En otoño nos volvemos más perezosos a la hora de planificar una salida. Los días son más cortos y el tiempo no siempre acompaña. Esta época del año, sin embargo, es una de las mejores para hacer excusiones de senderismo. Cada estación tiene sus colores característicos y en otoño las tonalidades predominantes son los marrones, mostazas, rojizos, anaranjados y cremas. El paisaje se cubre por las hojas caídas de los árboles y la estampa de los bosques gallegos bien podrían ser una auténtica foto de postal.
El senderismo es una actividad para todos los públicos. Hay recorridos de dificultad fácil y moderada asumibles en cualquier época del año y recomendadas para públicos de todas las edades y condiciones físicas. Es un plan completamente gratuito y para disfrutar de la experiencia al máximo solo hay que tener ganas de pasarlo bien y calzarse unas buenas botas. Hoy en Quincemil te desvelamos cinco rutas que podrán hacer mayores, niños e incluso mascotas.
Ruta de Seixo Branco (Oleiros)
Coruñeses y visitantes suelen aprovechan los fines de semana para pasear por el Paseo Marítimo y otros espacios verdes de la ciudad como el Monte de San Pedro o el Parque de Santa Margarita, pero más allá de las zonas urbanas, el área metropolitana de A Coruña ofrece infinidad de propuestas para recorrer caminando. En pleno Golfo Ártabro, la Costa de Dexo-Serantes se extiende entre el puerto de Lorbé y el faro de Mera, y ofrece a los amantes del senderismo una bonita ruta en la que la riqueza de flora y fauna es acompañada por un paisaje espectacular en una costa quebrada por acantilados y grutas.
La ruta de Seixo Branco es un espacio natural de gran riqueza biológica, rica en cuarzo, integrada en la Red Gallega de Espacios Naturales Protegidos. Se trata de un sendero fácil de completar, ya que la distancia es de solo 5 kilómetros. En menos de dos horas es posible completarlo. Está señalizado a lo largo de su recorrido y es muy cómodo gracias a sus caminos. Mientras caminas sobre los acantilados de Seixo Branco podrás divisar una de las mejores panorámicas a la Torre de Hércules. En la lejanía también pueden intuirse el Cabo Prioriño y el Puerto Exterior de Ferro.
Ruta de Costa da Égoa (Carral)
El famoso Roteiro Mariñán se prologa durante 12 kilómetros. Es un sendero sencillo, aunque para realizarlo debemos dispone de unas 3 horas y 30 minutos. La ruta comienza en la iglesia de San Esteban de Paleo y a lo largo del recorrido podremos contemplar los conocidos molinos de Costa de Égoa, un conjunto de catorce molinos construidos en el siglo XVIII para moler el grano que abastecía a toda esa zona y que se van dispersando por la orilla del Rego do Batán.
El Pazo de Vilasuso y el Pazo das Cadeas son otras construcciones de interés de la ruta de Costa da Égoa. Los dos primeros kilómetros transcurren por pista asfaltada, pero a partir de ahí comienza la parte más interesante: un tramo de bosque y la subida del Monte Meán, algo más dificultosa.
Ruta de Paderne (Coirós)
El Aula da Naturaleza de Chelo, en la parroquia de San Salvador de Colantres, es el punto de partida de esta bonita ruta circular que comienza a orillas del río Mandeo. Tiene una longitud aproximada de 10,4 kilómetros y la duración para completarla es de 3 horas y 30 minutos. En el primer kilómetro encontraremos un desvío que conduce a la ruta de O Bocelo SM12, pero nosotros deberemos seguir recto hasta llegar al Puente de Teixeiro.
En este punto nos desviaremos a mano izquierda por un camino que nos llevará hasta el Campo dos Caneiros para después continuar por un pequeño sendero, que encontraremos a mano izquierda y que nos conducirá a una zona más arbolada con un pequeño merendero cubierto para recargar energías antes de continuar con la ruta.
A lo largo del sendero los visitantes podrán descubrir la flora y fauna que vive en la zona, así como disfrutar de la Casaca de Mainzoso y de los antiguos Muíños de Teixeiro.
Ruta da Fervenza de Belelle (Neda-Ferrol)
La Ruta da Fervenza de Belelle transcurre a lo largo de 7,5 kilómetros y se completa en poco más de 4 horas. Se trata de un sendero circular de baja dificultad, por lo que es un plan perfecto para ir con niños y animales. El camino guarda una sorpresa nada más comenzar: una cascada con un salto de agua de unos 45 metros de altura. Es en otoño e invierno cuando la caída de agua lleva su mayor caudal, aunque en verano también es buena época para refrescarse y hacer una de las rutas de senderismo que parten en la zona, algunos más cortos y otros más extensos.
La Fervanza de Belelle, también conocida como cascada de O Marraxón, se encuentra situada a apenas unos 300 metros en ascenso desde la antigua central hidroeléctrica. Quizás no sea la cascada más famosa ni tampoco la más grande de Galicia, pero la Fervenza de Belelle es una de las cascadas más mágicas que podemos encontrar en los alrededores de Ferrol. Durante la época estival es un rincón ideal para el baño, ya que a los pies de este salto se forman varias pozas naturales, mientras que durante los meses más fríos se puede admirar la fuerza del agua tanto desde los márgenes de la cascada como desde el mirador situado a escasa distancia de su base.
Ruta da Carballeira (Sobrado dos Monxes)
No hace falta alejarse mucho de A Coruña para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Sobrado dos Monxes, un municipio de la provincia de A Coruña que limita con Curtis, Melide, Boimorto, Guitiriz (Lugo), ofrece a los amantes del senderismo una bonita ruta para completar en familia o con amigos. Si el tiempo acompaña, es una excursión perfecta de fin de semana para disfrutar de la naturaleza y la historia, ya que el sendero pasa por un monasterio medieval de gran belleza: el Monasterio de Santa María de Sobrado, construido en el siglo X en arte cisterciense.
La ruta comienza al lado de la plaza del Ayuntamiento, donde podremos aparcar nuestro coche, y continúa por la carretera AC-934, junto a Monasterio, hasta alcanzar el desvío que nos lleva al inicio de la Ruta da Carballeira. A lo largo del paseo se suceden pequeños grupos de casas que se alternan con sendas de carballos, unas estratégicas pasarelas de madera y un mirador desde el que obtendremos unas magníficas vistas al Monasterio de Santa María de Sobrado. Si te quedas con ganas de más, también puedes completar la Ruta dos Muíños, próxima a la famosa Casa do Queixo.