Puede que estas sean las últimas navidades de la confitería Glaccé. Las puertas de la famosa pastelería se volvieron a abrir este viernes con los primeros roscones del año. Al no haber ningún comprador interesado, la familia decidió retomar la actividad del negocio por Navidad, y muchos no quisieron perderse la oportunidad de comprar el que podría ser su último roscón en la famosa pastelería de la plaza de Vigo.

Mari Carmen Gómez, actual dueña de Glaccé, sorprendió a todos los coruñeses al poner el negocio a la venta en julio de este año. La jubilación se acercaba para ella y para su hermano, y consideraron que ya era la hora para poner fin a un legado generacional dedicado a la repostería.

Después de anunciar la venta del local por el módico precio de 800.000 euros, la familia se fue de vacaciones. Eran unas vacaciones indefinidas, pues en el momento en el que surgiera un comprador, Glaccé echaría el cierre. Sin embargo, llegada esta fecha, todavía no se ha pasado ningún interesado por el local, por lo que la oferta sigue en pie. 

"Mañana viene Amancio Ortega y dice que quiere montar aquí una tienda, y esto es suyo", explica la sobrina de la dueña de Glaccé a Quincemil. Con ello, no quiere decir que el gigante de Inditex se vaya a interesar por este negocio histórico de la ciudad -o sí-, a lo que se refiere es que, "mañana mismo aparece un comprador y tenemos que cerrar".

Puede que esta sea la última oportunidad que tengas para comprar el famoso roscón de Reyes de Glaccé. De ahí, que esta mañana ya se pasaran los primeros compradores. Un cliente habitual salía del establecimiento esta mañana con su roscón. Para él no es "de Reyes": "Es de todo el año".

800.000 euros piden por Glaccé

Ubicado en la calle Menéndez Pelayo, en la zona Plaza de Vigo, un total de 176 m2 distribuidos en zona de atención al público, con una amplia estancia anexa, aseo, obrador/horno, almacén y patios. La inmobiliaria Carballido publicó en julio de este año el anuncio de la confitería por valor de 800.000 euros.