El alumbrado navideño ya ilumina las calles de las urbes gallegas y la cuenta atrás para fechas señaladas como la Nochebuena y Nochevieja ha comenzado. La época más mágica del año es sinónimo de reencuentros y de reuniones familiares alrededor de una mesa. Y es que no hay mejor plan que disfrutar de una agradable comida y cena con nuestros seres queridos. 

Cada familia tiene sus propias tradiciones, aunque en Galicia el marisco es el protagonista absoluto. Cigalas, nécoras, centollas, vieiras, zamburiñas y mejillones se sirven cocidos o al natural, acompañados de limón y, en otras ocasiones, de salsa vinagreta. Si bien hay otro producto que tampoco falta en esta época del año: los percebes.

Vuelve a casa por Navidad

Hay muchos lugares de Galicia donde disfrutar de un buen plato de percebes, aunque si te encuentras en la Costa da Morte deberías dirigirte a Corme. La historia de esta villa está unida al mar y los percebes de O Roncudo son una de sus grandes señas de identidad, considerado los mejores del mundo. Al igual que Lalín (Pontevedra) es la capital del cocido, Corme (A Coruña) es la capital de los percebes, el rey de las cenas de Navidad.

La historia de Corme-Porto no podría entenderse sin el mar, cuyo vínculo se remonta a los asentamientos más milenarios de la localidad coruñesa. Este crustáceo, que vive pegado a las rocas, se recolecta a pie de la zona intermareal. Los percebeiros son los profesionales del mar dedicados a la extración de manera artesanal. Se distribuye principalmente por el océano Atlántico y el mar Cantábrico, sin presencia alguna en el Mediterráneo.

Es considerado el rey del marisco, así como de las cenas de Navidad por su exquisito sabor. La mejor temporada para su consumo es la de invierno, aunque se encuentra en el mercado casi todo el año. De hecho, la villa marinera de Corme celebra en verano la tradicional Festa do Percebe. El evento se lleva realizando desde el año 1992 para exaltar el producto más típico de la zona, si bien la programación incluye otras actividades de carácter lúdico-festivo. 

En esta última edición, la número 32, los festejos comenzaron con una misa cantada por la coral 'Brisa do Mar', en honor de los percebeiros fallecidos. Este 2024, como novedad, también se celebró un acto conmemorativo en la Estatua do Percebeiro, con la banda de gaitas 'Os Petaforte' de Cee. La agenda de actividad también incluía pasacalles, degustaciones de percebe, actuaciones musicales en la zona da Ribeira y una guardería infantil con animadoras, hinchables y pinta caras gratuitos. 

Los percebes son los grandes protagonistas en las cenas de Navidad, si bien es un producto que no está al alcance de todos debido a su elevado precio. Su alto precio se debe no solo a la calidad del mismo sino, y fundamentalmente, a la dificultad de su captura. Recoger percebes es una de las actividades más peligrosas a las que una persona se puede enfrentar, de ahí su elevado coste. 

Otro municipio coruñés que dedica una fiesta a este exclusivo crustáceo es Aguiño, en Ribeira. La celebración de este producto del mar congrega a tanta gente que ya ha sido nombrada Fiesta de Interés Turístico de Galicia.

Perfil nutricional de los percebes

Aunque no es un producto para consumir a diario, por su elevado precio, los percebes son alimentos sin grasa y con un contenido en colesterol mucho menor que cualquiera de su grupo. "Son fuente de minerales como el selenio, magnesio, potasio, fósforo, calcio y yodo; y, respecto al contenido en vitaminas, destaca la vitamina B12, tiamina, roboflavina, niacina y B6, la cuales contribuyen al metabolismo energético normal", según la Fundación Española de Nutrición (FEN).

¿Son los percebes gallegos la poción mágica contra la resaca? La única forma de evitar la resaca es no beber alcohol, aunque entre las recomendaciones que circulan por redes se encuentran la de consumir determinadas frutas, alimentos salados, o incluso comer marisco, como los percebes gallegos. No existe evidencia científica, pero la dietista nutricionista y directora de la clínica Nutriciona en A Coruña, Emma Enríquez, apunta que podría tener cierto sentido en cuento a la reposición de sal.