Abundantes raciones de pulpo, raxo, croca o presa, acompañadas de lubina, sargo, o croquetas caseras se pueden probar en un recóndito local ubicado en Cambre (A Coruña). Se trata de un negocio con un ambiente inspirado en las típicas tabernas gallegas con mesas largas de madera donde grupos numerosos alargan las sobremesas. Su nombre es Vinoteca As Travesas.

Abrieron en 2012 y su gerente, Paulo Gestal, dirige este negocio familiar y también la Viña das Travesas en Ponte Pasaxe desde hace seis años, un establecimiento más enfocado a eventos. De profesión es electrónico pero acabó en hostelería gracias a su tío, que comenzó muy joven en el mundillo, con tan solo 18 años en la cadena de establecimiento Gasthof. Al tenerle como ejemplo, se animó a empezar con una cervecería y ahora está metido de lleno en el sector.

Rememora con nostalgia como hace 12 años empezaron la aventura de As Travesas en familia y han ido creciendo. La base de su proyecto hostelero es la cocina gallega con opciones para compartir al centro para que todo el mundo pruebe de todo y así resulte más rentable para los comensales.

Su oferta se centra principalmente en primeros y segundos platos y buenos postres y vinos (gallegos, cosecheros y de carta). El origen del nombre del local se debe a que en 1983 ya era la típica bodega gallega, a la que le dieron un lavado de cara para modernizarla.

Comida hecha al momento y espacio al aire libre

Entre las estrellas de la carta se encuentra el pulpo As Travesas o a la brasa. El primer tipo lleva cebollino, ajo, aceite y patata cocida y el segundo se prepara a la brasa y son piezas enteras de 800 gramos aderezadas con aros de cebolla y ajada, "el típico pulpo a la gallega pero cocinado a la brasa", matiza el responsable del local.

La croca con piquillo es bastante demandada, al igual que el calamar del día, el chipirón de la ría encebollado o la ensalada burrata, que se sirve templada e incluye queso burrata, setas y foie. A esto se unen las sugerencias del día, que cambian semanalmente, y pueden ser desde sargo a percebes o navajas si hay buen producto en el puerto.

Por semana, acuden asiduamente muchos empresarios o gente que trabaja por la zona y el fin de semana es más de familias con niños. Todo se prepara al momento y para maridar los platos, los vinos más destacados son el del Ulla de la casa que es de Teo en Santiago o el Albariño y Godello que son vinos cosecheros.

El toque dulce lo ponen las delicias de la repostera con sede en Cambre Enza di Piazza: desde tarta de queso con frambuesa o chocolate hasta otras de banoffee o de mousse de pistacho, sin dejar atrás las milhojas.

Muchos turistas, sobre todo en época estival, quieren vivir la experiencia en As Travesas, los más numerosos madrileños, pero también andaluces o catalanes y una gran parte de suízos, sobre todo en el mes de agosto. Uno de los principales atractivos es el ambiente que se forma cuando se entremezclan la parte interior y exterior del establecimiento al abrir el portalón que las separa cuando luce el sol, llegando a una capacidad máxima de 120 comensales.

El ticket medio, por ejemplo de cuatro raciones para seis personas, sin bodega se mueve entre los 20 y 22 euros y con vino subiría aproximadamente hasta los 30. Asimismo, un aspecto llamativo de As Travesas es el original mobiliario, dado que muchas de las piezas las han conseguido de segunda mano o en ferias de oportunidades a las que han acudido los dueños por Galicia adelante.

Algunos de ellos incluso los han restaurado ellos mismos y la decoración es de cosecha propia en función de los recortes que han ido cogiendo de locales y sitios que han llamado su atención.

El horario es de martes a domingo al mediodía de 12:00 a 16:00 y de 20:00 a 23:30 horas.