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De Marruecos al Agra do Orzán: Las carnicerías Halal de A Coruña
Alkarama y La Paz son los dos únicos negocios que venden este tipo de producto en el barrio. No pueden vender ni consumir carne de cerdo, porque lo prohíbe la religión musulmana, y la que venden solo puede estar sacrificada por marroquís, que deben degollar a los animales de cara adonde sale el sol
3 diciembre, 2022 06:00El Agra do Orzán es uno de los barrios más poblados y multiculturales de España y entre su laberinto de calles se encuentran negocios poco habituales en otras zonas de A Coruña: las carnicerías halal. Una de ellas es la Alkarama, en la calle Alcalde Lens 12, y su responsable es el marroquí Salah Ghayat Tamimi, natural de la región de Beni Melal, que ha seguido la tradición de su padre y su abuelo dedicándose al mismo negocio. Llegó a Galicia hace 24 años para vender un coche en Lugo, pero en su visita a la ciudad herculina, reconoce que se "enamoró" y no fue capaz de irse, sino que en cambio montó su tienda y trajo a su familia.
En su local no solo vende carne, sino que la define como "un supermercado lleno de todo" donde también poder adquirir desde productos latinos, árabes y musulmanes, hasta vestidos, instrumentos de cocina, alfombras para rezar o para la casa, muebles, adornos, teteras o mantas, entre otros. Sobre la carne halal, especifica que es un requisito imprescindible que los animales sean sacrificados por musulmanes practicantes de la religión, además de hacerlo mediante degollamiento y en dirección adonde sale el sol. "La carne halal no tiene sangre y es una carne de primera, muy buena, vendemos carne fresca sacrificada la misma semana", asegura.
En Alkarama está a la venta cordero, ternera, pollo, cabrito, conejo, pavo…todo menos el cerdo, que está prohibido en la religión musulmana junto al alcohol. También ofrecen salchichas, hamburguesas, salami, pollo adobado, salchichón o chorizo de pavo, todo halal y sin gluten. En esta línea, también son muy consumidos, según el responsable del negocio, el hígado y el corazón, que se comen en guiso con verduras, a la plancha o acompañados de cuscús, como los otros tipos. Aproximadamente, Ghayat calcula que puede vender a la semana un ternero y medio aproximadamente.
En su lugar de trabajo, junto al expositor de carne y sus herramientas para cortarla y envasarla, dispone de oraciones escritas en la pared y otros elementos que le recuerdan a su Marruecos natal para tener siempre presentes sus orígenes. A los pies del expositor, están ubicados grandes cubos de aceitunas aliñadas típicas de Marruecos, como las negras, sabor barbacoa o picantes, que se pueden comer con la carne o directamente solas como aperititivo.
Mucha demanda, buena conservación y propinas solidarias
Sobre la demanda de carne halal en su tienda y en general en el barrio, Ghayat asegura que es alta, y que la gente compra sobre todo ternera, pollo y cordero, incluso gente que no es musulmana. El bastila, pastel marroquí de pollo, es una de sus especialidades favoritas, consistentes en un hojaldre relleno de fideos y carne o pescado. El tayín es otra de las especialidades más elaboradas por la gente de Marruecos, de origen bereber y que lleva el nombre del recipiente de barro donde se cocina. Puede ser de carne picada, pollo o pescado. Sobre la conservación de la carne que vende, que se sacrifica la misma semana, detalla que aguanta en perfectas condiciones varios días y es apta para congelar.
Para aderezar las carnes, están a la venta en Alkarama diferentes salsas como la algeriana, barbacoa, picante u otra especial para pan de pita, además de dulces árabes y dátiles, cremas de cacahuete, mermeladas de todo tipo, siropes, legumbres, tomate concentrado, harinas, un agua especial para endulzar la fruta y lavar la cara e incluso gominolas halal (que no contienen grasa animal ni gluten). Entre las bebidas, destacan una gran mayoría elaboradas a base de frutas tropicales o manzana, además de otros elementos como especias: comino en grano, comino molido, pimienta negra, cúrcuma…Otros productos disponibles son pescados como el atún o las sardinas, higos o leche fermentada tipo Kefir (producto lácteo similar al yogur líquido y fermentado).
En Alkarama también prima la solidaridad y antes de terminar el Ramadán (para los musulmanes el mes de ayuno, oración, reflexión y comunidad), los compradores que lo desean entregan una propina en el negocio. Un dinero que es enviado a Marruecos para ayudar a una asociación de mujeres con cáncer. En 2021 se consiguieron recaudar más de 1.000 euros y este 2022 se han superado los 800. Asimismo, Alkarama comparte la venta de la carne halal con la vecina carnicería La Paz (Entrepeñas, 30), temporalmente cerrada por motivos personales.