Hace menos de un mes, dos argentinos han comenzado una golosa aventura en el Orzán de A Coruña que lleva asociada una bonita historia de emigración que tiene su origen en los abuelos gallegos de ambos. Se trata de Pilar Castiñeiras y Tomás Ferreira, ambos de Buenos Aires (Argentina), que a principios de septiembre han emprendido en A Coruña con su negocio 8 Mesitas, ubicado en la calle Cancela.
La materia prima principal de este goloso establecimiento son las tradicionales medialunas argentinas (similares a los croissant pero con una masa más dulce que se pinta con almíbar), un acompañamiento habitual del café en el desayuno porteño, concretamente dos unidades.
Ella ayuda en el mostrador los fines de semana y lleva la parte administrativa y de proveedores y él atiende a los clientes y desde las 06:00 horas cada mañana elabora los dulces en el obrador que tiene en la propia tienda.
La idea de 8 Mesitas surgió porque él siempre llevaba a las reuniones sociales sus medialunas y le propuso a ella venderlas porque consideraba que el producto era bueno. Empezaron a vender primero a conocidos y cuando comenzaron a tener nombre se aumentaron los pedidos a amigos de amigos y más personas externas. Dado el auge, consideraron que era el momento de abrir un local.
Todo esto surgió en el momento en que Castiñeiras hizo las maletas desde su Argentina natal para mudarse a Galicia, tierra de sus cuatro abuelos (naturales de Val do Dubra, en Santiago), para cursar en A Coruña un máster de Dirección de Proyectos integrado en las becas BEME (Bolsas Excelencia Mocidade Exterior 2024).
Tuvo que hacer un TFG y decidió llevar a cabo la idea de 8 Mesitas por si algún día se concretase y hoy en día es toda una realidad. En este cambio radical de vida decidió acompañarle Ferreira, cuya abuela tambíen es gallega y natural de Betanzos (A Coruña). "Nos vinimos sin una idea clara de quedarnos pero nos enamoró Galicia y A Coruña en particular. Se acaban de cumplir dos años desde que vinimos", cuentan.
El nombre del local se debe a que los abuelos de ella eran gallegos y en algún momento todos se de dicaron a la gastronomía. Su abuelo materno en Argentina trabajó como camarero y cuando juntó bastante dinero montó un bar con ocho socios en el que tenían ocho mesas. "Nunca se llamó así el establecimiento pero él se refería al bar como 8 mesitas y terminó vendiendo su parte al resto de los socios para montar su propio negocio", rememora.
Moños o torta negra
En el 8 Mesitas también elaboran moños, un dulce parecido a los lazos a base de membrillo y crema pastelera, un ingrediente con el que también hacen las medialunas, añadido al dulce de leche. Por su parte, la torta negra es un postre típico de Argentina elaborado con la misma masa de las medialunas.
Se adereza por encima con azúcar negro teñido, al que en Argentina, según los responsables de 8 Mesitas, le llaman "fantasía". "Teñimos este dulce con melaza de caña para conseguir el efecto negro porque aquí no hay este tipo de azúcar", detallan, a la vez que dejan claro que todo se elabora de manera casera en el propio local.
El proceso de las medialunas concretan que es parecido al de los croissant y tiene un trabajo arduo detrás. Una vez elaborada la masa tiene que reposar hasta el día siguiente para ser laminado y darle forma, un proceso de unas 48 horas. También tienen cajas y combos disponibles y el más demandado es el surtido, que combina los diferentes dulces elaborados en 8 Mesitas para poder probar de todo.
"El coruñés tiene paladar exigente", aseguran, motivo por el que ya tienen en mente incorporar rellenos que les ha demandado el público en estas pocas semanas abiertos: Lotus, Oreo, pistacho... En cuanto a precios, consideran que se esfuerzan porque "sean asequibles manteniendo la calidad" y las medialunas oscilan por unidad entre 1,20 y 1,60 euros.
"Mucha gente vuelve y lo habitual es llevar una docena de medialunas", explican, mientras que ya están estudiando la posibilidad de funcionar también en plataformas de delivery ante las inclemencias meteorológicas del otoño e invierno gallego que muchas veces no invitarán a pasarse presencialmente por la tienda.