Laura Mirella Lastra y Diego Viñán, son socios y responsables del Picnic de Monelos (Avenida de Monelos, 57) uno de los locales más concurridos de esta zona de A Coruña donde los vecinos demandaban desde hace años un lugar agradable y cercano para poder tapear e ir de cañas, ya que en el barrio no abundan los negocios de este tipo. El establecimiento tiene una segunda localización (el antigua bar Trébede en Félix Acevedo, 9) y en ambas se sigue la misma filosofía: desayunos, comidas y cenas en los que abunda la variedad y comida casera de calidad, además de un rasgo diferencial: la tapa gratis de tortilla con la consumición. Hace meses contaban con un tercer bar en el centro, pero que finalmente no ha podido sobrevivir a causa de la crisis sanitaria y los gastos que ha conllevado la falta de actividad durante meses.
La aventura hostelera de ambos se remonta al antiguo bar Monelos también en este barrio, donde abrieron en 2014 y se dedicaban sobre todo a servir tapas, cafés y comida a domicilio con rapidez y eficacia en el servicio, hasta que el local se les quedó pequeño y decidieron trasladarse unos metros más abajo de la avenida que atraviesa el barrio para continuar atendiendo al público con todas las garantías e incorporando numerosas mejoras.
La actividad del Picnic en su localización actual en este barrio coruñés cercano a las estaciones de tren y autobús se remonta a 2016 y en la ubicación cercana a Expocoruña desde hace un par de años. "De una manera informal damos un poco de todo", explican los dueños del bar, que eligieron este nombre porque "es moderno, tiene pegada y se adapta al concepto de servicio que ofrecen con la tortilla como elemento principal unido al demandado servicio de comida para llevar".
Empezar el día de manera saludable con 10 tostadas distintas
El Picnic atiende a la clientela en todos los momentos del día y se puede empezar la jornada con un completo desayuno adaptado a todos los gustos. A un zumo de naranja natural y un café Siboney 100% Arábica premium con leche Leyma fresca, se les puede añadir como acompañamiento una decena de tipos de tostadas de pan de Carral elaboradas exclusivamente para el establecimiento.
Jamón ibérico, tomate, mantequilla o mermelada son algunas de las opciones clásicas pero de cara al público que opta por "cuidarse" más, la carta del Picnic dispone de: tostadas con aguacate y tomate o de queso crema con nueces y miel, además de variedad de leches (de avena o de soja sin transgénicos) y bizcochos caseros (nueces, de naranja, limón, yogur, chocolate…). "Intentamos tener una oferta amplia por si alguien viene todos los días, que no se aburra. En los desayunos también tenemos tortillas", explica Lastra.
Esta apuesta por la tortilla como elemento estrella de la carta y como atractivo con tapas que acompañan a la bebida, surgió de la antigua labor de Laura como camarera en el bar Trébede, donde se hacían muchas especialidades distintas de este clásico de la cocina. En el Picnic, con cada consumición se consulta al cliente si prefiere tortilla normal, con cebolla o combinada (de pimientos, tomate queso y orégano, chicharrones y queso, gulas y gambas…). "El pincho gratis empezó a funcionar como un reclamo para que la gente supiese que hacemos buena tortilla con aceite de oliva virgen y patata gallega, estilo betanceiro", afirma Viñán.
"Tortiburger" y opciones veganas
La carta del Picnic se caracteriza por su amplia variedad de opciones y calidad, ya que se sirve comida casera. Entre lo más demandado se encuentra: croquetas de jamón ibérico, delicias de pollo, croca, secreto, calamares, variedad de ensaladas, chipirones, albóndigas guisadas o carrilleras al vino tinto estofadas. "Vamos incorporando siempre cosas nuevas y recientemente hemos añadido tallarines con pollo, boloñesa o al pesto y todas las salsas las hacemos nosotros. Son sobre todo platos que se adaptan mucho para llevar como arroces salteados con pollo o verduras con salsa de coco y curry o también con ternera y salsa teriyaki", detallan ambos socios.
Una de las últimas innovaciones que están probando en la carta es la denominada "Tortiburguer", la que describen como "una hamburguesa que es a la vez tortilla". "Se trata de un bocadillo de tortilla planteado como una hamburguesa, con el pan, rúcula, tomate y cebolla y en lugar de la carne, una tortilla pequeña exclusiva para este formato que es jugosa y que contiene queso en su interior para explotar en la boca cuando le das el primer bocado", cuentan.
La oferta de hamburguesas cuenta con varios tipos, todos con carne de ternera natural y sin aditivos, pan rústico y patatas gajo. Una de las variedades es la Picnic burger (con lechuga, tomate, cebolla, salsa y queso cheddar), la Premium burger (con rúcula, mayonesa, cebolla caramelizada y queso de cabra a la plancha) o vegana (queso vegano, aguacate, salsa de mostaza, lechuga, tomate y cebolla con guacamole y hummus como acompañamiento). A su vez, dentro de las opciones veganas disponibles están: la tortilla vegana de patata elaborada con harina de garbanzo, salsa boloñesa vegana, delicias veganas o ensaladas como la de aguacate y mango (eliminando la salsa rosa que lleva habitualmente).
Postres artesanos gallegos y "tapas del día"
Antes de la pandemia, los postres en el Picnic eran caseros, pero debido a las circunstancias actuales el local conserva la Carrot cake en los desayunos y como opción de postre tras la comida o la cena junto a las deliciosas opciones en pequeño formato de Versos, una empresa gallega que elabora dulces gallegos artesanos en recipientes individuales para evitar desechar comida. Un aspecto que agradecen en el bar coruñés porque hace tiempo elaboraban los dulces en planchas grandes de los que siempre sobraba parte y muchas veces se veían obligados a desechar.
Tarta de oreo, clásicos como la tarta de la abuela, tarta de tres chocolates o de queso son algunas de las opciones para endulzar el paladar. Asimismo, uno de los proyectos del Picnic es recuperar progresivamente el concepto que trabajaban de "tapas del día", con cremas caseras en invierno para entrar en calor y platos como carne, pescado o bacalao al horno en formato tapa "para que en pequeñas cantidades la gente pudiese probar de todo", afirman los dueños del Picnic. Para beber, se puede optar por Estrella Galicia de bodega, vinos o refrescos y en cuanto a calidad precio, los socios subrayan que "son baratos para lo que ofrecen" y ponen como ejemplo que una persona que acuda al establecimiento y consuma un par de tapas y una bebida "no paga más de siete euros" (en el caso de añadirse un postre rondaría los 10).
El local es amplio y cuenta con una gran terraza de 10 mesas que sobre todo los fines de semana está muy demandada y obliga a algunos clientes a esperar a que quede espacio libre para poder tomar su consumición. La capacidad total del interior y exterior es de 112 personas aproximadamente y cuenta a su vez con una zona de mesas con parte de sofá "para sentirse como en casa". Asimismo, a raíz de la pandemia el Picnic cuenta dentro del bar con un obrador muy útil a nivel organizativo, ya que les sirve de almacén, algo muy necesario de cara a la gran cantidad de pedidos a domicilio que gestionan. Tienen su propia web para pedidos y trabajan al mismo tiempo con todas las plataformas de comida para llevar.