La Confitería París es uno de los negocios clásicos de A Coruña y desde este jueves, 21 de diciembre, estrena nueva ubicación a pocos metros de la de siempre: se traslada de la calle de la Torre 8 a San José número 2. Este cambio se debe a que el local en el que llevaba este negocio familiar de confitería artesana desde 1983 no estaba en propiedad, por lo que los dueños han decidido trasladarse unos metros a un establecimiento propio donde tenían su obrador y al que han ganado parte del espacio para ubicar la nueva tienda.
Los deliciosos pasteles, pastas, tartas y bombones lucen en todo su esplendor en un nuevo establecimiento que se divide entre el negocio histórico que es y un toque actual, con paredes de color blanco y un espacio diáfano que dan hasta un cierto aspecto de boutique del dulce. Loli y Manolo son los artífices tras esta confitería, considerada la mejor de la ciudad por muchos coruñeses, y que han planteado esta nueva etapa en la zona de siempre porque no querían mudarse del barrio de Monte Alto.
Manolitos, milhojas, glorias, tartas selva negra o italiana son de los postres más demandados por la clientela, según Débora, una de las trabajadoras, que detalló a su vez que están introduciendo algunas innovaciones en lo referente al tiramisú, a pasteles semifríos de queso o mousse de tiramisú u otros a los que denominan bavarois, a base de mousse de chocolate con crumble de crema de avellana.
El cambio ha sido avisado con cierto margen a los clientes habituales pero entre ayer y hoy algunos aún preguntaban en la anterior ubicación de la confitería dónde se encuentra ahora su tienda favorita. En esta nueva vida, desde la confitería han introducido cambios como el formato caja en lugar de bandeja para transportar sus especialidades, lo que facilita a su vez un mejor almacenamiento en nevera a la hora de coger varios encargos.
El horario durante las Fiestas será continuo de 09:30 a 20:30 horas ininterrumpidamente pero en enero cambiará. El 25 de diciembre, Día de Navidad, es de los pocos que cerrarán, ya que incluso abren todos los 1 de enero por un motivo muy especial: la celebración de San Manuel, el santo de su fundador, al que homenajean deleitando a los coruñeses desde el minuto 1 de cada nuevo año sirviendo los mejores pasteles al menos hasta el mediodía.