha sido desde siempre el único acceso a la aldea de Cueves. Antiguamente el paso discurría por un vial habilitado por los vecinos, si bien ahora es un tramo de una carretera local que también se puede seguir recorriendo a pie.
La Cuevona es la antesala del precioso pueblo de Cueves, que presume de una privilegiada situación a orillas del río Sella y al pie de la montaña. En este lugar de Asturias reina la tranquilidad; aquí los hórreos y otras muestras de arquitectura tradicional conviven con apenas medio centenar de habitantes. Está a unos siete kilómetros de la villa de Ribadesella y para llegar hay que tomar el desvío hacia las Cuevas de Tito Bustillo.
Una vez que hayamos pasado los pueblos de La Huertona y Sardalla encontraremos una señalización que muestra el camino para llegar a Cuevas del Agua. En el margen izquierdo de la carretera se encuentra una zona habilitada para el estacionamiento de vehículos, si bien también es posible atravesar La Cuevona en coche, aunque eso sí, con mucho cuidado, ya que es habitual que los visitantes hagan el trayecto caminando para apreciar magníficas formaciones calcáreas como estalactitas.
Si el tiempo acompaña, los amantes del senderismo pueden aprovechar la visita a Cueves para hacer una bonita senda: la Ruta de los Molinos. Tiene 9,5 metros de longitud y es apta para bicicletas de montaña. Este camino permite a los turistas admirar varios molinos tradicionales, algunos de ellos rehabilitados. Se completa en 3 horas y comienza en una pista señalizada que asciende a la carretera a Tresmonte.
Otras cuevas increíbles de Asturias
La Cuevona de Cuevas del Agua es una de las pocas cavidades que se puede atravesar por carretera, si bien en Asturias hay otras grutas naturales de gran belleza geológica que merece la pena visitar. Es el caso de la Cueva de Avín, en plenos Picos de Europa, en la entrada del pueblo de Avín, en Benia (Onís). A lo largo de un recorrido de 500 metros de longitud los visitantes encontrarán reproducciones a tamaño real de la hoy extinta megafauna que habitó la zona durante el Pleistoceno, como mamuts, rinocerontes lanudos y megaloceros.
Cerca de Les Llanes se ubica la Cueva Deboyo, una cavidad de origen kárstico por la que discurre el río Nalón. "Literalmente el río desaparece bajo la montaña y vuelve a aparecer unos 200 metros más abajo", destaca Turismo de Asturias. Su interés, además, es mayor porque es donde habitan la mayoría de murciélagos del Parque Natural de Redes, como el murciélago de herradura mediterráneo, el murciélago de ribera y en menor medida el murciélago grande de herradura, murciélago enano y murciélago de cueva.
Si estás de visita por Asturias, la Cueva Huerta es un plan perfecto para disfrutar con amigos o en familia. "La visita guiada se desarrolla por una pasarela de madera con un recorrido aproximado de 300 metros, y es apta para todo el mundo. La única dificultad que tiene es subir y bajar escaleras. No es necesario ningún tipo de calzado ni de ropa especial, tan solo que sea cómoda y que facilite la movilidad", recomienda Turismo de Asturias.
En último lugar, y no por ello menos importante, las Cuevas de Andina se localizan en el pueblo de Andía, en un valle semicerrado de roca caliza de gran relevancia arqueológica. Declaradas Monumento Natural en el año 2002, las cuevas son recorridas por un arroyo que desemboca en el río Mazo y conjunto de interés geológico de gran belleza natural, "en la que se combinan caprichosas formaciones rocosas con el verdor exuberante y colonizador de la naturaleza asturiana".