La popular marisquería Manda Truco de A Coruña ha cerrado definitivamente. Este negocio histórico de la avenida de Navarra de Monte Alto, que abrió sus puertas en un complicado 1936, en plena Guerra Civil, ha servido a los coruñeses durante 88 prósperos años en los que ha evolucionado del ribeiro y los percebes a ser un local con los calamares en su tinta con arroz como plato estrella indiscutible.
Ahora, por motivos personales, el establecimiento está en alquiler y buscan un relevo "ilusionante", alguien a quien incluso la familia Álvarez estaría dispuesto a enseñar sus recetas de cocina casera para continuar con la estela del Manda Truco.
Pronto se cumplirá un año del cese de actividad de la marisquería (en marzo de 2023, antes de Semana Santa) y sus responsables desean pronto volver a ver el local en funcionamiento y en su máximo esplendor. Así lo corrobora Isabel Álvarez, nieta de Isabel, la fundadora del negocio e hija de las almas máter del restaurante, sus padres Lola y Ernesto. Este último empezó de niño en el local, al igual que Isabel y sus hermanos, que echaban una mano al salir del colegio en lo que ya consideraban casi "su primera casa".
Los inicios no fueron fáciles, ya que unido a los tiempos turbulentos en España en el 36, su abuela levantó el restaurante sola y llegó a la ciudad herculina desde Ourense tras quedarse viuda y con varios hijos a su cargo. El nombre del establecimiento tiene su origen en un cartel que lucía en la fachada en los primeros tiempos con el mensaje: "Alto aquí, o bo viño do Ribeiro manda truco". Tiempo después, comenzaron a parar allí percebeiros de San Amaro a tomar el ribeiro mientras la abuela de Isabel les cocía los percebes.
Años después tomaron las riendas el padre de Isabel, Ernesto, y su mujer, Lola, para después en 1998 coger responsabilidad ella y sus hermanos dirigidos por su hermano mayor Ernesto. Rememora que la primera localización de Manda Truco, que nunca ha salido de la Avenida de Navarra, era enfrente de donde ha estado desde 2021, en una pequeña casa de dos plantas cuya parte superior era la casa familiar de Isabel y su familia y adonde subían después de ayudar en el bar.
Tan solo hubo unos años de parón antes del cierre definitivo mientras se construyó el edificio de varias plantas donde hasta ahora se ubicaba el local.
Empanada de zamburiñas, pulpo y pescado a la gallega o a la plancha
La oferta gastronómica del Manda Truco giró siempre alrededor de sus grandes reclamos: empanada de zamburiñas, calamares en su tinta con arroz, marisco (percebes, centolla, almejas, navajas…), pulpo y buenos pescados frescos elaborados a la plancha o a la gallega (rodaballo, merluza, rape…) además de parrilladas de marisco. Últimamente se había puesto de moda entre la clientela el arroz con lubrigante u otros mariscos, según cuenta Isabel.
"Los calamares en su tinta con arroz eran el Manda Truco y tenían su clientela fija", asegura orgullosa, a la ve que confirma que el vino de la casa "salía muchísimo". No puede escoger momentos favoritos o clientela destacada porque hay demasiado bueno donde elegir, según afirma emocionada: "nos sentíamos muy queridos como familia por el público, adoraban a mi madre y hay clientes que ya no están porque el local ha estado abierto toda una vida".
Sobre el futuro incierto que le espera ahora al Manda Truco, que figura en un anuncio del portal inmobiliario Idealista como local de 80 metros cuadrados con posibilidad de alquiler por 1.500 euros al mes, Isabel y su familia pretenden que el relevo lo coja "alguien profesional con experiencia". Acerca de los futuros responsables, sueñan con que aceptasen aprender las recetas que funcionaron durante años en la marisquería: "sería precioso", reconoce, a la vez que apunta que no había secretos en la cocina de la marisquería, "tan solo cariño y buen producto".
"Sería bonito alguien que viniera con ganas, incluso alguien joven amante de la gastronomía con nuevas propuestas", desean a la espera de encontrar a alguien adecuado que reviva esta aventura hostelera tan exitosa y que quedará grabada en la memoria de generaciones de coruñeses.