Ferrolterra se distingue por la calidad del producto que ofrecen los muchos locales de restauración presentes en el territorio. Desde marisco y carnes hasta los mejores productos de la huerta. En esta ocasión, rendiremos homenaje al chuletón, un plato con fieles seguidores que buscan degustar una buena carne procedente de lomos de calidad. Y nada mejor que hacerlo a través de algunos de los restaurantes de la comarca que ostentan gran fama tanto por los parámetros de calidad que presenta el producto como por su elaboración, sencilla en el 100% de los casos.
Casa Pena
Si un visitante llega a Ferrolterra y pregunta dónde comer un buen chuletón, la respuesta de un gran porcentaje de autóctonos será Casa Pena (calle da Feira, 49, Moeche). Esta casa de comidas nacida en el año 1939 está especializada en carnes de vacuno gallegas. Su plato insigne, el chuletón, cuenta con 45 días de maduración y procede de lomos de entre 35 y 40 kilos. Para seleccionar las mejores piezas, los propietarios del local no se fijan tanto en la raza de la vaca sino en que el lomo, directamente, les guste. Para ello, han establecido unos parámetros de calidad que pasan por conocer la edad y procedencia del animal. Buscan que no sea de cebadero, sino de cría doméstica, un elemento diferenciador en la calidad de vida de las vacas antes de su sacrificio. Además de vaca gallega, trabajan carne de buey cuatro veces al año.
Un buen producto no precisa florituras en la elaboración. Casa Pena sirve su chuletón con piedra en la mesa para que cada uno lo pase a su gusto.
Restaurante O Parrulo
El gran referente de la restauración ferrolana, O Parrulo, fundado en el año 1958 por José Martínez, es reconocido por la clientela por la calidad de sus mariscos, pescados y carnes, apartado este último en el que destacan sus chuletones. El establecimiento ubicado en el número 401 de la carretera de Catabois, ofrece a sus clientes una escala de chuletones de ternera gallega en función de su peso. De esta forma, el conocido como chuletón de aprendices pesa 500 gramos, el chuletón de adultos es una pieza de 750 gramos y el de entendidos pesa un kilogramo. La preparación, ante la conocida calidad del producto, sencilla: en la plancha al punto que demande cada comensal.
Restaurante Marcial
El establecimiento de Río Pereiro, 5 en Narón no se caracteriza por ser un restaurante de parrilla, pero no son pocos los comensales que llegan atraídos por la fama de su chuletón, que figura en una carta con otras muchas opciones que deleitarán cualquier tipo de paladar. Marcial se centra en un único tipo de chuletón: el de rubia gallega, nacida, criada y sacrificada en Galicia, y preparado al punto que desee el cliente.
Nuevo Minuetto
Nuevo Minuetto (carretera de Castilla, 546, Narón) ofrece una amplia variedad de platos entre los que destacan sus chuletones de vaca rubia, frisona, buey y angus, este último el más demandado. Una vez que el cliente decide los gramos que desea para su pieza, los cocineros la pasan en la brasa hasta que esté dorada, la filetean y el personal de sala la sirve en la mesa con una parrilla donde cada comensal podrá dar el punto que desee a la carne. Cada mesa está equipada con un extractor de humo, lo que garantiza la comodidad de aquellos que visiten el local.
O Fogar da Carne
Este restaurante naronés (calle Paz, 6) cuenta con un expositor donde cada comensal elige la pieza que querrá degustar. Los chuletones de vaca rubia, con gran potencia en sabor, son los más demandados, pero también ofrecen carne de frisona, buey y angus. Una vez seleccionada la carne, el cliente elige el peso y de ahí se va directamente a la parrilla.