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Arroz marinero, carne a la piedra y postres únicos: Comer en A Coruña es "Gloria Bendita"
Paellas a domicilio para hasta 20 personas, "platos de convento" y una curiosa decoración que se divide entre un convento franciscano y una taberna marinera son parte de los atractivos de este restaurante coruñés que sigue conquistando a los comensales desde 2013
18 septiembre, 2020 16:34En 2013, Alfonso Longhi y su mujer Eleonora Ottani abrieron las puertas del "Gloria Bendita" (Riazor, 2) en una ubicación inmejorable a pocos metros de las playas urbanas coruñesas y con una curiosa mezcla de ambientes en los comedores, que se dividen entre taberna marinera y otra zona que imita el interior de los conventos franciscanos. La oferta gastronómica se centra sobre todo en arroces (cuentan con servicio de paellas a domicilio para un máximo de 20 comensales), carnes a la piedra y exclusivos postres con recetas únicas en las que tiene mucho que ver la abuela de Ottani, una cocinera premiada en Bolonia (Italia) por sus elaboraciones.
La pareja se embarcó en esta aventura con experiencia previa en hostelería y cocina, ya que Longhi trabajó durante 17 años como cocinero en barcos mercantes y ha llegado a tener un restaurante en la selva amazónica en una zona próxima al río Napo, uno de los principales afluentes del Amazonas, con actividades de riesgo orientadas sobre todo a norteamericanos. Por su parte, Ottani se formó en hostelería gracias a que su familia regenta un hotel próximo a la costa del Adriático.
Ambos se sienten afortunados porque en estos años han cosechado una clientela fiel "que responde en todo momento" y más en este año difícil debido a la pandemia. Sus metas de futuro son claras: seguir con su filosofía de buena comida y sorprender a los clientes con nuevos platos y sugerencias semanales, además de renovar la carta cuatro veces al año "para que sea viva y permite a los comensales probar de todo". En el "Gloria Bendita" tampoco se descuida la bodega y cuentan con entre 50 y 55 referencias de vinos de distintas denominaciones pertenecientes a multitud de bodegas españolas.
Platos de convento, pescado al horno y carne a la piedra
Longhi y Ottani comparten la misma forma de ver la gastronomía: creen en las casas de comidas, "en los restaurantes que se mueven a través del aprendizaje de la comida de las abuelas" y el nombre del establecimiento se debe a que querían evocar la idea en el comensal de que ir a comer allí es "de lo que más puede hacer disfrutar a alguien por la buena comida".
Los arroces marineros son uno de los puntos fuertes de la carta y trabajan en ellos sobre todo con marisco de concha como las almejas o las zamburiñas y el dueño del restaurante cuenta que las variedades más demandadas son el arroz caldoso de bogavante o el de carabineros, a parte de la decena de tipos que tienen en el menú. A parte, disponen de una amplia línea de paellas tanto para consumir en el propio restaurante como para llevar a domicilio: paella valenciana, de pulpo, arroz negro, de varios tipos de carne, de marisco o de chocos son algunas de las apetecibles opciones.
En cuanto a pescados, la especialidad del restaurante es la dorada al horno (que se sirve con patatas horneadas, tomate rosa y pimientos italianos), además del bacalao (en tres elaboraciones distintas) y el rape. En la oferta del Gloria Bendita también tienen cabida los tatakis, ceviches, tiraditos de corvina o salmón (elaboración peruana consistente en distintos tipos de pescado semicrudo en láminas que se maceran y cocinan con unas vinagretas y se les añaden salsas que le aportan el toque picante) y atún rojo.
Los clientes también pueden probar los denominados "platos de convento", a los que Longhi llama así "porque son de interior y no de mar". En esta parte del menú se incluyen carnes a la parrilla o a la piedra y en el restaurante se trabajan sobre todo chuletones, entrecots, solomillos o elaboraciones tipo tataki con carne prácticamente cruda macerada en salsas. "Muchos de los clientes vienen sólo para tomar las carnes a la piedra. Los chuletones se sellan y se filetean para servir en la mesa con tres tipos de sal y una piedra caliente sobre la que los comensales pueden hacer la carne a su gusto", detalla. La carne asada y las carrilleras también son otras variedades disponibles, al margen de las croquetas Gloria Bendita de jamón ibérico o de chipirones en su tinta "que son las que más triunfan", según confirman los responsables del local.
Utopía de chocolate y delicias que llevan Italia al paladar
La utopía de chocolate es una de las opciones estrella para un broche de oro a una buena comida en el Gloria Bendita, tanto por su sabor como por su aspecto. Este postre está integrado por una media esfera de chocolate blanco que cubre su interior que está compuesto a su vez por brownie de chocolate, fresas, frutos rojos y helado. En el momento de servir en la mesa se vierte chocolate negro caliente por encima, lo que provoca que la esfera se deshaga y deja ver el interior. "Es algo exclusivo creado por nosotros y casi todo el mundo que viene lo pide. Te comes chocolate blanco y negro recién derretido con estos elementos y es recomendable para compartir", explica Longhi.
Todos los postres son caseros y Ottani, la mujer del responsable del restaurante, ofrece sugerencias nuevas los fines de semana, a parte de no variar algunos clásicos que siempre triunfan como el clásico tiramisú italiano. Otras deliciosas opciones no recomendables para aquellos que quieran evitar el exceso de calorías, son las milhojas rellenas de ganache de chocolate blanco (nata mezclada en caliente con chocolate en trozos a partes iguales) con fresas en su interior y curioso helado casero de frutas y hortalizas o una tarta de queso que "montan al momento" y que se sirve con frutos rojos.
Una de las variedades más curiosas es la "piñata del abuelo", que recibe ese nombre por su original forma de dentadura y que está elaborada a base de bizcocho borracho con cointreau, ganache con fruta de la pasión, una capa de chocolate blanco consistente y helado de piña. A su vez, la bodega es un aspecto muy cuidado en el Gloria Bendita porque el vino es el mejor acompañamiento para carnes y arroces según sus dueños. "Nuestra base es apostar por los vinos clásicos de bodegas consolidadas y tocamos todas las denominaciones para que los clientes tengan la posibilidad de ir probando vinos de diferentes zonas de España como algunos exclusivos de Cádiz o de la ribera del Guadiana que sólo se venden en esas zonas", explica Longhi.
En cuanto a calidad precio, los responsables del local comentan que la media por comensal puede oscilar entre los 30 y los 50 euros y detallan que hay opciones para todos los gustos y los bolsillos: desde botellas de vino de 800 euros a chuletones de buey de 40 o picaña que asciende a 16. La media de comensales diarios es de entre 120 y 140 personas y esperan que a pesar de las numerosas dificultades que está trayendo el 2020 en general y en especial para el sector de la hostelería, puedan seguir con su rutina de éxito y dando bien de comer a los coruñeses que apuestan por el Gloria Bendita para deleitar sus sentidos con todo tipo de platos e infinitas y ricas opciones.