En los años 40 A Coruña contaba ya con uno de sus clásicos: el Café La Dársena. Este negocio continúa con buena salud a día de hoy y como sus mismos responsables aseguran "sirven desde 1944 el mejor café con vistas de A Coruña". Razón no les falta porque tanto desde su terraza, un paraíso en días soleados, como desde el interior a través de su grandes cristaleras, se puede contemplar una panorámica única del Parrote, los barcos amarrados y los grandes cruceros que llegan a aguas coruñesas.
Al frente está Jorge Espasandín, representante de la tercera generación de la familia que tiene en propiedad el local. Es nieto de los dueños y desde hace 18 años trabaja con su padre entre las cuatro paredes que le vieron crecer a él y a su progenitor, que colabora en el local desde que tenía 10 años y ya ha soplado las velas de su 49 aniversario.
Su familia llegó a tomar las riendas a raíz de que su abuelo, emigrante en Argentina, volviera a Galicia, y tras conocer a su abuela en A Coruña y con la experiencia hostelera de ambos (la familia de su abuela está relacionada con negocios como El Rey del Jamón o Jamonería El Pinar), montaron el bar Villasan en Cuatro Caminos y una droguería en el entorno de la estación de tren. Posteriormente los años y las necesidades hicieron que se quedasen sólo con La Dársena y acertaron.
Según los primeros registros que se tienen del establecimiento y la memoria de algunos clientes longevos de toda la vida, La Dársena inicialmente era un taller de embarcaciones y carruajes que estaba cerca del astillero de A Coruña. Una zona humilde cercana a la calle Taberna, donde vivía la alta sociedad, que quiso diferenciarse de los trabajadores poniendo las puertas de sus viviendas por detrás de la fachada donde ahora se encuentra el negocio, según rememora Espasandín, que consultó toda la documentación por curiosidad recientemente.
Cuando se transformó en local de hostelería y trabajaban allí sus abuelos, se servían tapas como callos o calamares y los dueños de antes de su familia incluso vivían en el altillo del establecimiento que estaba acondicionado como vivienda.
Sobre el aspecto del local, apena se han hecho cambios, manteniendo siempre la intención de que siga vivo el ambiente clásico que lo caracteriza con techos altos o un suelo hidráulico que llama la atención y que inmortalizan decenas de clientes. Debido a la afición de la gente por sacar panorámicas de la Dársena de A Coruña desde las mesas del interior de la cafetería, decidieron poner el nombre del negocio en el cristal para que todas las imágenes quedasen con su particular marca de agua.
Café con hielo especial y plató de cine
Lo más demandado es el café con hielo, según corrobora Espasandín sobre el negocio que regenta y que reconoce que funciona muy bien en primavera y también en verano. El vermú es otro de los grandes atractivos, sobre todo los fines de semana (disponen de cuatro clases: Nordesía, Martini, Petroni e Izaguirre). Sus clientes son tan especiales para ellos que casi les consideran familia, y además de apreciar su gusto por el café y el vermú, están inmersos en un proyecto de inmortalizarles a todos para el recuerdo con la ayuda de un fotógrafo de la prensa local coruñesa.
Sobre el éxito del café con hielo, Espasandín expone que surgió porque querían ofrecer algo diferente y un café "más natural y de calidad". Esta modalidad la hacen con coctelera y lo ponen en la mesa ya servido y con pajita, es decir, evitando que el cliente tenga que hacer el trasvase de la bebida de la taza caliente al vaso con hielos.
En las paredes de La Dársena se puede aprender de la historia de A Coruña gracias a fotos antiguas de la ciudad de Foto Artús, además de poder apreciar la gran transformación de la urbe mediante un mapa de hace décadas que muestra a la ciudad herculina en el pasado. El aura especial de la cafetería está plasmada incluso en la gran pantalla, ya que la última escena de ‘Código Emperador’ con Luis Tosar fue grabada en el interior, unido a otras iniciativas como fotografías para catálogos de Inditex o reportajes para publicaciones de la talla de VOGUE.
Como proyectos de futuro, Espasandín tiene en mente introducir en La Dársena desayunos o brunch para atender la demanda de "picoteo" que dice que han realizado algunos clientes y para ellos se está inspirando en proyectos hosteleros de Madrid y otras ubicaciones y así encontrar la fórmula perfecta que funcione en A Coruña y continúe con la dulce historia de este negocio querido en A Coruña.