En el corazón del Agra do Orzán palpita un bodegón de los de toda la vida. Cientos de miles de coruñeses han pasado por esta bodega que triunfa por su embutido sin ni siquiera tener carta. En la calle Pascual Veiga se encuentra este rincón enxebre de la ciudad: Bodegas Cancelo, un local con 60 años de historia que conserva su esencia desde el primer día, a pesar de haber cambiado de dueños hasta en tres ocasiones.

Desde hace año y medio son un venezolano, César, y un coruñés, Óscar, los que regentan este local. César, vecino de A Coruña, vivió prácticamente toda su vida en la zona del Agra do Orzán, de hecho, tenía una cafetería en Villa de Negreira. Conocía de sobra Bodegas Cancelo. "Es el recuerdo de cualquier niño: es cerrar los ojos y se me viene a la mente el sonido de la cortadora y el olor a jamón nada más entrar", cuenta.

Fachada Bodegas Cancelo Quincemil

 

Hace aproximadamente dos años, Óscar se encontraba al otro lado de la barra cuando el que era el dueño en ese entonces del Cancelo se sentó enfrente de él -como de costumbre, pues era un cliente habitual-. "Me dijo que se iba a jubilar y que quería traspasar el local, no sé si me lo dijo como una indirecta o simplemente comentándolo, pero en aquel momento se me encendió una bombilla en la cabeza", señala. 

"No pudimos dejar escapar la oportunidad", cuenta su socio César. Era la fusión perfecta: uno tenía experiencia en negocios, y el otro en jamonerías. "Yo había trabajado en otros locales de este estilo. Llegué de Venezuela hace cinco años y encontré trabajo en hostelería. Tuve que renunciar a lo que había estudiado, pero no me arrepiento de haber tomado esta decisión", narra.

Interior Bodegas Cancelo Quincemil

Y fue así como tomaron en relevo del local. Si algo tenían claro era que no iban a cambiar nada. Cancelo quedaba en buenas manos. "Nos llevamos muy bien con el anterior dueño, al fin y al cabo muchos clientes siguen viniendo gracias a él. Nos visita semanalmente", indica Óscar. De ahí que conserven la misma clientela, los mismos proveedores y las mismas ganas. 

El combo más popular

Callos de Cancelo Quincemil

Como ya se comentó antes, la Bodega Cancelo no tiene carta. "El truco de la jamonería es la charcutería", reconoce César. Su especialidad son los callos, pero a mayores te puedes pedir el embutido que quieras y montarte tu propia tabla con lo que más te guste. "El combo clásico de las familias es el de jamón, queso y chicharrones", señala César. Aunque también los hay que se piden el chorizo picante. 

Si algo caracterizó siempre a Bodegas Cancelo fueron sus tablas de embutidos y los callos, pero César y Óscar -sin cambiar nada de lo anterior- decidieron añadir cecina. El local tampoco contaba con postre, así que incluyeron tartas para acompañar la sobremesa. Además de ofrecer chupitos en tazas, algo que "a la gente le hace mucha gracia, les sacan fotos porque es muy enxebre", comenta Óscar.

Tabla de embutidos Cancelo Quincemil

Vino de barril y abiertos de lunes a domingo

"Somos muy pocos en la ciudad los que tenemos vino de barril", cuenta César. No se puede ir a Cancelo sin probar su Ribeiro de barril, ya que "la madera potencia su sabor", coinciden los propietarios. Además de otras muchas opciones tanto de blanco como de tinto. 

El horario del establecimiento es de martes a sábado de 13:00 a 15:00 horas y de 19:00 a 00:00 horas, domingo de 12:00 a 16:00 y lunes de 19:00 a 00:00 horas.

Ribeiro de barril Quincemil

Además de Cancelo también cuentan con otra jamonería en Os Castros. Bodega O Carreteiro es el último local que han abierto. Mantiene la misma esencia que el primero, siendo este también un clásico en la ciudad.