El Café Universal de A Coruña cierra sus puertas en el número 1 de la calle San Andrés, pero "non é un adeus, é un ata logo". Así lo asegura el que ha estado al frente de la icónica cafetería durante los últimos 12 años: Xulio Vázquez, que deja el proyecto para darle un nuevo rumbo a su vida. El café cerrará este sábado con una fiesta de despedida, y reabrirá en las próximas semanas con otros dueños que intentarán mantener vivo el espíritu del "Uni".
El establecimiento, según ha podido saber Quincemil, pasará a manos del grupo CERO, del que forma parte el propietario del Casto de la calle Galera, Álvaro Veiga, que reiniciará la actividad del establecimiento a principios de noviembre.
Se introducirán algunos cambios pero confirma que apostará por la continuidad de la esencia única del Universal, del que además es cliente asiduo. El tema de hacerse con el local surgió de una conversación informal con Vázquez que ha terminado en un acuerdo profesional materializado en un contrato. "Actualizaremos los desayunos pero continuaremos con la línea de café de toda la vida y conservaremos la esencia cultural y parte del mobiliario", detalla.
"O Uni é o Uni e está sendo un pouco bombazo", relata el actual propietario aún por unos días, Xulio Vázquez, que se ha visto sorprendido por una oleada de cariño tras anunciar que deja el Café Universal. Y es que el establecimiento se ha convertido en la última década en un referente en el centro de la ciudad para personas de todas las edades, un espacio con carácter propio, punto de encuentro habitual en las tardes-noches, lugar elegido para tertulias y citas, y casi hogar de muchas coruñesas y coruñeses. "O Uni non é so para tomar unha caña, é un lugar de vida", valora Vázquez.
"Este Café Universal pecha, reabrirá dentro dun tempo, a miña idea era que a persoa que continuara tiña que manter na medida do posible o concepto. Non vai haber un Starbucks", asegura entre risas para disolver una de las principales inquietudes en cualquier persona asidua al café. Es decir, el "Uni" sigue, aunque lo hará de un modo algo diferente.
Vázquez ha sido el tecer gestor de la cafetería desde su apertura en 1993, sin embargo, lo suyo es la gestión cultural y llegó a este proyecto de casualidad, convirtiéndose en "unha circunstancia que cronificou enormemente". "A vida é así, o Uni acompañoume 12 anos da miña vida, tentei asumir o que era o Uni con responsabilidade, e con responsabilidade creo que o deixo en moi bo estado de forma", considera.
Así, el hasta ahora propietario pasa el testigo del establecimiento pero lo hace con ilusión, tanto por la nueva etapa que se abre para él, como por la que se abre para el café. En ese sentido, recuerda que "os cambios non son malos", y anima a no aferrarse demasiado a la nostalgia y dejarse en cambio sorprender por lo que ofrece la vida.
"O Uni representa para moita xente unha bolsa de memoria, de rutina, e de día a día, pero creo que é importante manter esa imaxe sen nostalxia. A cidade que queremos a construímos nós, entre todas, e hai que seguir construíndo cousas, é un paso máis", señala, y asegura que "a vida hai que vivila, hai vida por diante, e o Uni excédeme a min".
Para cerrar esta etapa el Universal celebrará una fiesta de despedida el próximo sábado 28 de septiembre. Será a partir de las 20:00 horas, en una velada que contará con la música de Dani Peligro, y que será la ocasión para "brindar xuntas polo que vén".
Café musical
El dueño a partir del lunes 30 de septiembre, Álvaro Veiga, concreta sobre el establecimiento que pasará a sus manos que se pondrán en contacto con la gente con la que el Universal colaboró hasta ahora a nivel exposiciones para continuar en esa línea.
"Queremos mantener al público fiel, añadiremos decoración propia y basándonos en nuestra experiencia hostelera abriremos nuevos frentes desde el Universal", explica.
El horario será desde por la mañana con desayunos, pasando por el tardeo y hasta las dos de la madrugada, orientada esta última franja horaria nocturna a una primera copa tranquila con música ambiental porque el Universal, al fin y al cabo, es un café musical.