Óscar Gómez Juárez destila México por todos y cada uno de los poros de su piel. Su acento, marcado y meloso, deja claro a cualquier interlocutor su lugar de nacimiento. La conversación con él, ligera y llena de referencias al país que le vio crecer, termina por confirmarlo. Hace décadas que no vive en Monterrey (México), pero sigue decidido a llevar su cultura allá donde vive, por ello ha decidido montar un nuevo local de hostelería en A Coruña: Mexican Vlend (Rúa Praza, 14, 15001 A Coruña), un local acogedor en el que probar las recetas de la abuela no es una opción, es una obligación. Está ubicado a pocos pasos del Mercado de San Agustín.
El propietario de este negocio acumula décadas de experiencia en el sector hostelero y, a pesar de ello, defiende que lo más importante lo aprendió "de chico", en Monterrey (Nuevo León, México), durante las largas tardes que pasaba con su abuela. Esas vivencias, dice, están reflejadas en cada una de las recetas de la carta del Mexican Vlend. "Quería traer a A Coruña las recetas de la abuela, preparaciones tradicionales, cosas que te transporten a México", explica el hostelero.
Un ejemplo de esas recetas 100% mexicanas es el mole, para él una parada obligatoria en la carta. Asegura que es "como comerse un pedazo de México", aunque con el toque personal de su familia: "La abuela para hacer el mole usaba siete chiles diferentes y también ponía un poco de chocolate para neutralizar el ácido. Es el mole con el que crecí y es el que tenemos aquí", explica Óscar.
A un recién iniciado en la comida mexicana, por ejemplo, también le recomendaría pedir las enchiladas como entrante. Se trata de una de las preparaciones más tradicionales de la gastronomía mexicana: tres tortitas de maíz enrolladas con un relleno de pollo y bañados en una salsa de tomate picante que se acompaña con arroz, lechuga y pico de gallo para aportar frescor a la receta. Eso sí, los detractores del picante no deben preocuparse, las recetas no pecan de atrevidas: "No quiero envenenar a nadie, por eso ponemos la salsa potente en la mesa, para que cada uno regule el nivel de picante de su plato en función de sus gustos", explica divertido Óscar.
No obstante, si lo que se quiere es salir de los clásicos, el restaurante también cuenta con preparaciones menos comunes como el pollo a la Margarita o las chalupas; preparaciones muy diferentes entre sí, pero que en ambos casos integran los míticos frijoles negros, un esencial en la cocina mexicana.
Transformar los clásicos
Es complicado entender la comida mexicana sin hacer una parada por las quesadillas y los nachos, probablemente una de las recetas más internacionales de su gastronomía. No obstante, es justamente en estos platos tan manidos en los que Óscar se permitió salirse de la receta de la abuela y aportar un toque de originalidad.
En Mexican Vlend los nachos no se presentan, como es habitual, en una gran fuente de totopos con las salsas y carnes colocadas por encima. El chef ha ideado un nuevo formato con el que cada comensal puede probar todos los ingredientes en conjunto de un solo bocado. "Busqué una forma diferente de hacerlos para que cada trozo tuviese su queso, sus frijolitos, su cebolla y pimiento y su carne. Así nadie tiene que andar peleando con el fondo de la fuente", detalla Óscar.
Entre esos clásicos, no puede faltar la bebida. Por ello, en el negocio cuentan con una gran variedad de cervezas típicas de México y licores como margaritas, tequila y mezcal. Estos últimos los sirven, de hecho, de la forma tradicional: en una jícara. Además, todos los licores provienen de México. "Tenemos mezcal con un gusano dentro, que es una cosa muy típica de allí", dice Óscar.
"Desayunos potentes, a la mexicana"
Mexican Vlend no es el único negocio con el que cuenta este mexicano. Regio Vlend, una cafetería ubicada en la calle Panaderas, también le pertenece. El café de especialidad, dice, es algo que no quiere descuidar. Durante su estadio en Estados Unidos, donde vivió varios años, trabajó en la famosa cadena Starbucks, una experiencia que, unida a la cultura cafetera de Latinoamérica, le animó a abrir una cafetería.
En Regio Vlend, no obstante, los desayunos son ligeros y rápidos de tomar. Pero Óscar buscaba algo diferente para México Vlend: brindar a los coruñeses la auténtica gastronomía mexicana, por eso añadió a la carta del restaurante un apartado especial de desayunos.
"En México desayunamos fuerte. Somos capaces de comer ya por la mañana unos buenos tacos con carne", asegura el empresario. "De hecho, hay muchas veces que los clientes me preguntan si pueden pedir platos del desayuno en el horario de cena", cuenta gracioso. La respuesta es siempre la misma: "Sí claro, coman lo que quieran". Y es que las recetas no es lo único que ha tomado prestado de su abuela, Óscar también practica la hospitalidad: "En México somos muy familiares, yo recuerdo que de niño todos los sábados festejábamos en casa de la abuela". Por ello, todos los platos de la carta son ‘veganizables’ y "cerca del 90%" aptos para celiacos.
Ahora, en Mexican Vlend han recuperado esa filosofía tradicional ofreciendo también desayunos. Entre los más destacados están los chilaquiles y los huevos rancheros. Los primeros son nachos con salsa picante, aguacate y crema agria y los segundos son huevos a la plancha con aguacate posados sobre una cama de tortillas de maíz.
Frida Kahlo, COCO y las calaveras
En lo relativo a la estética, el local tiene la capacidad de transportar a quien lo visita. En el interior priman los colores vivos y los guiños a la cultura mexicana. No falta, por ejemplo, un buen sombrero de mariachi, un cuadro de Frida Kahlo, banderillas colgadas de los techos e incluso la guitarra que toca Miguel, el protagonista de Coco, la película de Disney. Eso último puede no ser algo típico mexicano, pero es un filme que, recuerda Óscar, explica muy bien la cultura de su país: "Pues hasta nos reímos de la muerte", recuerda alegre.
Y sobre la muerte, Mexican Vlend está lleno de alegres y coloridas calaveras. Las más famosas son las de una figura compuesta por tres cráneos y cada uno de ellos cubre sus ojos, oídos y boca. El significado de esta pequeña figura es: "see no evil, hear no evil, speak no evil" (No ver el Mal, no escuchar el Mal y no decir el Mal). Curiosamente, el origen de esas figuras está en Asia, pero es uno de los elementos decorativos que más éxito tienen en Mexica Vlend. "Debería ponerles nombre a cada uno, acepto propuestas", comentaba durante la entrevista a Quincemil. Pocos días después, ya habían sido bautizados como Pancho Tito y Juan.
Mexican Vlend abre de lunes a viernes de 09:00 a 16:00 horas y de 19:00 a 23:00 horas; sábados de 11:00 a 16:00 y de 19:00 a 24:00; y domingos cierran por descanso.