Sentarte en la terraza de un bar, con buena compañía y una cerveza bien fresquita, no tiene precio. O en realidad sí lo tiene, sobre todo cuando te suben esos cuantos céntimos de más que marcan la diferencia. En los últimos años, se ha registrado un ligero, pero polémico, incremento en el coste de la cerveza rubia: de 1,9 a 2,50 euros, en algunos de los casos.

"Te invito a tomar una caña", no es una frase que se utilice tan a la ligera. El cambio del euro y algo a los 2 euros fue tan solo un aviso. Pero es que ahora en cualquier bar céntrico de A Coruña el precio no baja de los 2,5 euros salvo, claro está, alguna que otra excepción. 

Dependiendo la zona por la que te muevas, la cuenta puede ser mayor o menor, aunque ahora mismo no hay bares A Coruña en el que la caña esté por debajo de los 2 euros. Por ejemplo, en la zona de María Pita los precios pueden ascender hasta los 3 euros, aunque en otros barrios como Os Mallos tampoco bajan mucho: la caña cuesta unos 2,4 euros en la calle peatonal de Ángel Senra.

Varias personas tomando cerveza.

La cebada ha subido

A pesar de que la cerveza no está entre los productos que más subieron de precio en estos meses, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que engloba las bebidas alcohólicas y el tabaco, lo cierto es que desde junio del año pasado la sequía provocó un aumento del precio de la cebada, ingrediente fundamental de la cerveza, y que en la mayor parte de los casos es de origen nacional.

"El problema que hay no es que se haya incrementado el precio de la cerveza. El problema es que se han incrementado los costes que tenemos en hostelería. Ha subido el precio del alquiler, de la luz, de todos los alimentos... Al aumentar los gastos, esto repercute en el producto", explica Héctor Cañete, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña.

No es el mismo caso que otras bebidas. "Por ejemplo, el café ha subido proporcionalmente muchísimo más que cualquier otra bebida por los costes propios del café", explica Cañete. No es el caso de la rubia. Pero ¿por qué cuesta más en unas zonas que en otras? "La diferencia de precio de un barrio a otro es el coste del suelo", explica el hostelero.

Aun así, a lo largo de lo que llevamos de 2024 el IPC sobre las bebidas alcohólicas ha aumentado en Galicia desde el 2,5 de enero hasta el 4,8 del mes de julio, una variación de más de 2 puntos, según revelan los datos del INE. Algo que los hosteleros pudieron percibir, pero que no significó nada en el cambio de la factura.

Precio por zonas

Como bien explicó el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, el coste de la cerveza depende también del coste del suelo en el que se ubique el local. Así, en la plaza de María Pita, donde más te puede costar el alquiler de un establecimiento, los precios pueden ascender hasta los 3 euros, mientras que en el Paseo de la Marina rondan 2,5 euros.

Si nos trasladamos a la zona de Cuatro Caminos y hacemos parada, por ejemplo, en un clásico como La Cervecería, la caña de bodega tiene un precio de 2,3 euros, mientras que hace unos 10 años costaba 1,9 euros. Otros bares de la zona rondan los mismos precios, aunque sin subir esos 20 céntimos que marcan la diferencia.

Como bien comentábamos antes, la zona de Os Mallos, más humilde, no muestra una gran diferencia con el barrio vecino: hasta 2,4 euros se puede llegar a cobrar por la rubia. Lo mismo ocurre en la zona del Agra do Orzán, donde los locales más antiguos se han mimetizado con los nuevos, poniendo el precio medio que hay en la ciudad: 2,30.

Si nos trasladamos a Matogrande, los precios vuelven a subir, e incluso alcanzan el coste de La Marina. Una caña puede llegar a costar 2,5 euros. Bien es cierto que en esta zona es más probable que te pongan un pincho. 

En resumen, es difícil encontrar un sitio en el que la rubia esté por debajo de los 2,2 euros. Algo que llama la atención si echamos la vista atrás, a esos tiempos en los que nos llevábamos las manos a la cabeza cuando nos cobraban 2 euros por una caña en terraza.